Pensamientos negativos: ¿Cómo eliminarlos?

¿Quieres cambiar algo en tu vida? ¿Quizás pretendes romper con tu pareja, encontrar un nuevo puesto de trabajo o emprender el viaje de tus sueños? No importa cuál sea tu meta más cercana, todo cambio comienza en tu mente, transformando tus pensamientos.

¿Por qué? Simplemente porque nuestros pensamientos negativos son la principal barrera que debemos derribar. Mientras estemos llenos de creencias limitantes no podremos conseguir nuestros sueños y no tendremos la motivación suficiente como para lanzarnos a la acción. Si vas por la vida creyendo que no eres valioso y que no tienes las capacidades necesarias, no te atreverás a dar los pasos para alcanzar tus objetivos.

Por supuesto, eso no implica que con el pensamiento positivo podrás lograr todo lo que te propongas pero, sin duda alguna, dejar atrás el victimismo y el derrotismo, te ayudará a avanzar más ligero de equipaje.

¿Por qué nos enfocamos tanto en lo negativo?

Se trata de un proceso que transcurre de manera automática y que tiene diferentes explicaciones. Según la teoría de la evolución, si miramos hacia atrás, nos daremos cuenta de que se trata de un mecanismo de supervivencia ya que en el mundo peligroso en el que vivían nuestros ancestros, nos resultaba más importante recordar los eventos negativos que los positivos.

Un recuerdo nítido de una situación peligrosa podía salvarnos la vida ya que nos permitiría detectar las señales de amenaza a tiempo y evitarlas. Por tanto, memorizar los eventos negativos también es un mecanismo de defensa.

Sin embargo, todo no se resume a un rezago de nuestros ancestros. También se ha apreciado que la expectación que generan los eventos negativos suele ser mayor que la que despiertan los positivos. De hecho, normalmente solemos maximizar las consecuencias de un suceso negativo y minimizamos la alegría que generan los hechos positivos. Ese nivel tan elevado de estrés también podría hacer que los recuerdos negativos se fijen con mayor intensidad en nuestra memoria.

Por otra parte, tampoco podemos obviar el condicionamiento social. En nuestra cultura se conciben los errores como algo negativo, algo que debemos evitar. Por eso a menudo la educación se centra en castigar y no en premiar. Cuando crecemos con esta impronta desde pequeños, es normal que nos centremos en evitar los errores y, por consiguiente, que nos focalicemos más en los obstáculos que debemos sortear.

Eliminar los pensamientos negativos con 3 preguntas

La mente a menudo divaga sin rumbo fijo. De hecho, es una de sus actividades preferidas. En muchas ocasiones, a lo largo de ese monólogo, nos descubrimos diciéndonos cosas que nos estresan o nos denigran. Son pensamientos negativos y limitantes que debemos evitar. ¿Cómo lograrlo si tenemos la tendencia a centrarnos en los aspectos negativos de las situaciones? 

Considera que la mayoría de los pensamientos negativos son ideas irracionales por lo que la mejor arma que tenemos a nuestra disposición es el pensamiento crítico.

1. ¿De dónde surgió? No dejes que tu mente divague, cuando algún pensamiento negativo se vuelva recurrente y te cause desazón o te impida avanzar, tómalo y secciónalo como si fueses un cirujano. Pregúntate de dónde surgió esa idea. ¿Se sustenta en algún miedo o temor? ¿Crees que es pertinente a la etapa de la vida que estás atravesando en ese momento o es un rezago del pasado? ¿Es un pensamiento tuyo o alguien te lo ha inoculado? Si descubres el origen del pensamiento, le estarás restando poder sobre tu estado de ánimo. 

2. ¿Cuáles son las probabilidades de que ocurra? A veces los pensamientos negativos son simples exageraciones, posibilidades muy remotas de que ocurra un hecho que nos desagrada. Pregúntate cuáles son las posibilidades reales de que algo así suceda y cómo te sentirías en ese hipotético caso. Te darás cuenta de que te estás alarmando sin motivos. Si te sirve de ayuda y te hace sentir más tranquilo, incluso puedes elaborar un plan B que te permita enfrentar el problema en caso de que ocurriese. 

3. ¿Qué provecho puede ofrecer? Cuando un pensamiento negativo ronde tu mente, pregúntate qué otras maneras de verlo existen. Siempre hay otros prismas, aristas más positivas, solo tienes que encontrarlas. Por ejemplo, si estás pensando que tendrás que pasar una jornada infernal en una reunión muy aburrida y eso te hace sentir mal, piensa que después del trabajo podrás darte un pequeño capricho. Eso te hará sentir mucho mejor. Se trata de que le encuentres a cada pensamiento negativo una contraparte positiva.

La actitud cuenta mucho

Por último, recuerda que los pensamientos negativos no son tus enemigos. Son expresión de alguna inseguridad, temor, riesgo o barrera y como tal deberás afrontarlos. Si intentas huir de los pensamientos negativos solo poniendo otras ideas positivas en su lugar, es como si le pusieses un pequeño vendaje a una herida que necesita puntos. La idea no es negar u ocultar los pensamientos negativos sino comprenderlos e impedir que afecten tu estado de ánimo. Para lograrlo necesitarás dejarlos fluir mientras los analizas, como si fueses un científico que está mirando a través de un telescopio, con curiosidad pero sin tensión.