Para millones de personas, los atracones son algo conocido. Basta pensar en las cenas de fin de año y navidades. Sin embargo, el trastorno por atracón va mucho más allá. Desgraciadamente, lo cierto es que ha recibido muy poca atención por parte de psicólogos y médicos.
De cierta forma, el trastorno por atracón se asemeja al abuso de sustancias ya que ambos incluyen pensamientos obsesivos, una preocupación constante por la comida y una fuerte compulsión a consumir. Luego, le sigue un estado caracterizado por los sentimientos de culpa y la angustia emocional.
Los principales síntomas del trastorno por atracón
La mayoría de las personas comen en exceso de vez en cuando e incluso hay quienes lo convierten en una rutina pero comer en grandes cantidades no significa sufrir un trastorno de alimentación compulsiva. Los síntomas del trastorno por atracón son:
1. Episodios frecuentes en los que la persona ingiere cantidades anormalmente grandes de comida.
2. Sentimientos frecuentes de no poder controlar qué o cuánto se come
3. Comer mucho más rápido de lo habitual
4. La persona no come hasta sentirse saciada sino hasta que se siente incómoda, llegando incluso a sentirse mal por la cantidad de comida ingerida
5. Comer grandes cantidades de alimentos incluso cuando no siente hambre
6. Sentimientos de disgusto, depresión o culpa después de haber comido en exceso
Vale aclarar que los episodios de atracones de comida se producen también en la bulimia nerviosa. Sin embargo, las personas con bulimia se someten rápidamente a una purga o realizan ejercicio vigoroso porque no quieren aumentar de peso. A menudo se autoinducen el vómito o echan mano a los diuréticos o laxantes, casi siempre en dosis mayores a las recomendadas.
Deja una respuesta