Los envidiosos son insatisfechos crónicos
Las 3 condiciones de la envidia
La envidia activa los centros cerebrales del dolor y mata la empatía
Lo curioso es que el dolor que genera la envidia no está causado por desear lo que otros tienen, sino por el sentimiento de inferioridad y frustración que experimentamos. Por eso, es importante estar atentos y no caer en ese círculo vicioso ya que la envidia puede salirnos muy cara, haciéndonos pagar un elevado precio a nivel emocional y social.
De hecho, un estudio realizado a mayor escala, con 650 personas, en la Universidad de Shenzhen no solo confirmó que cuando una persona siente envidia las desgracias ajenas generan la sensación de placer sino que además, les impide ponerse en el lugar de quien sufre. En práctica, la envidia desactiva los circuitos neurales que nos permiten ser empáticos, lo cual, obviamente, es muy peligroso ya que nos puede llevar a tomar decisiones de las cuales podemos arrepentirnos.
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