Últimamente ha surgido en la red una tendencia que se ha extrapolado a la vida real: la popularidad se evalúa según la cantidad de amigos de Facebook. Pero… ¿podemos realmente manejar todos estos contactos?
Investigaciones desarrolladas por el profesor de Antropología Evolucionaria Robin Dunbar nos alerta que aunque tengamos 10 mil amigos en Facebook nuestro cerebro es capaz de manejar hasta 150 amistades. Verdaderamente esta idea se sustenta en la teoría conocida como “el número de Dunbar” la cual afirma que, independientemente de lo sociables o extravertidos que podamos ser, el tamaño de nuestra neocorteza (específicamente aquella relacionada con el lenguaje y la conciencia) nos limita la cantidad de amistades que somos capaces de manejar.
Esta hipótesis llevó a Dunbar a analizar las relaciones interpersonales en las diferentes sociedades y épocas hallando que las personas suelen organizarse en grupos no mayores de 150 porque por encima de esta cifra se deteriora la cohesión social.
Por supuesto, para analizar si en la actualidad este número se mantiene inamovible Dunbar ha implementado numerosos estudios, uno de ellos fue conducido en el año 2002 y consistió en analizar las redes sociales a partir del envío de tarjetas de felicitación por la Navidad. ¿Por qué fue escogido este periodo? Simplemente porque la Navidad es el momento del año en el cual intentamos contactar con las personas verdaderamente significativas que forman parte de nuestra red social, independientemente de dónde se hallen éstas.
Así, apenas terminaron de enviar sus tarjetas de felicitación, 43 personas rellenaron un cuestionario. De esta manera se intentaba minimizar la posible interferencia de los errores de memoria. En este cuestionario se indagaba sobre el número de personas con las cuales se convivía en la casa, el número de personas a las cuales se les enviaba regularmente la tarjeta de navidad y el número a la cual no se le había enviado la felicitación ese año porque esperaban encontrarse para esas fechas.
¿Resultados? En estos 43 cuestionarios salieron a relucir un total de 2 984 personas más, cada persona enviaba como media 68 tarjetas; no obstante, si se tiene en cuenta que muchas de estas felicitaciones eran enviadas a parejas o familias el número medio de personas a las cuales se felicitaba era de 153. Al analizar con cuántas de estas personas se mantenía un contacto relativamente activo, se observó que independientemente de la edad de las personas, la media era de 124 (con una varianza de 68).
Por supuesto, a esta teoría ya le han salido numerosos detractores, muchos afirman que tiene un marcado carácter biologicista ya que en sus inicios se sustentó en análisis antropológicos mientras que otros la refutan debido a su impronta generalizadora. Lo cierto es que nuestros recursos cognitivos tienen límites bastante precisos (baste recordar el artículo sobre el influjo del número siete en nuestra memoria) y nuestra capacidad atencional tampoco está exenta de estas limitaciones. Esto no implica que muchas personas no sean capaces de ir más allá de las determinaciones biológicas (véase el caso de una memoria eidética prodigiosa) pero debemos reconocer que por regla general, nos guste o no, la mayoría de nosotros compartimos ciertas «limitaciones». El hecho de que estas limitaciones se encuentren en el número 150 no creo que sea una cuestión fundamental sino simplemente un detalle curioso que nos brinda la estadística aplicada a las ciencias sociales.
Fuentes:
Hill, R. A. & Dunbar, R. I. (2003) Social Network size in humans. Human Nature; 14(1): 53-72.
Dunbar, R. I. et. Al. (2002) Human Evolutionary Psychology. London: Palgrave.
Deja una respuesta