El trastorno por déficit de atención e hiperactividad (TDAH) es bastante común en los niños. De hecho, las estadísticas apuntan que afecta a un 5% de la población infantil y estas incluyen exclusivamente los casos diagnosticados pues se sabe que en ocasiones los padres no solicitan ayuda especializada y el TDAH no se identifica.
Cinco consejos para que los padres gestionen el TDAH
1. Refuerza las conductas positivas que quieres lograr en el niño. Por ejemplo, si el chico logra mantenerse tranquilo haciendo la tarea, felicítalo por su comportamiento y motívalo para que continúe haciéndolo así. Incluso puedes hacerle un pequeño regalo, como llevarlo a dar un paseo o prepararle un postre que le guste. Si mantiene estos comportamientos durante cierto tiempo, podrás hacerle un regalo mayor.
2. No prestes atención a los comportamientos que deseas erradicar. Siempre y cuando su conducta no sea violenta, simplemente pásala por alto. Se trata de una técnica que se basa en el principio de la extinción según el cual, si un comportamiento no es recompensado con la atención, termina desapareciendo. Eso sí, esta técnica suele ser más eficaz en los niños pequeños.
3. Explícale las razones por las cuáles su conducta no es adecuada. Cuando hace algo incorrecto, como desobedecer las reglas, debes hacerle ver que lo ha hecho mal. Una buena técnica consiste en retirarle los privilegios o algo que le guste durante cierto tiempo. Es importante que te cerciores de que el castigo no sea desproporcionado.
4. Enséñale a controlar sus emociones y su impulsividad. Como se le enseña al niño a leer y escribir, también se le puede enseñar a regular sus impulsos. En este caso, la técnica de la tortuga es muy eficaz. Consiste en decirle al niño que cuando se sienta molesto o irritado, cierre los ojos e imagine que es una tortuga, para ello deberá encoger los hombros y apretar los brazos como si se metiese dentro del caparazón. Una vez dentro, deberá pensar que todo está tranquilo. Tendrá que permanecer así durante unos minutos y luego relajar los músculos. Obviamente, antes de lograr los resultados deseados, tendrás que mostrarle cómo se hace y practicar un poco.
5. Autoanalízate pues en ocasiones la actitud de los niños es un reflejo de lo que perciben en sus padres. Si el pequeño percibe ansiedad, miedo o te nota irritado/a es muy probable que asuma una actitud similar a la tuya. Esto no quiere decir en ningún momento que sea la causa del trastorno, pero puede hacer que sus síntomas sean más acuciados.
¿Qué debes hacer si tienes un niño con TDAH?
Además de los consejos anteriores, si tienes un niño del que sospechas que pueda padecer TDAH, lo primero que debes hacer es acudir a un especialista ya que este será quien evalúe objetivamente si se trata de un TDAH o no. EN el caso de que sea un diagnóstico positivo, el especialista será quien determine las pautas de su manejo y tratamiento.
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Fuentes:
Moreno García, I. (2002) Hiperactividad. Prevención, evaluación y tratamiento en la infancia. Madrid: Pirámide.
Miranda Casas, A. (2001) Trastornos por Déficit de Atención con Hiperactividad. Málaga: Aljibe.
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