
Una persona diagnosticada con el Trastorno por Déficit de Atención e Hiperactividad presenta problemas para concentrarse en una sola cosa y puede aburrirse tan solo unos minutos después de haber iniciado una tarea. Sin embargo, si está haciendo algo que realmente le gusta, por lo general no tiene problemas para prestar atención.
Aún así, la capacidad para dirigir la atención conscientemente en tareas que no le agradan se encuentra seriamente afectada. Por eso, a menudo cometen muchos errores, ya que no se concentran en la actividad. Como consecuencia, el resultado final suele ser bastante frustrante.
Además de su problema para concentrarse, estas personas también suelen ser impulsivas e hiperactivas. A menudo las puedes encontrar soñando despiertas, «como si estuvieran en las nubes». También les resulta más difícil procesar la información que el resto de las personas y lo hacen más lentamente.
Un niño con el Trastorno por Déficit de Atención e Hiperactividad tendrá dificultades para comprender lo que debe hacer cuando un profesor da instrucciones orales o escritas. Por eso los errores son tan frecuentes. Puede quedarse sentado, en silencio, y parece que está trabajando pero en realidad no está plenamente presente y es probable que no haya comprendido las instrucciones.
¿Cuáles son los principales síntomas del Trastorno por Déficit de Atención e Hiperactividad?
– No prestar atención a los detalles o cometer errores por descuido en las tareas escolares, el trabajo u otras actividades
– A menudo tiene dificultades para mantener la atención en determinadas tareas o en el juego
– Parece no escuchar cuando se le habla directamente
– Tiene dificultad para organizar tareas y actividades, a menudo salta de una actividad incompleta a otra lo que hace que no pueda cumplir con los plazos y que su trabajo sea desorganizado
– Se distrae fácilmente con estímulos irrelevantes, como imágenes y sonidos o pensamientos no vinculados a la actividad
– No logra prestar atención a las instrucciones y comete errores por descuido
– Pierde u olvida las cosas necesarias para una tarea, como los lápices, los libros o las herramientas
– Le disgusta o es renuente a participar en cosas que requieren mucho esfuerzo mental por un largo período de tiempo
– Es descuidado en las actividades diarias (por ejemplo, al hacer las tareas, hacer mandados, devolver las llamadas, pagar las facturas, ir a una cita)
Como punto final, vale aclarar que la persona debe presentar con 5 o más de estos síntomas durante al menos 6 meses para poder ser diagnosticado con un Trastorno por Déficit de Atención e Hiperactividad que, dicho sea de paso, debe surgir antes de los 12 años.
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