Para la mayoría de las personas, los perros son un miembro más de la familia. Aunque no hablemos el mismo idioma, la convivencia nos permite superar esa distancia y facilita la comunicación con nuestros amigos peludos. No hace falta que hablen para entender lo que quieren o cómo se sienten y, al parecer, también los perros pueden comprendernos bastante bien sin necesidad de que medien palabras.
La profunda conexión entre los perros y su familia humana
Investigadores de la Universidad de Queens en Belfast han descubierto que, efectivamente, los perros pueden detectar el estrés en los humanos. De hecho, el estrés no es una respuesta meramente emocional, sino que también desencadena múltiples cambios a nivel fisiológico.
Puede aumentar la frecuencia cardíaca y la presión arterial, causar mareos y generar dificultad para respirar debido a la liberación de hormonas como la epinefrina y el cortisol en el torrente sanguíneo. Esos cambios también hacen que produzcamos diferentes tipos de compuestos orgánicos volátiles a través del aliento y la piel, generando lo que se ha denominado el “olor de la ansiedad”.
Por tanto, si cuando estamos estresados o ansiosos emitimos un olor característico, no sería descabellado pensar que los perros pueden olerlo. De hecho, los propietarios de perros adiestrados para dar la alarma médica han informado que el estrés es la condición que más suele poner en alerta a sus mascotas.
También se conoce que los perros son capaces de percibir los sentimientos y las emociones humanas a través del sonido y la vista. Investigadores del Instituto Karolinska incluso comprobaron que sufren un contagio emocional, reflejando el estado de ánimo de sus dueños, y que sus niveles de cortisol en sangre pueden llegar a ser similares a los de los propietarios.
No se trata de hallazgos extraordinarios si se tiene en cuenta que la relación de apego entre un perro y su propietario se parece funcionalmente a la que se despliega entre padres e hijos, presentando similitudes de índole conductual y neuroendocrina.
Los perros detectan el estrés a través del olfato
Dado que el sentido del olfato es esencial para los perros y les ayuda a comprender el entorno que los rodea, los investigadores se preguntaron si serían capaces de detectar y responder a los cambios en la fisiología humana asociados a un estado psicológico, como el estrés, simplemente identificando los cambios en el olor corporal humano.
Este estudio se preguntó si los perros podrían discriminar entre diferentes niveles de esos compuestos orgánicos volátiles. Por tanto, los investigadores tomaron muestras de aliento y sudor de 30 participantes, tanto de los propietarios de los perros que participaban en la investigación como desconocidos, mientras tenían un estado de ánimo neutral o se sentían estresados debido a una amenaza psicológica inducida experimentalmente.
Cada perro participó en 20 pruebas de discriminación, en las que realizaron elecciones congruentes y precisas de manera sistemática. Exactamente, detectaron en el 94,44% de las veces la muestra de estrés, casi siempre a la primera exposición.
Cabe aclarar que los perros tienen 220 millones de receptores olfativos, en comparación con los 50 millones de los humanos, de manera que son particularmente eficaces diferenciando e identificando olores que para nosotros pasan desapercibidos. Por tanto, no es extraño que sean capaces de identificar los compuestos orgánicos volátiles que liberamos cuando estamos estresados y respondan en consecuencia. Así que ahora ya lo sabes, cuando te estresas, tu mascota lo nota y es probable que también ella se estrese.
Fuentes:
Wilson, C. et. Al. (2022) Dogs can discriminate between human baseline and psychological stress condition odours. PlosOne; 10.1371.
Petersson, M. et. Al. (2017) Oxytocin and Cortisol Levels in Dog Owners and Their Dogs Are Associated with Behavioral Patterns: An Exploratory Study. Frontiers in Psychology; 10.3389.
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