
Según un curioso estudio que se publicó recientemente en la prestigiosa British Journal of Psychiatry, solo el 23% de las personas no tiene un trastorno de personalidad :-O
A estas conclusiones llegaron los investigadores de la Universidad de Nottingham y el Queen Mary College después de haber entrevistado a un total de 8.391 personas.
Estos científicos afirman que no menos del 48% de la población tiene dificultades personológicas, el 21% presenta un verdadero trastorno de personalidad y el 7% presenta un trastorno de personalidad complejo y severo.
Según estos datos, el trastorno de personalidad sería un estado “normal” ya que atañe a la mayoría; mientras que estar exentos de esta patología sería algo así como un estado “anormal”. Por supuesto, coincidir con estos datos estadísticos me resulta un tanto difícil por lo que me propuse echarle un vistazo a la metodología de la investigación planteada en el estudio.
Resulta ser que esta investigación, de carácter eminentemente epidemiológico, se realizó a través de llamadas telefónicas al azar a personas que viviesen en el Reino Unido, a las cuales se les pidió que respondiesen a las 116 preguntas de una entrevista clínica estructurada diseñada para detectar los trastornos de personalidad. Realmente me asombra que hayan hallado a tantas personas dispuestas a someterse a semejante martirio telefónico.
Lo cierto es que en los últimos tiempos un fuerte aire estadístico está soplando entre los profesionales “psi”, más preocupados por brindarle un fuerte basamento numérico y correlacional a sus estudios que por la calidad de la teoría psicológica de base. Así, aparecen estudios como el realizado por investigadores de la Carlson School de la Universidad de Minnesota donde se afirma que las compras y la ovulación están relacionadas o la investigación desarrollada en la Universidad de Cardiff donde se concluyó que masticar chicle tiene efectos antiestresantes.
Vale, lo reconozco, probablemente estas relaciones verdaderamente existen y es por ello que las he recogido en el blog, pero para comprender el por qué de los comportamientos de las personas, realmente prefiero aferrarme a factores que tengan una mayor incidencia en su psiquis como pueden ser las crisis existenciales, las experiencias de vida o la calidad de sus relaciones interpersonales.
Así, considero que muchos de estos estudios pierden de perspectiva un aspecto esencial: la persona y la comprensión de sus vivencias; un factor que no puede evaluarse a través de un test o una simple llamada telefónica.
De esta forma, dejo a los profesionales “psi” que me leen con una reflexión que hace varios años me hizo llegar una profesora de la facultad: “¿por qué nos empeñamos en hacer una ciencia exacta de algo cuya riqueza proviene de su subjetividad?”
Fuente:
Yang, M. et. Al. (2010) Personality pathology recorded by severity: national survey. The British Journal of Psychiatry;197: 193-199.
Lizardo Cruzado dice
“¿Por qué nos empeñamos en hacer una ciencia exacta de algo cuya riqueza proviene de su subjetividad?”
Impecable. Gracias por compartirlo. Felicitaciones siempre por el blog.
Anónimo dice
Necesaria reflexión para todo psicólogo. La paradoja de este fenómeno es que ante tal afán de cuantificación y objetividad, la exclusividad otorgada al criterio estadístico como cribador de lo normal vs patológico, nos aboca a cierto reduccionismo que no hace más que caricaturizar la esencia, complejidad, riqueza y subjetividad del ser humano.
Srta. No lo sé dice
Me ha hecho gracia tu refelexión porque es la misma que nos hace un buen profesor mío de psicología general. Y sí, la verdad es que hoy en día los psicólogos están demasiado preocupados en parecer objetivos y esforzarse para que la psicología sea una ciencia como la química o la biología, reduciendo así el comportamiento humano a reacciones químicas y procesos puramente biológicos, cuando eso no es más que una visión reduccionista, las personas somos mucho más que un montón de células, somos demasiado complejos, a mi parecer, para minorarnos de tal modo. Quieren ser tan "científicos" que, según creo yo, han llegado a "deshumanizar" la psicología, olvidando lo que para mí es lo importante: intentar comprender el comportamiento humano y la persona en sí: su historia, su cultura…
En fin esta es sólo la humilde opinión de una estudiante de 1º de psicología, así que no me hagas mucho caso xD
Dicho esto, te deseo toda la suerte del mundo y que continúes escribiendo entradas así de buenas en tu blog 😉
Saludos!
Jennifer Delgado Suarez dice
Lizardo,
Gracias por pasarte, siempre es un placer tenerte entre los lectores del blog.
Esta frase la escuché hace ya algunos años pero se ha quedado grabada en mi mente, quizás porque es una realidad con la cual los investigadores en el campo de la Psicología deben enfrentarse cotidianamente.
Si bien considero que a estas alturas la Psicología debía haberse deslingado de la eterna (y demasiado aburrida) dicotomía mente vs cuerpo, subjetividad vs objetividad.
Un abrazo
Jennifer Delgado Suarez dice
Srta No lo se, creo que la mayoría de los psicólogos que nos hemos dedicado a la docencia y a la investigación no hemos podido eludir la cuestión de la objetividad y la cientificidad de la Psicología. Casi parece un fantasma que nos persigue extemporáneamente.
Como bien dices, este afán de cientificidad (que yo preferiría llamarlo objetividad) nos ha conducido a perder de vista la esencia humana, compleja, única e irrepetible.
Creo que el principal problema para saltar este muro de una vez es llegar a una metodología coherente donde lo cualitativo y lo cuantitativo se mezclen en la medida exacta (aquella que sea idónea para el objeto de estudio en cuestión).
Desgraciadamente la metodología cualitativa (al menos desde mi perspectiva) sembró más expectativas que problemas ha resuelto, quedando como un vano intento de retomar la riqueza de lo subjetivo. Y esto porque muchos psicólogos la han aplicado allí donde no era pertinente.
Para mi todos los extremos son negativos, por eso considero que cada objetivo de investigación debe poseer su propia metodología.
En el campo de la práctica clínica, las medidas son solo un número indicativo, nada más. En este caso todo intento de cuantificar para mi es simplemente un medidor de cuanto no entendemos al paciente.
Recibe un saludo y buena suerte con los estudios.