Hay personas que se distraen con el vuelo de una mosca, el menor estímulo las desconcentra. Sin embargo, la habilidad para seleccionar la información relevante y descartar los datos intrascendentes es esencial para la sobrevivencia y la vida cotidiana, sobre todo en un entorno como el actual en el que estamos constantemente bombardeados de estímulos.
No obstante, la atención es un proceso complejo que funciona a través de dos mecanismos complementarios: existe un mecanismo que podemos activar conscientemente para concentrarnos en una actividad y existe otro mecanismo automático, que se activa cuando un estímulo del medio capta nuestra atención y, como resultado, nos aparta de lo que estábamos haciendo.
Si el mecanismo consciente no es lo suficientemente sólido, nuestra atención se verá captada continuamente por los sonidos, movimientos y demás estímulos del entorno, lo cual significa que no podremos alcanzar un buen nivel de concentración o que no podremos mantenerlo durante el tiempo necesario. Por eso, no es extraño que neurocientíficos del University College London hayan descubierto que las personas distraídas tienen un mayor volumen de materia gris en el lóbulo parietal superior.
Cuanto más te distraigas, más sustancia gris tendrás
Estos investigadores estudiaron el cerebro de 145 personas, quienes también fueron sometidas a diferentes pruebas en las que se evaluaba su nivel de atención consciente y su tendencia a la distracción en la vida cotidiana, como olvidar dónde habían aparcado el coche, tener lapsus mentales o no recordar qué tenían que comprar en el supermercado.
Los resultados desvelaron que existen diferencias a nivel cerebral en algunas de las estructuras relacionadas con la capacidad para mantener la atención. De hecho, se apreció que a mayor volumen de sustancia gris en el lóbulo parietal superior del hemisferio izquierdo, mayor es la tendencia a la distracción. Esta zona del cerebro está vinculada con el control de la atención y con la supresión de los estímulos irrelevantes provenientes del medio.
La distracción podría deberse a una poda sináptica incompleta
La sustancia gris está compuesta por células gliales, somas neuronales y dendritas sin mielina. El hecho de que las células que componen la materia gris no tengan mielina significa que no pueden transmitir con gran rapidez los impulsos nerviosos. Por eso, su principal función no es hacernos reaccionar cuando nos pinchamos un dedo, por ejemplo, sino que están involucradas en el razonamiento, un proceso mucho más lento.
Esa es la razón por la cual, históricamente, se ha vinculado el volumen de materia gris con la inteligencia. También por eso se ha pensado que a un mayor volumen de sustancia gris le corresponde un mejor rendimiento cognitivo.
Sin embargo, estos neurocientíficos tienen una teoría diferente, basada en una perspectiva evolutiva. Su hipótesis se enfoca en la poda sináptica que ocurre durante la niñez y adolescencia, también denominada “poda regulatoria”, la cual sirve para mejorar la eficiencia en el procesamiento de la información. Como resultado de esa poda se produce una reducción de la densidad de la sustancia gris, sobre todo en áreas de la corteza cerebral.
De hecho, la poda sináptica es un proceso tan importante como la creación de nuevas conexiones entre las neuronas ya que de esta manera se eliminan en el cerebro las conexiones sinápticas débiles o aberrantes que se crearon durante los primeros meses de vida. Así se descartan las conexiones que no nos son útiles y se ajustan las que sí necesitamos, con el objetivo de crear un sistema cognitivo más refinado.
Por supuesto, a lo largo de la vida, en el cerebro maduro, también se producen podas sinápticas, conocidas como “poda de ramificaciones de axón terminal”. En este caso, se eliminan las ramificaciones de los axones que prácticamente no se usan. Esa es la razón por la cual es importante entrenar nuestras funciones cognitivas, como la memoria, la agilidad mental o la atención, ya que si no las usamos, terminaremos perdiéndolas.
Por consiguiente, si se considera esa poda sináptica como un proceso de maduración, es comprensible que un volumen más pequeño de sustancia gris en el lóbulo parietal superior del hemisferio izquierdo potencie un mayor control atencional y una distractibilidad menor.
En otras palabras, el cerebro de las personas que se distraen con facilidad no ha sufrido una poda sináptica tan grande, razón por la cual aún conservan más materia gris y pueden distraerse con el vuelo de una mosca
Fuente:
Kanai, R. et. Al. (2011) Distractibility in Daily Life Is Reflected in the Structure and Function of Human Parietal Cortex. Journal of Neuroscience; 31 (18): 6620-6626.
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