«Al que madruga Dios le ayuda«, reza un proverbio de mi ciudad que supongo tendrá su equivalente en varios idiomas pues la sabiduría popular siempre se las ha arreglado para extenderse más allá del tiempo y las fronteras. Ahora investigadores de la Universidad de Leipzig vienen a confirmarnos esta antigua idea.
A partir de una encuesta realizada a 367 estudiantes se encontró una relación entre la matutinidad (un índice que incluye cuán fácilmente se despiertan y levantan las personas y cuán alertas se sienten) y la proactividad (entendida como: cuanto control sienten que tienen sobre su cotidianidad y cuanto hacen para lograr sus metas). Vale aclarar que la correlación hallada fue relativamente débil pero estadísticamente significativa. De la misma manera, se halló que las personas que solían despertarse tarde y remolonear en la cama eran menos proactivas.
Para los investigadores no caben dudas sobre la correlación pero aún tendremos que esperar por una teoría suficientemente sólida que la explique. ¿Despertar temprano nos hace más proactivos porque nos llena de energía o las personas naturalmente proactivas tienden a despertarse temprano? Considero que ésta sería una pregunta vital a responderse pero ya sabemos que los estudios correlacionales donde prima la estadística, usualmente adolecen de una base teórica suficientemente sólida que respalde sus resultados.
No obstante, éste no es el primer estudio que se realiza en el intento de hallar correlaciones entre los hábitos de despertar y la forma de enfrentar las actividades cotidianas. Investigaciones anteriores sugieren que las personas que se levantan cuando llega el mediodía tienden a ser extrovertidas, pesimistas y creativas; mientras que aquellos que se levantan bien temprano en la mañana tienden a ser más rígidos y presentan una tendencia a acatar las normas sociales. Incluso, algunos estudios realizados con gemelos han ido más allá para afirmar que el levantarse más temprano o más tarde depende de variaciones genéticas.
Particularmente, me surgen algunas preguntas: ¿Quién no se ha sentido invadido por una extraña vitalidad cuando se ha levantado temprano? pero a la vez, ¿quién no ha sido particularmente ineficiente porque se ha levantado demasiado temprano? o quizás ¿quién no ha creado algo genial en la quietud de la madrugada? En fin, como en otras ocasiones, considero que estos resultados podrían aplicarse a una media general de personas pero también podrían ser una pésima opción para otras. Cada persona debe conocerse profundamente para determinar por sí misma cuáles son las horas del día en las que es particularmente productivo. Las tendencias en muchas ocasiones solo sirven para decirnos que estamos fuera de la norma… o viceversa.
Fuente:
Randler, C. (2009) Proactive People Are Morning People. Journal of Applied Social Psychology; 39 (12): 2787-2797.
EL GUILLE dice
Pues bien, aunque poco fiable y convincente, las afirmaciones si resultan muy interesantes. es difícil llegar a conclusiones sin tener en cuenta por ejemplo las presunciones subyacentes mencionadas en el experimento de Milgram, en mi caso sucede que soy muy productivo tarde en la noche y la madrugada, lo que de alguna forma me sitúa en una posición no favorable para la producción intelectual temprano en la mañana, lo cual, resulta poco real cuando por apuros y exigencias de nuestros jefes, tenemos que producir a la hora que se requiera; desde luego todo resulta perfecto, como a la madrugada.
Jennifer Delgado Suarez dice
Guille, cuando la psicologia se mueve al mundo de las estadisticas y lo considerado "normal", algunos resultados pueden parecernos poco fiables y convincentes, sobre todo si nosotros mismos somos la excepcion de la regla.
Mi caso es muy similar al tuyo, soy mas productiva durante las madrugadas pero creo que eso no quita que la mayoria de las personas sean mas productivas durante las mañanas.
Hablar de la norma, por principio, excluye a otros. Es el precio a pagar por cuantificar la variedad humana.
Un saludo y gracias por compartirnos tus ideas.