George R.R. Martin afirmó: “un lector vive mil vidas antes de morir, el que nunca lee solo vive una”. Sin embargo, hablaba de vivir en sentido metafórico. Ahora investigadores de la Universidad de Yale concretizan un poco más: las personas que leen mucho, no solo pueden vivir más aventuras a través de las páginas de los libros sino que también son más longevas.
Un capítulo al día, añade meses a tu vida
La investigación incluyó los datos de 3.635 personas, que formaban parte de un estudio de salud mucho más grande. Los participantes respondieron a un cuestionario en el que se indagaba, entre otras cosas, sobre sus hábitos de lectura.
Luego se establecieron tres grupos: aquellos que no leían libros, los que le dedicaban a la lectura de los libros tres horas y media a la semana, como promedio, y las personas que leían mucho más.
Los investigadores encontraron un resultado inesperado: los grandes lectores solían vivir más, en comparación con quienes no leían libros. De hecho, estas personas vivían una media de dos años más.
Quienes leían una media de 3,5 horas semanales tuvieron un 17% menos de probabilidades de morir durante las más de dos décadas a lo largo de las cuales se extendió el estudio. Las personas que más tiempo pasaban leyendo fueron un 23% menos propensos a morir en ese periodo.
Lo curioso fue que estos resultados no dependían directamente de factores como el estado de salud, el empleo, el género o el estado civil. Además, los investigadores descubrieron que leer periódicos o revistas no tenía un efecto tan beneficioso en la longevidad, eran los libros (las novelas, la poesía y la no-ficción), los verdaderos artífices del milagro.
¿Por qué las personas que leen mucho viven más?
Leer es una actividad sedentaria que, sin duda, no activa el metabolismo y no es la mejor alternativa para mantenerse en forma. Sin embargo, nos reporta enormes beneficios desde el punto de vista psicológico e incluso impacta positivamente en el funcionamiento cerebral, activando algunas áreas y mejorando la conectividad neuronal. Por eso, incluso se ha comprobado que una buena novela «masajea» las neuronas.
Para comprender por qué las personas que leen mucho tienen una mayor esperanza de vida tendríamos que remitirnos a un estudio realizado por neurocientíficos de la Universidad de Sussex en 2009. En ese caso, los participantes fueron sometidos a diferentes tareas que generaban cierta dosis de estrés. Acto seguido, se involucraron en actividades relajantes.
Así se comprobó que leer era la actividad que más disminuía el estrés, en un 68%. Y lo mejor de todo es que tan solo bastaban 6 minutos de lectura para que disminuyera la presión arterial y el ritmo cardíaco. Al contrario, escuchar música y dar un paseo resultaron ser actividades con menos poder relajante.
La clave radica en que cuando leemos, nuestra mente se enfoca en la lectura y se olvida de las preocupaciones, algo que no siempre sucede con otras técnicas de relajación ya que la mente tiende a volver una y otra vez sobre los problemas. Por tanto, leer se convierte en una actividad muy relajante que nos puede ayudar a aliviar el estrés y las tensiones que hemos acumulado a lo largo del día. Ese podría ser el verdadero secreto por el cual las personas que tienen el hábito de leer, pueden vivir más.
Ahora ya lo sabes, si quieres añadir años a tu vida, dedícale al menos 15 minutos diarios a la lectura de un libro.
Fuentes:
Bavishi, A. et. Al. (2016) A chapter a day: Association of book reading with longevity. Social Science & Medicine; 164: 44-48.
Lewis, D. (2009) Galaxy Stress Research. Mindlab International, Sussex University.
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