Una persona diagnosticada con el Trastorno por Déficit de Atención e Hiperactividad presenta problemas para concentrarse en una sola cosa y puede aburrirse tan solo algunos minutos después de haber iniciado una tarea. Sin embargo, si están haciendo algo que realmente les gusta, por lo general no tienen problemas para prestar atención.
Aún así, la capacidad para dirigir la atención conscientemente en tareas que no le agradan se encuentra seriamente afectada. Por eso, a menudo incurren en muchos errores ya que no se concentran en la actividad. Como consecuencia, el resultado final suele ser muy frustrante.
Además de su problema para concentrarse, estas personas también suelen ser impulsivas e hiperactivas. A menudo las puedes encontrar soñando despiertas, «como si estuvieran en las nubes». También les resulta más difícil procesar la información que el resto de las personas y lo hacen más lentamente.
Un niño con el Trastorno por Déficit de Atención e Hiperactividad tendrá dificultades para comprender lo que debe hacer cuando un profesor da instrucciones orales o escritas. Por eso los errores son tan frecuentes. Puede quedarse sentado, en silencio, y parece que está trabajando pero en realidad no está plenamente presente y es probable que no haya comprendido las instrucciones.
Deja una respuesta