En una ocasión Rabii Hillel expresó:
“Si no es ahora, ¿cuándo?
Si no soy yo, ¿quién?
Si no es aquí, ¿dónde?”
Aunque la frase puede parecer un tanto enigmática, lo cierto es que expresa a la perfección la tendencia que tenemos muchos de nosotros a resistirnos al cambio para esperar las condiciones mejores. Es decir, cambiaremos de vida cuando tengamos más dinero, cuando habremos superado este momento, el mes que viene… y así la lista continúa al infinito. Pero no nos percatamos que esperar a que las cosas cambien por si solas es como intentar apagar un incendio solo esperando a que caiga la lluvia.
La verdad es que no existe un momento mejor para cambiar que ahora mismo.
En este punto acude a nuestra ayuda una idea genial de Einstein: “Un problema no puede ser resuelto con el mismo tipo de pensamiento que lo generó”.
Esperamos con todas nuestras fuerzas que finalmente las cosas comiencen a andar bien pero… esperamos que el cambio ocurra por sí solo, debido a factores externos. No obstante, esta actitud de “no hacer nada” y “esperar el cambio” se ha adentrado tanto en cada uno de nosotros que no nos damos cuenta de dos factores esenciales:
1. No estamos haciendo nada para propiciar el cambio.
2. Realizamos las mismas cosas de siempre (lo cual podría traducirse en: los mismos errores de siempre).
Aceptar esta actitud es la base de cualquier cambio porque nos permite alejar las excusas y hacernos responsables al 100% por lo que sucede en nuestra vida. Sin embargo, la conciencia de que necesitamos un cambio y de que somos los artífices del mismo no es suficiente, también es necesario aceptar que probablemente nuestra transformación se encuadrará dentro de los “cambios silenciosos”.
En el imaginario colectivo existe una idea muy arraigada y es que los cambios verdaderamente importantes ocurren de la noche a la mañana, son cambios bruscos que no pueden dejar de notarse. Sin embargo, en realidad nuestra vida posee pocos cambios bruscos y muchos cambios silenciosos.
El ejemplo perfecto de los cambios silenciosos es una dieta sana y el ejercicio físico que poco a poco conducen a una pérdida de peso. Al contrario de las dietas milagro que proporcionan un cambio rápido pero desestabilizador de la homeostasis del organismo. Otro ejemplo de cambio silencioso es cuando trabajamos todos los días en la creación y desarrollo de una empresa hasta que esta tiene éxito.
Aceptar que deberemos trabajar duro para lograr el cambio es esencial para no desmotivarnos y desfallecer en el camino. Además, debe comprenderse que normalmente el desarrollo es un proceso con retrocesos. Cuando nos hemos planteado un objetivo, en el camino probablemente deberemos realizar varios pasos atrás pero esto no significa un verdadero retroceso sino un momento de pausa necesario para retomar la tarea con nuevos bríos. Quienes emprendan un cambio sin ser conscientes de estos factores probablemente se queden a mitad del camino.
Así, el camino hacia el cambio generalmente sigue algunos pasos:
1. Concientizar que necesitamos cambiar y es una responsabilidad nuestra.
2. Sentir la verdadera necesidad del cambio; es decir, el motivo por el cual deseamos cambiar es intrínseco y no extrínseco.
3. Comenzar a actuar planificando objetivos a corto y a largo plazo.
4. Mantenerse firmes en los propósitos, a pesar de los contratiempos. Poner en práctica la perseverancia asertiva.
Finalmente, llega ese día en que miramos atrás y nos damos cuenta que hemos logrado cambiar algo, paso a paso. Entonces podemos lograr el verdadero cambio que tanto ansiábamos.
Sebastian Montecarlo dice
Cambiar depende de uno, quienes no cambian, es porque estan felicies con su situacion, a pesar que esta los perjudique.
*Generalizar, fue uno de los factores que mas deteste en psicologia, por eso mismo la deje, aunque sigo alimentandome con las cosas que realmente me sirven en la vida.
*Buen blog, pero no omite generalizar.
Jennifer Delgado Suarez dice
Sebastian,
No me parece que la Psicología sea una ciencia generalizadora (o lo es mucho menos que la Física, las Matemáticas o la Medicina).
La generalización nos permite abordar un fenómeno extremadamente complejo partiendo desde los casos individuales e intentando atrapar su esencia.
Además, la generalización es una herramienta utilísima en las aulas ya que brinda las bases para comprender la individualidad.
En este blog (como se indica al pie del mismo) se habla de generalizaciones porque me sería imposible citar todos los casos en particular.
Creo que quienes me leen son suficientemente inteligentes como para poder aplicar estas generalizaciones a su vida cotidiana.
jasiel romero dice
yo sigo este blog, en lo personal me parece bueno y es obvio que no se puede citar los casos en paprticular pues es solo un blog, que a mi me ha sido util.
Jennifer Delgado Suarez dice
Jasiel,
Gracias por el apoyo 🙂
Creo que hay muchas personas que no tienen bien claro el concepto original del blog: un sitio donde alguien comparte sus experiencias cotidianas, no se trata de una enciclopedia ni de un consultorio médico.
De hecho, mi intención es compartir muchas de las cosas curiosas e interesantes que descubro día a día de la Ciencia Psicológica y alguna que otra vez comparto mis ideas sobre el Crecimiento Personal y las mejores técnicas para enfrentar los problemas de la cotidianidad. Pero nada más.