Mucho se ha hablado (y de seguro se continuará hablando) de las redes sociales y los perfiles que se crean para este fin. Actualmente existen alrededor de 700 millones de personas alrededor del mundo que cuentan con perfiles en sitios como Facebook y Myspace. Solo en los EUA el 75% de las personas con edades comprendidas entre los 18 y los 24 años que acceden a Internet tienen un perfil en estas redes sociales y en los últimos cuatro años el número de personas adultas que las utilizan se ha cuadruplicado.
Pero… ¿estos perfiles nos comunican quién es la persona real o nos muestran una versión idealizada de la personalidad?
Para responder esta pregunta un grupo de psicólogos reclutó a 236 estudiantes alemanes que utilizaban las redes sociales y estos completaron un test de personalidad dirigido a evaluar los Cinco Grandes Rasgos Personológicos (extraversión, neuroticismo, apertura a la experiencia, concientización o responsabilidad y amabilidad). Posteriormente se evaluaron sus personalidades ideales, es decir, cómo los estudiantes desearían ser.
Luego, a otro grupo de observadores se les pidió que revisaran los perfiles de estas personas en la red y que evaluaran las características de personalidad que allí se proyectaban.
Después de comparar los resultados los investigadores llegaron a la conclusión que las personas tienden a mostrarse tal cual son en las redes sociales, sin intentar «adornar» sus características personológicas. Este estudio, afirman algunos, vendría a desbaratar el mito de que la red está repleta de personalidades recreadas o peor aún, totalmente idealizadas o falsas.
No obstante, considero que estos resultados deben ser objeto de un análisis más profundo y no precipitarnos a extraer conclusiones generalizadoras. Así, es conveniente dejar las reflexiones en suspenso y echar un vistazo a una investigación desarrollada en el Departamento de Comunicaciones de la Universidad de Cornell que se planteó la siguiente pregunta: ¿todas las fotos online de los sitios de citas serán reales?
Hancock y Toma, los investigadores principales, hipotetizan que es necesario balancear dos cosas: el deseo de ser atrayente y las exigencias de autenticidad por lo cual sería totalmente descabellado pensar que las personas colocarán fotos que no son propias pero… quizás podrían mentir un tanto en las imágenes.
Así, se tomó una muestra de 54 personas que tenían perfiles en sitios de citas online.
El primer descubrimiento fue la diferencia entre la agudeza en la autopercepción y la percepción de los otros. Los entrevistados juzgaban que las fotos de sus perfiles eran muy cuidadas y cercanas a la realidad (una media de 4.46 puntos de una escala de 5 puntos) sin embargo, las cosas cambiaban cuando debían evaluar la correspondencia entre la realidad y las fotos de los perfiles de las otras personas. Usualmente juzgaban que las fotografías se correspondían poco o nada con el aspecto actual de la persona.
Así, las personas mostraban una tendencia a realizarse una especie de auto marketing.
Pero… ¿cuáles eran los cambios principales que se observaban en las fotos?
Las discrepancias se podrían calificar en dos grandes categorías:
– Relacionadas con las características físicas (edad, peso, estatura, color del pelo…)
– Relacionadas con el retoque fotográfico. Aquí se observaban dos estrategias fundamentales: las personas acudían a un fotógrafo profesional que sacara lo mejor de ellas o simplemente se autoayudaban a golpe de photoshop.
Este estudio reveló que la gran mayoría de los perfiles ubicados en las redes de citas online tienen al menos una discrepancia y, como de seguro supondrán; las fotografías de las mujeres contienen tres veces más inexactitudes en comparación con la de los hombres.
Casi la mitad de las fotografías femeninas (48.1%) son consideradas por un observador externo como no reales. ¿Cuál es el truco más común? Presentar una versión más joven de sí mismo, las mujeres como media se restan 17 meses, los hombres seis meses.
Probablemente lo más curioso es que mientras los hombres se percatan de sus discrepancias y tienen cierto grado de conciencia, las féminas no parecen darse por aludidas de las incongruencias entre realidad e imagen fotográfica.
Los investigadores sugieren (siendo bastante condescendientes) que las mujeres tienden más a mentirse a sí mismas en el intento de verse más atractivas. En fin, que lo harían sin una mala intención y de manera no consciente. ¿? Créalo o no lo crea.
Así, se observa que la mayoría (que no quiere decir todos), mienten en algún que otro aspecto con la intención (consciente o no) de resultar más apetecible y aumentar así su número de parejas potenciales. También existen algunos blogs que tienen detrás un perfil totalmente construido para ir en sintonía con los contenidos del sitio (esta afirmación no está respaldada por ningún estudio científico pero estoy segura que muchos de ustedes concordarán con su veracidad).
Entonces… ¿por qué las personas mienten en algunos perfiles y en otros se muestran fieles a su realidad? La respuesta es muy sencilla: las motivaciones son diversas. Generalmente las personas inician su viaje por las redes sociales como Facebook o Myspace contactando con sus amistades del mundo real por lo cual le queda poco espacio para idealizar o recrear sus rasgos personológicos. Estas redes tienen como objetivo esencial mantener el contacto y compartir información con los amigos, recobrar amistades antiguas y, colateralmente, hacer nuevas amistades. No hay motivación para mentir, o al menos yo no la encuentro.
Algo muy diverso ocurre cuando sabemos que buena parte del éxito de nuestros planes depende de nuestro perfil en la red. Entonces algunos pueden verse “picados” por el deseo de «encubrir» algunas de sus peores características personológicas o incluso de mentir deliberadamente sobre su formación profesional. Este sería el caso de algunos perfiles que aparecen en las redes de búsqueda de pareja o entre los bloggers.
Resumiendo, que la red es tan variopinta y compleja como el mundo real precisamente porque detrás de cada ordenador existe una persona única; con sus deseos, expectativas e intereses. Así, como sucede en el entorno que nos circunda, debemos andar sobreaviso pero a la vez depositar nuestro poco de confianza en el otro 😉
Fuentes:
Back, M. D. et. Al. (2010) Facebook Profiles Reflect Actual Personality, Not Self-Idealization. Psychological Science; 21(3): 372-374.
Hancock, J. T. & Toma, C. L. (2009) Putting Your Best Face Forward: The Accuracy of Online Dating Photographs. Journal of Communication; 59(2): 367-386.
renato dice
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