Uno de los objetivos esenciales de unos cuantos gobiernos y sistemas judiciales y, por añadidura de otros tantos psicólogos, es poder determinar cada vez con más precisión cuando una persona miente. Por eso a lo largo del tiempo se han desarrollado las más curiosas y estrafalarias invenciones, numerosos artefactos a los cuales puede brindárseles el nombre genérico de: detectores de mentiras.
Pero lo cierto es que todos nos hemos percatado que estas máquinas no funcionan muy bien, por lo cual actualmente existen nuevas tendencias: los test de la verdad.
Estos test normalmente se basan en la individuación de pequeñas señales no verbales, uno de los más reciente se sustenta en poder captar las microexpresiones (esas pequeñas expresiones que duran pocos de segundos y delatan nuestro verdadero estado emocional y, por ende, ponen al descubierto nuestras mentiras).
No obstante, hoy nos adentraremos en un principio totalmente diverso que se utiliza para descubrir falsedades.
Las actitudes implícitas pueden decir mucho acerca de las personas, por ejemplo, si una persona es rápida en el conducir, con un alto grado de acierto podemos aseverar que lo ha hecho por un largo periodo de tiempo. Tomando el tiempo de reacción como punto de partida ha nacido el aIAT (Test de Actitudes Implícitas) .
El tiempo de reacción es una idea bastante utilizada en la psicología, sobre todo porque permite, con cierto grado de objetividad, obtener correlaciones medibles.
Pero… ¿cómo funciona este test?
Imaginemos que deseamos saber si alguien nos ha mentido acerca de algún asunto como un robo. Basta con poner a la persona en entredicho frente al ordenador y se le dice que verá aparecer ciertas oraciones que se refieren a sus características personales. Su objetivo es oprimir la opción que lo describa mejor en el menor tiempo posible.
En las primeras frases se presentan estímulos neutros del tipo: soy hombre, soy mujer… en el medio de todos estos estímulos se introducen oraciones que hagan referencia al hecho que se desea conocer como: «He robado…»
Supuestamente estas personas reaccionan de manera más lenta ante esta pregunta porque deben reflexionar sobre las consecuencias de su respuesta. Los inocentes podrán responder inmediatamente ya que no poseen ninguna opción alternativa ante la cual divagar.
Obviamente, las preguntas del test están pensadas para promover el sentido de culpa y la reflexión que demoran el tiempo de respuesta.
Al final el software elabora la media del tiempo de reacción y calcula la varianza (cuánto varía cada respuesta individual de la media). Si ésta última resulta estadísticamente significativa entonces existen grandes posibilidades de que la persona haya mentido.
Pero… ¿este test funciona verdaderamente?
Precisamente ésta fue la pregunta que se planteó el equipo de Verschuere.
La muestra del experimento estuvo compuesta por 80 estudiantes universitarios que se subdividieron en dos grupos. Al primer grupo se les pidió que robasen el examen de fin de año. El segundo grupo fue informado de este robo mediante el diario interno de la facultad.
Cuando los estudiantes pasaron por vez primera el test parecía que éste era 100% efectivo pero posteriormente los investigadores adiestraron a algunos estudiantes del segundo grupo para que fuesen más lentos en sus respuestas a los estímulos neutros. Esto, por supuesto, ha confundido totalmente los resultados del ordenador permitiéndole a los culpables escapar libremente.
Concluyendo, este test es eficaz, pero como cualquier otra prueba de la verdad es falseable. Aún no existe un método 100% eficaz para determinar si una persona miente.
No obstante, la prueba en sí es curiosa, acá les dejo el link al Test de Asociación Implícita donde tienen la posibilidad de tomar un test de edad, peso, comunidades, países, tono de piel, diversiva sexual y raza o todos, siempre que los acompañe la paciencia. Es una experiencia interesante, sin lugar a dudas. Si deciden vivirla no olviden regresar y comentar sus experiencias.
Fuente:
Verschuere, B.; Prati, V. & De Houwer, J. Cheating (2009) The Lie Detector. Faking in the Autobiographical Implicit Association Test. Psychological Science; 20(4): 410-413.
Anónimo dice
Hola Jennifer, queria comentarte sobre el "Test de Asociación Implícita", no me gusto y tampoco le veo lo interesante, es simplemente un juego en el que por logica terminas errando, ademas dar info personal a quien sabe quien, no se me hace. Gracias
Jennifer Delgado Suarez dice
Anónimo,
Gracias por regresar y dejarnos tus impresiones.
No creo que en el Test de Asociación Implícita se pueda hablar de "errores" en el sentido más estrecho del término ya que esencialmente no hay respuestas malas o buenas sino tu percepción y creencias al respecto. No es un test de inteligencia.
Lo veo interesante desde la perspectiva de que presupone una renovación en las antiguas formas de detectar las mentiras. Aunque, como bien especifico al final del artículo, no es algo 100% seguro o confiable.
Comparto contigo la idea de que dejar los datos al inicio es un poco pesado pero supongo que piden las informaciones porque los datos del test se utilizarán en investigaciones. Creo que incluso lo especifican en su página web.