En los últimos años ha salido al mercado una enorme variedad de medicamentos, algunos son novedosos, otros son simplemente antiguas recetas repropuestas bajo una nueva luz. La eyaculación precoz tampoco ha escapado a este deseo de “biologizar” todos los problemas que enfrentamos. Por eso, también existen diferentes medicamentos para la eyaculación precoz, entre ellos los más famosos son: Cronadyn y Priligy.
Muchos hombres escuchan hablar de ellos y deciden consumirlos, quizás con la secreta esperanza de que eliminen como por arte de magia el problema que están enfrentando. Sin embargo, lo cierto es que, como todo producto químico, los medicamentos para la eyaculación precoz también traen aparejados diferentes efectos adversos. Un detalle que no se debe subestimar.
La primera gran contraindicación de estos fármacos se refiere a que las personas que sufren algunas enfermedades como la insuficiencia hepática, la insuficiencia renal grave, la epilepsia o las patologías cardíacas no deberían consumirlos. Si alguien padece de estos problemas y se empecina en echar mano a los medicamentos para la eyaculación precoz, sería oportuno que consultase a un especialista. Este lo someterá a un examen de salud y le indicará las dosis más adecuadas que, no se deben extralimitar por ninguna razón.
Además, como algunos de los medicamentos para la eyaculación precoz son, básicamente, antidepresivos, las personas que ya han presentado cuadros de manía, trastorno bipolar o esquizofrenia no deberían consumirlos ya que sus síntomas podrían agravarse.
Otro aspecto a tomar en consideración se refiere a las interacciones medicamentosas. Es decir, los medicamentos para la eyaculación precoz pueden interactuar con otros fármacos potenciando o minimizando su efecto. En el ámbito científico, a esta interacción se le conoce con el nombre de farmacocinética (la velocidad con la cual un medicamento pasa por el organismo) y significa que un fármaco puede durar menos tiempo en el cuerpo sin brindar los beneficios que se esperan de él o, por el contrario, puede desatar una reacción más rápida pero menos prolongada en el tiempo. Se conoce que la mayoría de los medicamentos para la eyaculación precoz interactúan con fármacos como los antinflamatorios no esteroideos y los anticoagulantes.
Además, dentro de los efectos adversos de los medicamentos para la eyaculación precoz se encuentran:
Más frecuentes: Mareos, dolor de cabeza, vértigo y náuseas.
Vómitos, diarreas y dolor abdominal.
Menos frecuentes: Síncope, temblores, alteración de la presión sanguínea y visión borrosa.
Poco frecuentes: Depresión, anorgasmia, nerviosismo, irritabilidad, agotamiento e insomnio.
Finalmente, se debe puntualizar que, si has utilizado algún medicamento para la eyaculación precoz, lo ideal sería que no iniciases ningún tratamiento durante los siete días posteriores. Así le darás tiempo a tu organismo para que elimine totalmente los restos del fármaco.
¿Cuál es la solución?
Como psicóloga, casi nunca recomiendo los medicamentos, a no ser que se trate de un caso en el cual se ha comprobado que existe una disfunción a nivel fisiológico. Realmente muchas de las causas de la eyaculación precoz se pueden eliminar con terapia psicológica o aprendiendo algunos ejercicios para controlar mejor los músculos de la zona pélvica. La terapia psicológica, además de no provocar efectos adversos, brinda un conocimiento que perdura por toda la vida y no te creará dependencia de un fármaco.
En el libro: Eyaculación Precoz: 12 ejercicios para combatirla analizo las posibles causas de este problema y brindo algunas técnicas prácticas para eliminarlo.
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