La lectura nos reporta muchos beneficios, sobre todo si se trata de ficción. Las novelas nos permiten escaparnos a mundos de fantasía donde todo es posible, potencian nuestra creatividad y también nos ayudan a desarrollar la empatía. No obstante, ahora neurocientíficos de la Universidad de Emory han descubierto una nueva ventaja de leer ficción: mejora algunas de nuestras funciones cerebrales. De hecho, cada vez que nos imbuimos en una novela, se incrementa la interconectividad neuronal en ciertas áreas del cerebro.
Para llegar a estas conclusiones los investigadores le pidieron a un grupo de estudiantes que leyesen una novela corta, durante nueve noches seguidas. Se les realizó una resonancia magnética funcional antes de que empezaran a leer y después, al día siguiente, durante los nueve días.
Los escáneres revelaron que incluso al día siguiente existían áreas cerebrales más activas, donde la conectividad entre las neuronas era mejor. Como podrás suponer, se trataba de las zonas vinculadas con la comprensión del lenguaje, las sensaciones y el movimiento.
Aún más sorprendente fue descubrir que algunos cambios persistieron hasta 10 días después de haber leído la novela. Estos cambios se registraron en la corteza temporal izquierda, un área del cerebro que está asociada con la comprensión del lenguaje. No obstante, también se apreciaron en la región sensomotora primaria del cerebro, lo cual se explicaría debido a las neuronas espejo. Es decir, cuando estamos muy identificados con el personaje y este se implica en una actividad, las zonas de nuestro cerebro vinculadas a esa actividad también se activan, como si nosotros mismos estuviésemos realizando esa acción.
Los cambios a nivel cerebral que encontraron estos investigadores demuestran algo que los lectores empedernidos conocíamos desde hace tiempo: la narrativa de una novela implica diferentes regiones cerebrales que van mucho más allá de la comprensión lectora. Los lectores son capaces de vivenciar con intensidad todo lo que sienten y hacen los personajes porque se ponen en su lugar.
Con estos resultados en mano, los neurocientíficos están seguros de que las novelas no solo nos permiten olvidarnos de nuestros problemas cotidianos y trasladarnos a un mundo de fantasía sino que también reconfiguran las redes neuronales de nuestro cerebro, al menos durante algún tiempo.
¿Por qué las redes neuronales son importantes? En nuestro cerebro existen millones de neuronas, a través de las cuales se transmiten los impulsos nerviosos que nos permiten actuar y comprender el mundo que nos rodea. Una red neuronal es un camino ya establecido a través del cual se transmite el impulso nervioso con mayor eficacia y rapidez. Como podrás suponer, mientras más consolidada esté la red neuronal, más eficaz podría ser nuestra respuesta. No obstante, si dejamos de practicar, con el tiempo esa red neuronal perfectamente construida, va perdiendo eficacia e incluso puede extinguirse.
En este punto se abren muchísimas interrogantes, sobre todo vinculadas al papel de la literatura de ficción en el desarrollo cerebral de los niños. No obstante, aquellos que ya han dejado la niñez atrás deben recordar que nunca es tarde para alimentar el alma y, de paso, el cerebro: leer no solo implica pasar un rato divertido, es un estilo de vida, una manera de comprender el mundo y a las personas que nos rodean.
Referencia Bibliográfica:
Berns, G. S. et. Al. (2013) Short- and Long-Term Effects of a Novel on Connectivity in the Brain. Brain Connectivity; 3(6): 590-600.
Deja una respuesta