Los libros de autoayuda gozan de gran popularidad, prácticamente no existe persona que no haya leído al menos uno a lo largo de su vida. Luego, en tiempos de crisis es bastante normal que muchos se vuelquen en los lecturas positivas; buscan una esperanza, una guía, algo que los empuje a seguir hacia adelante. Pero… ¿realmente todos los libros de autoayuda pueden hacernos sentir mejor? Un estudio recientemente publicado en Psychological Science nos muestra que posiblemente estas frases tengan resultados opuestos.
Psicólogos de las universidades de Waterloo y New Brunswick aseveran que las personas de baja autoestima se sienten peor después de repetirse las frases positivas contenidas en muchos de los libros de autoayuda. ¿Cómo llegaron a estas conclusiones? Los investigadores le pidieron a personas con alta y baja autoestima que se repitiesen a sí mismos frases positivas, después evaluaron cómo se sentían respecto a su amor propio. ¿Qué sucedió? Las personas de baja autoestima que se repitieron las frases, se sintieron peor que aquellos que no las expresaron. ¿Cuál fue la mejora en las personas de alta autoestima? Muy sutil.
Posteriormente, en un estudio de seguimiento, se observó que las personas de baja autoestima se sentían mejor si no se les pedía que tuviesen pensamientos positivos.
¿Por qué sucede esto?
La mayoría de las frases positivas que aparecen en estos libros son del tipo: «soy una persona amada», «tendré éxito», «me acepto totalmente»… Muchas de estas afirmaciones expresan un carácter contradictorio o irracional. Es difícil aceptarse completamente y no basta con repetirse, cual papagayo, una frase bastante manida. De la misma forma, para ser amado, no es suficiente con amar, es necesario dejarse amar y amarse a sí mismo; es algo que se aprende recorriendo un camino lleno de vivencias personales, no a través de la reprogramación lingüística.
Así, estas frases parecen ejercer el mismo efecto que experimentamos cuando estamos tristes y vamos a una fiesta: todo alrededor es tan alegre que nos recuerda cuan nostálgicos, tristes y deprimidos estamos.
Por otra parte, también puede evidenciarse el conocido efecto rebote: cuando nos concentramos en eliminar los pensamientos negativos, activamos un mecanismo de vigilancia automático que resulta ser un multiplicador de ideas negativas, obteniéndose precisamente el efecto contrario.
Por supuesto, todos los libros de autoayuda no provocan este efecto, depende en gran medida del cómo han sido escrito y de los objetivos que persiga el autor. Normalmente debemos observar con atención los títulos y desconfiar de aquellos que aseguran: «Cambie su vida en diez días», «Abandone la depresión, la ansiedad, la anorexia… en tres pasos» «Las claves de la felicidad», «Los secretos de una vida plena»… Nadie puede enseñarnos el camino a la felicidad o mostrarnos en tres pasos cómo salir de la depresión, la ansiedad u cualquiera otra psicopatología, no resulta un camino sencillo y normalmente se necesita la ayuda especializada de un profesional. Así, creo que en el futuro debemos escoger con mayor atención nuestras lecturas de autoayuda y huir de los títulos hechos para vender.
Fuente:
Isanki, B. (2009) You wear me out. En: Psychological Science.
Deja una respuesta