¿Por qué en muchas ocasiones resulta tan difícil optar por lo más saludable? ¿Comprendíamos cuando éramos pequeños la importancia de cepillarnos los dientes? ¿Somos totalmente conscientes de la importancia de usar el cinturón de seguridad en el coche?
Un nuevo estudio de la Universidad de Tel Aviv ofrece una sencilla fórmula que tendrá amplias repercusiones en la publicidad dirigida a fomentar los hábitos de vida saludables.
Según este estudio brindar alicientes, que pueden ser pequeños o triviales, no importa; aumenta la motivación de las personas a usar productos que propiciarán beneficios a largo plazo. Así, podríamos solucionar algunos problemas como el de los pequeños que no desean usar el dentífrico o los mayores que no utilizan la crema de protección solar.
El problema radica en que existen muchos productos salutogénicos cuyos beneficios no se pueden percibir a corto plazo por lo cual las personas no suelen prestarles mucha atención o simplemente los evitan.
Estos investigadores reclutaron a 300 personas e intentaron que utilizaran productos salutogénicos o “virtuosos” como parte de sus hábitos cotidianos. Se establecieron dos grupos: al grupo control les propiciaron muestras de hilos dentales y crema de protección facial. Al segundo grupo se le facilitaron los mismos productos solo que estos tenían algunas peculiaridades: el hilo dental era mentolado mientras que la crema provocaba una sensación hidratante.
Durante tres semanas los investigadores evaluaron cómo eran utilizados los productos por las personas de ambos grupos. Como podrán imaginar el uso de los productos que poseían efectos extras aumentó en un 30%.
Así, los científicos proponen que los mensajes publicitarios de los productos salutogénicos no solo se centren en sus beneficios a largo plazo para la salud, que pueden dejar indiferentes a más de uno, sino que además refieran otras propiedades atrayentes para el consumidor a corto plazo.
Hay que reconocer que el estudio no es del todo novedoso pero debemos valorar su impacto como una investigación en el ámbito del marketing que no se centra en cómo vender a como de lugar un producto en ocasiones totalmente inútil sino en cómo hacer que las personas adquieran un producto que les resultará beneficioso a largo plazo. Así, “no todo está perdido” en el área del marketing, una esperanza siempre queda.
Tomado de: American Friends of Tel Aviv University (2009, Diciembre). Researchers find formula for selling ‘but-it’s-good-for-you’ products. ScienceDaily.
Deja una respuesta