Anteriormente se hizo referencia a cinco de las diez terapias psiquiátricas más bizarras de la historia de la medicina y la psicología, a continuación se resumen otras cinco no menos curiosas:
6. Terapia con Malaria
La malaria, enfermedad caracterizada por dolores de cabeza y musculares, decaimiento, tos y fiebre; se utilizó en la antiguedad para curar la sífilis, que como ya saben es una enfermedad de transmisión sexual que, a modo de curiosidad histórica, también la sufrieron: Mozart, Allan Poe y Oscar Wilde.
La malaria, enfermedad caracterizada por dolores de cabeza y musculares, decaimiento, tos y fiebre; se utilizó en la antiguedad para curar la sífilis, que como ya saben es una enfermedad de transmisión sexual que, a modo de curiosidad histórica, también la sufrieron: Mozart, Allan Poe y Oscar Wilde.
A principios de los 1900 no existía ningún tratamiento para la sífilis pero habían bastantes personas aquejadas por lo cual el neurólogo vienés Wagner Von Jauregg tuvo la idea de infectar a los pacientes con malaria pues la fiebre intensa que ésta producía podía aniquilar la bacteria causante de la sífilis.
Por supuesto, depués era necesario curar al paciente de la malaria con quinina, substancia altamente peligrosa.
Wagner Von Jauregg obtuvo el premio Nobel por este tratamiento que se utilizó hasta el descubrimiento de la penicilina.
7. Convulsiones inducidas químicamente
La idea proviene de Ladislas Von Meduna, doctor húngaro, quien comenzó a inducir convulsiones con drogas para tratar a pacientes esquizofrénicos. Este médico pensaba que como la esquizofrenia es rara en paciente epilépticos y los pacientes epilépticos parecen más calmados después de una ataque, entonces ¿porque no producir convulsiones en los pacientes esquizofrénicos para calmarlos?
Von Meduna experimentó con varias drogas antes de decidirse por el metrazol aunque el tratamiento fue considerado demasiado peligroso.
No obstante, las terapias convulsivas se siguen usando en la actualidad en algunos sitios, especialmente la terapia electroconvulsiva, más conocida como electroshock para tratar la esquizofrenia, la depresión severa y otros trastornos psiquiátricos muy resistentes.
8. El embarazo como terapia para la histeria
En la antiguedad cualquier enfermedad psíquica femenina era diagnosticada como histeria, se pensaba que su origen estaba en que las ansias del útero comenzaban a expandir su “frustración” a través del cuerpo generando los síntomas que aquejaban a la féminas.
El mejor remedio: darle al útero lo que busca, ni más ni menos que un hijo. Si bien este tratamiento y esta conceptualización de la histeria cayeron en desuso hace varios siglos, el término se mantiene para hacer referencia a patologías caracterizadas por una fuerte manifestación en el cuerpo de lo psíquico.
Aunque debe destacarse que no muy lejano en el tiempo algunos doctores recetaban orgasmos para combatir la histeria.
A finales del siglo XIX se desarrolló una corriente localizacionista en la medicina neurológica que aseveraba que a cada área específica del cerebro le correspondía una capacidad, habilidad o característica de personalidad.
El médico alemán Franz Gall fue uno de sus más acérrimos representantes. En esencia Gall postulaba que las partes del cerebro más usadas por una persona se desarrollaban y se hacían más grandes. Por lo cual al mirar los abultamientos y depresiones del cráneo de una persona uno podía saber como era su personalidad.
Para ello Gall confeccionó un mapa donde registró áreas cerebrales a las cuales les correspondían aspectos de la personalidad bien específicos. Por ejemplo: el abultamiento sobre la zona de las orejas indicaba una personalidad destructiva mientras una cresta en la parte superior mostraba benevolencia.
La frenología fue muy aplicada para detectar y encarcelar a delincuentes y vagos pero en realidad nunca se desarrollo un tratamiento basado en ella.
10. Lobotomía
Probablemente el procedimiento más terrorífico y famoso de la historia de la psiquiatría inventado por el portugués Egas Moniz.
Moniz se inspiró en un procedimiento realizado en un chimpancé por Jacobsen, Wolf y Jackson en el 1935. El experimento en el simio se desarrolló porque mostraba severos ataques de violencia y para resolver este problema se removieron partes de los lóbulos frontales.
Moniz se inspiró en un procedimiento realizado en un chimpancé por Jacobsen, Wolf y Jackson en el 1935. El experimento en el simio se desarrolló porque mostraba severos ataques de violencia y para resolver este problema se removieron partes de los lóbulos frontales.
Moniz aplicó este ejemplo a seres humanos y la operación llegó a ser muy popular. Tanto así que desde la primera lobotomía realizada se han llevado a cabo millares de lobotomías para tratar problemas emocionales en todo el mundo. De hecho Moniz recibió el premio Nobel en 1949.
No obstante, después de varis años se descubrieron las alteraciones no deseadas que producía esta operación en la personalidad: infantilismo e irresponsabilidad, en el mejor de los casos.
Fuente:
Mental Floss Magazine
Puedes hallar más información sobre curiosidades y casos extraños de la Ciencia Psicológica en el libro: Psicología Curiosa
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