El desarrollo de las modernas técnicas en materia de salud y el aumento de la esperanza de vida hace que el envejecimiento de la sociedad se haga cada vez más patente. En España aproximadamente 6.5 millones de personas tiene más de 65 años; de los cuales 2 millones sufre algún tipo de discapacidad y casi un millón no puede valerse por sí mismos.
Así, los familiares más cercanos asumen el papel de cuidador de estos ancianos, muchas veces renunciando a un puesto laboral que brinda satisfacción profesional y económica. Entonces los centros de día se convierten en una opción para compaginar el trabajo con el cuidado de los ancianos, sin descuidar el importante papel del cariño y el afecto que brinda la familia.
No obstante, recientemente el diario El País afirmaba que se calcula que existe aproximadamente un 60% de plazas libres en los centros de día. Al indagar en las causas el presidente de la Federación Empresarial de Asistencia a la Dependencia afirmaba que podría deberse a una mentalidad errónea que identifica los centros de día con la desatención y la carencia de amor por el anciano.
En aras de aclarar conceptos, debe especificarse que los centros de día son institutos no residenciales que atienden a personas de la tercera edad cuya autonomía se encuentra reducida. Estos centros propician una atención durante las horas diurnas mientras que por la tarde/noche el anciano regresa a su casa en compañía de la familia.
Recientemente Consumer ha realizado una investigación sobre la calidad de estos centros de día, tomando como muestra un total de 85 centros de España. Los resultados mostraron que una buena parte de los centros superaba los siete puntos de un máximo de diez, mostrando un ratio de un cuidador cada cinco ancianos. Por supuesto, si se lee el informe en toda su extensión puede observarse que los centros de día no son un instituto paradisíaco que cuenta con todos los profesionales al alcance de mano pero tampoco son el averno que muchas personas pueden representarse.
Lo cierto es que más allá de las posibles insuficiencias, el centro de día ofrece diversos beneficios al adulto mayor a través de:
– Un ambiente seguro y agradable en el cual puede pasar el día
– La realización de actividades educativas en las cuales pueden enrolarse que le permiten mantenerse “activo” en la medida de sus posibilidades
– El establecimiento de nuevas relaciones afectivas con sus coetáneos que de otra forma hubieran sido prácticamente imposibles y que le brindan cierto apoyo social
Todo esto redunda en un mejoramiento de la salud mental y física del anciano y en el aumento o mantenimiento de cierto nivel de independencia.
Además, existen algunos Centros de día en Madrid que propician una atención integral al anciano incluyendo no solo el correspondiente servicio médico y la atención psicológica sino también la ayuda fisioterapéutica y rehabilitadora. Exactamente, el centro El Enebral, implementa diversos programas de estimulación cognitiva y talleres para potenciar la memoria y la creatividad. Este centro tampoco descuida la imagen personal (hecho que el anciano agradece muchísimo) pues incluso brinda el servicio de peluquería y podología.
Más allá de los beneficios que los centros de día reportan al anciano, estos institutos también le ofrecen cierta libertad al cuidador, permitiéndole descansar de la tensión continuada que provoca el cuidado permanente de una persona. De esta forma, el centro de día protege indirectamente la salud y el equilibrio psicológico de la persona que tiene al anciano bajo su responsabilidad.
Por supuesto, independientemente de estos beneficios, aún está en la consciencia colectiva la representación de que cualquier intento de separación del anciano de la familia (aunque en realidad no lo sea en toda la extensión del término) es un acto que indica escaso cariño. Realmente en muchas ocasiones la socialización de la que es objeto el anciano y los cuidados que recibe en los centros de día pueden hacerle más bien que mantenerse en casa.
No obstante, este articulo no pretende convertirse en una apología a los beneficios que acarrean estos centros sino que simplemente convoca a la reflexión y a mirar desde perspectivas diversas y desprejuiciadas un fenómeno que más tarde o temprano podría tocarnos a todos.
Cada etapa de la vida contiene sus aspectos positivos y negativos; lo más importante es transitar por cada una de ellas sabiendo que existen personas a nuestro alrededor que nos apoyan y nos brindan su cariño.
Fuentes:
Morán, C. (Agosto, 2009) Los centros de día para mayores están medio vacíos. En: El País.
(Octubre, 2002) De día en el centro, de noche en casa. En: Eroski Consumer.
Noble dice
Has tocado un tema muy sensible en la sociedad y coincido plenamente contigo.
Creo que en nuestro imaginario popular tenemos una idea totalmente errónea de los centros de atencion diurna.
Esta es una solucion para aquellas personas que desean continuar cuidando y relacionandose con el anciano pero que por determinadas razones deben continuar trabajando o no pueden dedicarse las 24 horas del dia a su cuidado.
Aun asi, lo mejor es informarse bien sobre el centro porque realmente existen algunos que no son nada estimuladores.
Un saludo