La eyaculación precoz es un problema que afecta a millones de hombres en todo el mundo. Sin embargo, el hecho de que esté muy difundida no significa que el hombre sufre menos por ella ya que la eyaculación precoz suele generar intensos sentimientos de frustración.
Por suerte, la mayoría de los casos no tienen causas orgánicas sino psicológicas por lo que el tratamiento es muy sencillo. Lo difícil es dar el primer paso y pedir ayuda ya que muchos hombres aún se avergüenzan de confesar su problema. De esta forma, suelen pasar varios años, a lo largo de los cuales echan mano a diferentes métodos para evitar la eyaculación precoz que no tienen ninguna base científica y que al final, no solo terminan causando desesperanza sino que incluso provocan una disfunción eréctil.
En la actualidad existen diferentes métodos para evitar la eyaculación precoz, estos incluyen desde el consumo de medicamentos hasta la reducción de la sensibilidad del pene ya sea con un gel anestesiante o mediante la cirugía. Sin embargo, estos tratamientos pueden considerarse como opciones paliativas ya que no erradican de raíz el problema.
Por eso, considero que cuando un hombre sufre este problema, el primer paso sería probar los métodos para evitar la eyaculación precoz que le permitan obtener un verdadero control sobre su reflejo eyaculatorio. A continuación indico dos técnicas muy sencillas que suelen dar excelentes resultados:
– Parada-arranque: se trata de una técnica clásica pero no por ello menos eficaz. En práctica, se utiliza la masturbación como vía para controlar el reflejo eyaculatorio. El hombre debe masturbarse, en una primera fase, su objetivo es detectar las señales inminentes de la eyaculación y aprender a distinguirlas.
En la segunda fase, el hombre se masturbará y, cuando detecte las señales de la eyaculación, detendrá la estimulación, se relajará y después volverá a masturbarse. Puede repetir este ejercicio unas cinco veces antes de eyacular.
Una vez que sea capaz de controlar el reflejo eyaculatorio, podrá pasar a la penetración en el acto sexual. En este caso, simplemente deberá detener los movimientos cuando detecte las primeras señales que anteceden a la eyaculación.
Poco a poco, el hombre verá como va ganando control y confianza en sí mismo.
– Compresión: se trata de una variante de la técnica anterior pero es mucho más efectiva. En práctica, la diferencia radica en que, cuando el hombre reconoce los signos que adelantan la eyaculación, debe apretar su pene a la altura del surco prepucial durante unos 3 o 4 segundos (se aplica el pulgar sobre el freno y los dedos índice y medio abajo del reborde del glande).
La presión que se realiza debe ser fuerte pero no debe causar dolor. Una vez que se haya controlado el deseo de eyacular, es perfectamente normal que se haya perdido un 30% de la erección pero esta se recuperará fácilmente.
Entre los 15 y 90 segundos posteriores, podrá reiniciar la estimulación. Esta técnica se debe repetir unas 5 veces y también se puede practicar en pareja.
Vale aclarar que ambas técnicas son más eficaces si se combinan con ejercicios de respiración profunda. Si deseas conocer más técnicas y profundizar en este problema, el libro Eyaculación Precoz: 12 ejercicios para combatirla será perfecto.
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