
Podemos afirmar que ningún trastorno mental está más envuelto en el misterio, la incomprensión y el miedo de la esquizofrenia. Por desgracia, es prácticamente «el equivalente moderno de la lepra«, como dijera el psiquiatra E. Fuller Torrey.
En Estados Unidos, por ejemplo, el 15% de las personas no saben que la esquizofrenia es un trastorno y el 64% no conoce sus síntomas. Aparte de la ignorancia, las imágenes que difunden los medios sobre la esquizofrenia tampoco ayudan. Esos estereotipos solo añaden más estigma y aplastan cualquier atisbo de simpatía que las personas puedan sentir por quien padece esta enfermedad.
Al estigma que limita sus oportunidades laborales, de acceso a la vivienda se suman otros mitos sobre la esquizofrenia que terminan afectando la calidad de vida de estas personas.
Los principales mitos sobre la esquizofrenia que debemos desterrar
1. Las personas con esquizofrenia tienen los mismos síntomas
Para empezar, existen diferentes tipos de esquizofrenia e incluso algunas personas diagnosticadas con un subtipo luego desarrollan otro. Este trastorno no es una entidad homogénea sino que sus síntomas y manifestaciones varían bastante.
En parte, la esquizofrenia es tan misteriosa porque nos resulta difícil ponernos en la piel de una persona que sufre este trastorno. Sin embargo, tendríamos que preguntarnos cómo sería si nuestro cerebro comenzara a jugarnos malas pasadas, si voces inexistentes nos gritaran o si perdiésemos la capacidad de sentir o razonar lógicamente.
2. Las personas con esquizofrenia son peligrosas e impredecibles
Cuando la enfermedad se trata con medicamentos e intervenciones psicosociales, las personas con esquizofrenia no son más violentas que la población general. De hecho, a menudo se convierten en víctimas y no en perpetradores de la violencia, aunque cuando el trastorno no se trata aumenta el riesgo de consumo de sustancias, lo cual sí puede incentivar un comportamiento agresivo.
3. La esquizofrenia es un defecto de carácter
Perezosos, desmotivados, letárgicos… la lista de los «defectos» asociados a la esquizofrenia parece ser infinita. Sin embargo, la idea de que este trastorno es un defecto de carácter no es más realista de quienes sugieren que alguien podría evitar las convulsiones epilépticas si quisiera. Lo que a menudo aparece como defectos de carácter ante los ojos de las personas que no conocen la gravedad de este trastorno, en realidad son los propios síntomas de la esquizofrenia.
4. La esquizofrenia se desarrolla rápidamente
En realidad, no es más que otro de los mitos sobre la esquizofrenia ya que es bastante inusual que una persona experimente una crisis brusca y una gran caída en su desempeño. Este trastorno suele desarrollarse lentamente.
Los signos iniciales a menudo aparecen durante la adolescencia, como los problemas para pensar o el deterioro social. En las etapas iniciales de la esquizofrenia, es raro que la persona escuche voces, lo más que puede oír son susurros. Este período se denomina «prodrómico» y se produce antes de que la esquizofrenia se instaure, por lo que es el momento perfecto para intervenir y buscar tratamiento.
5. La esquizofrenia es un trastorno genético
Los estudios han demostrado que en los gemelos idénticos (que comparten un genoma similar) la prevalencia de desarrollar la enfermedad es de aproximadamente un 48%. Sin embargo, al igual que el resto de los trastornos mentales, existen otros factores involucrados, por lo que no es posible afirmar que se trata de una enfermedad escrita en los genes.
Junto con la genética, la ciencia ha demostrado que el estrés, la familia y el entorno pueden jugar un papel importante en el aumento de la susceptibilidad de una persona a desarrollar una psicosis. Y aunque no podemos cambiar la predisposición genética, podemos reducir la cantidad de estrés en la vida de la persona o enseñarle habilidades para mejorar la forma en que responden ante el estrés.
6. La esquizofrenia no tiene tratamiento
Aunque la esquizofrenia no es curable, es una enfermedad crónica que se puede tratar y gestionar, como la diabetes. La clave consiste en recibir el tratamiento adecuado y, sobre todo, en apegarse a las pautas terapéuticas.
7. Los esquizofrénicos necesitan ser hospitalizados
Uno de los principales mitos sobre la esquizofrenia consiste en pensar que estos pacientes tienen que estar hospitalizados. En realidad no es así. Algunas personas requerirán hospitalizaciones puntuales para manejar las crisis, pero la mayor parte pueden vivir en sociedad, sobre todo si toman la medicación según lo prescrito.
8. Las personas con esquizofrenia no pueden llevar una vida productiva
Muchas personas con esquizofrenia pueden llevar una vida feliz y productiva. En un estudio realizado a lo largo de 10 años con 130 individuos que sufrían esquizofrenia y abuso de sustancias – algo común en casi el 50% – , el 62,7% lograron controlar los síntomas de la esquizofrenia y el 62,5% dejaron el consumo. Muchos de ellos pudieron encontrar trabajo y llevar una vida independiente y satisfactoria. Es importante saber que, a diferencia de la demencia , que empeora con el tiempo, la esquizofrenia puede mejorar.
9. Los medicamentos los convierten en zombies
Cuando pensamos en los medicamentos para la esquizofrenia, inmediatamente acuden a nuestra mente adjetivos como aletargados, apáticos o desinteresados. Existen muchos recelos sobre los psicofármacos, pero lo cierto es que a menudo estos síntomas son más de la esquizofrenia que de la medicación. En realidad, es mucho mejor el tratamiento que sufrir crisis permanentes que deterioran el funcionamiento y la calidad de vida de la persona.
10. Los antipsicóticos son peores que la propia enfermedad
Los medicamentos son la base del tratamiento de la esquizofrenia. Aunque se puede recurrir a psicoterapia, los antipsicóticos son esenciales para reducir las alucinaciones, delirios, pensamientos confusos y comportamientos extraños. Es cierto que pueden tener efectos secundarios, pero son raros si se consumen en las dosis adecuadas. Los antipsicóticos actuales son bastante seguros y no son, de ninguna manera, peores que los síntomas, es tan solo otro de los mitos sobre la esquizofrenia.
Fuentes:
Drake, R.E., McHugo, G.J., Xie, H., Fox, M., Packard, J., & Helmstetter, B. (2006) Ten-Year Recovery Outcomes for Clients With Co-Occurring Schizophrenia and Substance Use Disorders. Schizophrenia Bulletin; 32: 464-473.
Penn, D.L., Chamberlin, C., & Mueser, K.T. (2003). The effects of a documentary film about schizophrenia on psychiatric stigma. Schizophrenia Bulletin; 29: 383-391.
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