“Toda pulgada cúbica de espacio es un milagro”, dijo Walt Whitman, pero normalmente no nos damos cuenta de ello. Enfrascados en nuestras preocupaciones y en las tareas pendientes, arrastrando nuestra dosis de estrés cotidiana; es difícil prestar atención a todos los detalles maravillosos que ocurren a nuestro alrededor.
Si a esto le sumamos el miedo – miedo a fracasar, a equivocarnos, a no ser lo suficientemente buenos, a que nos rechacen, a que no nos comprendan –, no es difícil darse cuenta de que estamos malgastando nuestra energía inútilmente, ajenos a las oportunidades que pasan por nuestro lado y, lo que es aún peor, arruinándonos la vida.
¿Cuántas oportunidades has perdido por el miedo?
Cuentan que en una tierra muy lejana en guerra, había un rey que causaba espanto. Cuando hacía prisioneros, no los mataba sino que los llevaba a una sala donde había un grupo de arqueros de un lado y una inmensa puerta de hierro del otro, sobre la cual se veían grabadas figuras de calaveras cubiertas de sangre. En esa sala, el rey les hacía formar un círculo y les decía:
– Ustedes pueden elegir entre morir atravesados por las flechas de mis arqueros o pasar por esa puerta misteriosa.
Todos elegían morir en manos de los arqueros. Al terminar la guerra, un soldado que sirvió al rey durante mucho tiempo se dirigió al soberano y le dijo:
– Señor, ¿puedo hacerle una pregunta?
– Dime soldado – le respondió el rey.
– ¿Qué había detrás de la horrorosa puerta?
– Ábrela y mira tú mismo – le animó el rey.
El soldado abrió temerosamente la puerta y, a medida que lo hacía, rayos de sol entraron y aclararon el ambiente. Descubrió sorprendido que la puerta se abría a un camino que conducía a la libertad.
El rey se limitó a explicarle:
– Yo les daba el poder de elegir, pero preferían morir que arriesgarse a abrir esta puerta.
¿Cómo gestionas tu banco de energía psicológica?
Todos tenemos un “banco de la energía”, esa energía psicológica no es ilimitada. No puedes sacar toda la energía que necesites para destinarla a tus miedos, inseguridades y preocupaciones, esperando tener aún más energía para realizar tus proyectos, sueños e ilusiones.
Destinar gran parte de tu energía psicológica a alimentar los miedos, ansiedades e incertidumbres es el equivalente a tirar dinero por la ventana. Al contrario, invertir esa energía en tus sueños y en las cosas que realmente te hacen feliz te ayudará a construir un futuro más satisfactorio. Si todo es tan sencillo, ¿por qué seguimos malgastando nuestra energía inútilmente?
El problema es que seguimos pensando en la energía psicológica como un recurso ilimitado. No somos plenamente conscientes de la importancia de reencauzar esa energía eficientemente. Sin embargo, se ha demostrado que el autocontrol, por ejemplo, se agota a fuerza de ejercerlo. Esa es la razón por la cual, cuando llegamos a casa por la noche, después de un largo día ejerciendo el autocontrol, nos sentimos irritables y nos molesta cualquier cosa que, en otras circunstancias, habríamos pasado por alto. Esa también es la razón por la cual, después de haber seguido una dieta férrea, caemos en un periodo de comilonas compulsivas.
Cuando finalmente comprendes que la energía psicológica no es un recurso infinito sino que se debe usar sabiamente, puedes comenzar a pensar en cómo distribuirla para que puedas sentirte mejor y alcanzar tus sueños.
El miedo bloquea tu energía psicológica
El miedo es una emoción que puede llegar a paralizar, bloqueando toda la energía psicológica e impidiéndote usarla para lograr tus metas. Por desgracia, muchas personas pasan su vida siendo víctimas del miedo. El temor a lo desconocido y a abandonar la zona de confort que han construido les impide explorar nuevos horizontes, precisamente los horizontes donde se encuentran sus sueños.
Si tienes grandes sueños, pero por algún motivo te sientes atascado, es probable que se deba a que estás destinando demasiada energía a alimentar tus miedos, inseguridades e incertidumbres. En su lugar, deberías comprender que para alcanzar cualquier sueño que sea realmente importante, debemos estar dispuestos a asumir cierto grado de riesgo.
Una buena estrategia para reencauzar esa energía psicológica consiste en proyectarte al futuro dibujando paso a paso las metas que quieres alcanzar, en vez de quedarte atascado alimentando diferentes tipos de pensamientos negativos.
Cada vez que vengan estos pensamientos, comprende que es el miedo quien está hablando y no permitas que te robe una energía tan valiosa. Entonces ocurrirá el milagro que tanto esperabas, ese milagro que muchas veces está al alcance de la mano pero que no se materializa porque te ha faltado el coraje para abrazarlo.
Deja una respuesta