
Pero… echemos una ojeada a algunos datos curiosos sobre el beso:
Pequeña historia
Los orígenes del beso se han perdido en la historia. Algunos estudiosos aseveran que se debe a las prácticas de alimenticias de las madres para con sus bebes. Es decir, las madres solían masticar la comida y luego se la pasaban al bebé para que éste la digiriera mejor.
Es por eso que el beso como expresión de cariño estaba destinado exclusivamente a los niños. En la Edad Media, el caballero que besaba a una dama estaba obligado a casarse con ella. No es hasta el siglo VI en Europa, que surge como una forma de afecto entre las personas adultas.
De culturas hablando
El beso como saludo difiere en cada cultura, en Japón, no son muy dados a besarse y mucho menos en público. En cambio, en las culturas medio-orientales es costumbre saludarse entre hombres con tres besos: uno en cada mejilla y al final en la frente. En muchos países de Latinoamérica las personas se saludan con un beso, en Italia con dos, uno en cada mejilla y en Francia con cuatro besos. Los esquimales, sin embargo, se besan frotando sus narices mientras que en Nueva Zelanda existe el llamado “beso mariposa” donde las dos personas acercan sus ojos y parpadean continuamente creando un efecto con las pestañas parecido al batir de las alas de una mariposa. No obstante, el beso, tal como se conoce en Occidente, resulta repugnante para algunas culturas, por lo cual, no lo practican.
Los significados del beso
El beso tiene un profundo poder simbólico. Un beso puede representar un simple saludo afectuoso, el deseo erótico o el cariño maternal. También puede encarnar la subordinación y la reverencia, tales son los casos del conocido beso al anillo del Papa o el clásico beso en la mano a aquellas personas que tienen un rango superior.
Pero quizás su significado más conocido es como símbolo de condena y traición. Entonces es imposible evitar que venga a nuestra mente “El beso de Judas” o quizás algunas imágenes de filmes donde el juez besa a su condenado como una señal de sentencia indiscutible.
Por otra parte, si nos centramos en el cuento de la Bella Durmiente, a través del beso que provoca el despertar podemos comprender toda una época histórica que nos mostraba la mujer como un ser sin deseos sexuales que debían ser despertados por el hombre.
De igual manera, en el Beso de la Rana, cuando el anfibio se transforma en príncipe, nos envía un claro mensaje sobre las creencias en el poder de transformación espiritual que poseía la mujer sobre el espíritu del hombre.
Lateralidad
Por otra parte, con el objetivo de no darnos un beso esquimal de toque de narices, las personas suelen mover un tanto sus rostros. Sin embargo, parece ser que tenemos también para esto un patrón preestablecido neurológicamente: las personas tienden a mover sus rostros hacia la derecha cuando van a besar. Así, casi nunca nos damos topetazos pues la mayoría de las personas son diestras.
Además, besar no es una tarea fácil, en un beso apasionado se activan hasta 34 músculos faciales mientras que un beso en la mejilla pone en acción 12 músculos. De hecho, algunas personas con lesiones cerebrales, pierden la habilidad de besar.
El beso más largo
El beso más largo del mundo, según el periódico El Mundo, tuvo lugar en Vicenza, al norte de Italia, el romántico día de San Valentín del 2004; tuvo una duración de 31 horas y 18 minutos.
Fuentes:
Fisher, H. (1992). Anatomy of Love: A Natural History of Monogamy, Adultery, and Divorce. New York: W.W. Norton.
Willett, E. (2001). The science of kissing. Descargado el 20 de mayo de 2007, de: https://www.edwardwillett.com/Columns/kissing.htm
Anónimo dice
Felicitaciones por el blog. Me ha parecido interesante y útil… espero que continúe
José Luis Gonzalo Marrodán. dice
A mí también me ha gustado mucho. Luis Eduardo Aute tiene una canción dedicada a la fascinación que el beso le produce. Os la copio por si os gusta. Saludos cordiales y enhorabuena por el blog:
NO LA BOCA SINO EL BESO
Luis Eduardo Aute
No la boca sino el beso
fue el crimen, transgresión
humana de lo Perfecto;
boca que por el beso
se traiciona contra Dios
para besarse en su espejo.
Ensimismado,
el Verbo Infinito reflexiona,
se observa
desde el féretro
La palabra
se nombra paradoja.
Labios contra labios,
rocío tierno, húmeda flor
del reflejo suicida
quebrantando la ley por el deseo.
Lenguas contra lenguas, hambres
cruzadas convocan
en ¡id lenguajes
inversos.
Boca que por el beso
abrió la puerta Nunca
del Árbol del Conocimiento,
beso que se besa,
sed de ser sed,
origen y fin de¡ círculo
eterno:
iris, planeta, pupila del Éxtasis,
anillo de¡ agua, la cifra cero,
pompa, torbellino, espectro del arco
iris, seno y óvulo y órbita
del centro, latido,
latido contra sí mismo,
corazón circular del Universo.
Esfera del Azar, fe de Armonía;
engendra la fe del Azar
el fuego.
Voluntad de luz, voluntad de sombra,
voluntad de beso entre infierno y cielo;
beso inmortal
que asesina su muerte.
Alma del amor
contra amor del cuerpo.
Siguen los años pasando, impasibles.
Por ahí asoma
el final de¡ Trayecto, cerca,
tan cerca que anuncia los labios
que habrán de sellar el último
beso.
Bésame, bésame
y dame tu nombre:
Yo, Tú, El,
las tres personas del Verbo.