Hay ocasiones en la vida en las que nos sentimos estancados. Puede tratarse de un proyecto creativo en el que estamos trabajando, una relación de pareja que ya no funciona, unas deudas que han dejado de tener sentido o incluso podemos sentirnos estancados en nuestro Desarrollo Personal.
La emoción inicial que nos inspiraba ha desaparecido. Su lugar ha sido ocupado por la confusión, el abatimiento y el desgano. Nos sentimos abrumados y atrapados, una sensación terrible que genera a su vez angustia, inseguridad, agobio y desesperanza. Nos decimos: «¡necesito fuerzas para seguir adelante!«. ¿Qué hacer en esos casos?
¿Cómo encontrar la fuerza que necesitas para seguir adelante?
- Da un paso atrás
Puede parecer un contrasentido, pero cuando necesitas fuerza para seguir adelante a veces hay que dar un paso atrás. Al asumir una distancia psicológica de la situación podemos aplicar la máxima de Einstein: «Ningún problema se puede resolver desde el mismo nivel de conciencia que lo creó«.
La idea es que generes un nivel de pensamiento diferente que te permita evaluar tu situación actual desde otro punto de vista, a ser posible desapegado, que te ayude a ver las cosas en perspectiva y con más objetividad.
Esta técnica de visualización «hojas del río» te ayudará a comprender la importancia de dar un paso atrás: “Imagina que estás perdido en el bosque. Podrías seguir avanzando buscando la salida. Podrías entrar en pánico y caminar en círculos. Podrías regresar por donde viniste. También podrías simplemente quedarte donde estás con la esperanza de que llegue pronto la ayuda.
Imagina, en cambio, que puedes detenerte, respirar profundamente y alejarte de tu situación. Imagina que puedes volar por encima de todo como si estuvieras en un helicóptero y mirarte a ti mismo entre los árboles. ¿Qué verías al cambiar la perspectiva? Una ruta diferente que antes no podías divisar”.
Otra forma para «alejarte» consiste en analizar la situación en que te encuentras como si fueras un observador neutral. Imagina que eres otra persona. ¿Qué ideas o consejos te darías a ti mismo?
- Sé específico
Es difícil avanzar si no entiendas por qué estás atascado. Si intentas seguir, es probable que des palos de ciego y te hagas daño. La clave radica en ser específico e identificar qué está sucediendo realmente. Debes poner en palabras lo que ocurre, para poder comprenderlo y superarlo. Después de todo, un problema bien definido puede contener su propia solución.
Si quieres encontrar un camino, el primer paso es entender cuál es el problema subyacente, lo que te mantiene atrapado. Cuando se profundiza un poco más en el problema, desafío o bloqueo, las soluciones suelen aparecer.
Por ejemplo, existe una gran diferencia entre el pensamiento: “Me siento estancado” y “Me siento estancado porque me abruman tantos detalles” o “Me siento estancado porque me preocupa lo que los demás pensarán sobre mí”.
Hazte preguntas como: “¿Qué se interpone en el camino?” Cuando encuentres una respuesta, sigue preguntándote: “¿Qué más se interpone en mi camino?” Hasta que llegues al problema real. Ten en cuenta que generalmente las primeras respuestas no son las más profundas, tendrás que excavar para hallar la verdadera causa.
Una buena idea consiste en escribir un diario terapéutico. A veces es más fácil escribir los problemas porque asumes una actitud más distante que te permite expresar lo que te preocupa sin tu autocensura.
- Encuentra tu «por qué»
A veces puedes sentirte estancado porque has perdido de vista el panorama general y, lo que es importante, has olvidado tu “por qué”, la razón por la cual te involucraste en ese viaje y tomaste esas decisiones. En muchas ocasiones los grandes proyectos demandan mucho trabajo duro, y es normal que todas esas tareas y hábitos hagan que pierdas la perspectiva.
En ese caso, es necesario que te recuerdes por qué comenzaste, qué motivos o pasiones te han llevado hasta ese punto. ¿Cuáles eran los objetivos que querías alcanzar en tu vida? ¿Por qué quieres lograr eso que te has propuesto?
Cuando activas tu intención y propósito original, recuperas la motivación intrínseca para seguir adelante. Conectarte a esa razón más profunda te mantendrá en movimiento y te permitirá sortear los obstáculos y afrontar los tiempos difíciles.
Pregúntate: ¿Por qué es esto importante para mí?, ¿Por qué empecé esto? ¿Qué estoy intentando lograr? Leer estas frases para seguir adelante también te ayudará a encontrar la fuerza que necesitas.
- Suelta lo que no funciona
¿Alguna vez has caminado por el barro, se te ha atascado la bota y se te ha salido el pie? Cuando te pasa algo así, generalmente tienes dos opciones: volver a ponerte la bota y seguir avanzando con dificultad, repitiendo la frustración mientras te atascas continuamente, o puedes quitarte la bota y seguir adelante.
Lo mismo ocurre en la vida. Cuando nos atascamos, a menudo preferimos quedarnos con los pies en el barro con tal de no abandonar nuestras botas. Seguimos repitiendo lo que no funciona. La bota representa esas creencias limitantes, viejos hábitos o historias que estamos reviviendo.
Por eso, a veces para seguir adelante debemos practicar el desapego, soltar aquello que se ha convertido en un lastre para poder despegar. A veces tenemos que deshacernos de nuestro equipaje emocional porque algunas de las cosas a las que nos apegamos son precisamente las que nos mantienen atrapados y nos impiden volar.
Debemos recordar que en la vida hay cosas mutuamente excluyentes. Eso significa que no podemos tenerlo todo sino que debemos renunciar a algunas cosas. Pregúntate: ¿Qué te está frenando? ¿Un viejo hábito, una creencia limitante, una emoción o un pensamiento recurrente negativo? ¿Qué necesitas para desapegarte?
- Haz un brainstorming de opciones
A veces puedes sentirte estancado porque no ves ninguna salida a tu situación actual, sientes que no tienes ninguna opción. Te resulta imposible ver la luz al final del túnel. En esos casos, al generar generar ideas y posibilidades, expandes tu mente y abres tu pensamiento para encontrar una nueva solución. Cuando logras ver opciones potenciales dejarás de sentirte atrapado y te sentirás más animado.
Ni siquiera tienes que tomar una decisión, se trata de dejar que la mente creativa se expanda y vea todas las posibilidades que existen. Es posible que te hayas sumergido demasiado buscando lo «correcto» y hayas eliminado todo lo que no te parecía perfecto. Sin embargo, la búsqueda de la perfección puede generar una cantidad enorme de estrés e incluso crea una parálisis por análisis.
La realidad es que no hay un único camino. Hay muchas posibilidades que podrían funcionar para la situación en la que te encuentras, solo tienes que abrir la mente. Por tanto, haz una lista de todas las soluciones posibles, aunque te parezcan poco realistas o incluso tontas.
Si no estás contento con tu relación, ¿qué puedes hacer? Probablemente hay muchas más opciones de las que has considerado. ¿Cuáles son? Cuanto más dejes volar tu imaginación, mejor. Luego, activa la mente racional y analiza con detenimiento todas esas soluciones. ¿Hay ideas que merece la pena explorar?
Entonces y solo entonces puedes identificar el camino a seguir.
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