La ansiedad es un mecanismo adaptativo natural que activa una señal de alarma ante sucesos potencialmente peligrosos. De hecho, cierto grado de ansiedad puede ayudarte a asumir una actitud más precavida y te prepara para reaccionar rápidamente. Un nivel de ansiedad moderado también te permitirá mantenerte concentrado y afrontar los retos que tengas por delante.
Sin embargo, hay ocasiones en que la ansiedad se desboca. Si no logras reducir la tensión, la angustia y la aprensión, esos sentimientos terminarán acumulándose hasta el punto de desbordarte emocionalmente. Entonces reaccionarás con ansiedad prácticamente ante cualquier situación e incluso es probable que comiences a sufrir ataques de pánico. En algunos casos, esa ansiedad puede llegar a ser tan intensa que interfiere con tus actividades cotidianas, afectando profundamente tu calidad de vida.
La vida cotidiana tampoco ayuda. Las presiones laborales, la inestabilidad, la incertidumbre, las responsabilidades cotidianas y los compromisos sociales se van sumando para alimentar un estado de tensión constante que se transforma fácilmente en angustia y zozobra. De hecho, no es casual que España se haya convertido en líder mundial en el consumo de benzodiazepinas, según reveló un informe de la Junta Internacional de Fiscalización de Estupefacientes.
La última Encuesta Nacional de Salud que hizo el Ministerio de Sanidad indicó que 1 de cada 10 personas consume tranquilizantes, relajantes o pastillas para dormir. Sin embargo, esas “soluciones” suelen tener efectos adversos.
La eficacia de los ansiolíticos va disminuyendo progresivamente y a las 4 semanas puede haber desaparecido prácticamente por completo, aunque sus efectos adversos pueden persistir e incluso intensificarse a largo plazo, según indicó una investigación publicada en JAMA Psychiatry. De hecho, es posible desarrollar una dependencia incluso tras un tratamiento relativamente corto.
Por ese motivo, a menos que sea estrictamente necesario y siempre bajo supervisión médica, es mejor evitar los medicamentos para la ansiedad y recurrir a productos naturales que, junto a cambios en el estilo de vida y ayuda psicológica, te permitan eliminar los síntomas ansiógenos.
Productos naturales para la ansiedad que realmente funcionan
1. Esencia de lavanda
La aromaterapia se usa desde hace años para tratar diferentes problemas, entre ellos la ansiedad. La lavanda, en especial, contiene una sustancia denominada linalool, que es la principal responsable de aliviar la ansiedad generando una sensación de paz, tranquilidad y relajación.
Los neurocientíficos han comprobado que la lavanda no solo activa las zonas olfatorias del cerebro sino también aquellas relacionadas con las emociones, mientras mitiga la actividad de la corteza prefrontal. De hecho, genera un aumento de las actividades de onda alfa, lo que indica un estado de relajación. También se ha visto que la aromaterapia con lavanda produce patrones de EEG característicos de las personas que se sienten cómodas.
Además, un estudio desarrollado en Alemania reveló que la ingesta durante 6 semanas de comprimidos a base de aceite de lavanda es tan eficaz como el Lorazepam para aliviar los trastornos de ansiedad. Por tanto, la lavanda para la ansiedad funciona, ya sea en comprimidos o como aromaterapia, que puedes usar mientras te das un baño relajante o intentas dormir por la noche.
2. Pelotas antiestrés
Las pelotas antiestrés surgieron en China. De hecho, también se les conoce como bolas Baoding porque toman el nombre de la ciudad de donde provienen, un sitio que, por demás, es famoso por la longevidad de sus habitantes. Hace más de mil años, las usaban tanto los campesinos como los emperadores.
La diferencia radica en el material del cual están hechas pues las pelotas antiestrés tradicionales están fabricadas de metal o madera, lo cual significa que no se aprietan, sino que se le daban vueltas en la mano. Incluso existen bolas antiestrés de metal que tienen en el interior un sistema que emite un sonido muy relajante con el movimiento, similar al de los cuencos tibetanos.
Investigadores de la Universidad de Surrey comprobaron su eficacia entre diferentes productos naturales para la ansiedad con 400 pacientes que iban a someterse a cirugía. Curiosamente, ni la música ni la presencia de la pareja ayudaron a aliviar el estrés y la tensión. Las pelotas antiestrés sí: aliviaban en un 18% la ansiedad. Esos pacientes incluso reportaron un 22% menos dolor durante el procedimiento.
Para aprovechar al máximo su efecto relajante, se recomienda usar las bolas Baoding varias veces al día durante 3 minutos con cada mano. Básicamente, solo tienes que hacerlas girar en la palma de la mano, rotándolas horizontalmente, primero en sentido antihorario y luego en sentido horario, para luego cambiar de mano. Sin duda, es un producto natural para los nervios particularmente eficaz para afrontar situaciones estresantes puntuales.
3. Ashwagandha
La bufera, también conocida como ginseng indio o hierba mora mayor, se ha popularizado con su nombre en sánscrito: ashwagandha. De hecho, es una planta que se utiliza desde hace siglos en la medicina ayurvédica y que se ha catalogado dentro del grupo de los “adaptógenos” porque actúa sobre el sistema nervioso y las hormonas que regulan la respuesta al estrés.
Un pequeño estudio realizado en la Universidad de Medicina D.Y. Patil durante 8 semanas comprobó la eficacia de la ashwagandha para aliviar el estrés y la ansiedad. Cada participante recibió aleatoriamente uno de tres tratamientos: extracto de ashwagandha en dosis de 250 mg o 600 mg al día o un placebo.
Quienes tomaron ashwagandha mostraron niveles más bajos de cortisol en sangre, la hormona del estrés, que los del grupo placebo. También experimentaron una mejor calidad del sueño. Además, los participantes que tomaron 600 mg de ashwagandha informaron niveles de estrés significativamente menores. Cabe aclarar que la ashwagandha es un producto natural para la ansiedad que se puede consumir en forma de comprimidos como un suplemento, o en formato líquido.
4. Diario de la Ansiedad
Llevar un diario para la ansiedad es una excelente herramienta terapéutica para combatir esa sensación de aprensión y angustia. Poner en blanco y negro todos esos pensamientos que dan vueltas por tu mente generando tensión y haciendo que siempre temas lo peor te ayudará a comprenderlos mejor, sentirte más cómodo con ellos y, en última instancia, despojarlos del poder que tienen sobre ti.
Escribir sobre lo que piensas y sientes es como sentarte a hablar con la ansiedad. Quizá al inicio esa idea te genere cierto rechazo pues probablemente lo que has hecho en los últimos tiempos es intentar escapar de la ansiedad, pero de esa forma solo terminarás reforzándola. En cambio, escribir un diario de la ansiedad te ayudará a conocerla y conocerte mejor.
Llevar un registro minucioso podría ayudarte a detectar patrones de reacción ante determinadas circunstancias para que puedas evitarlas o prepararte para afrontarlas mejor. De hecho, un estudio realizado en la Universidad Estatal de Pensilvania con 70 personas que sufrían ansiedad generalizada concluyó que “escribir un diario puede ser una intervención eficaz para mitigar la angustia mental, aumentar el bienestar y mejorar el funcionamiento físico”.
5. Pasiflora
La Passiflora incarnata se ha utilizado desde hace siglos para tratar los síntomas de ansiedad y es un ingrediente común en los suplementos de bienestar mental por su capacidad para relajar el sistema nervioso.
En un estudio realizado en Brasil, los investigadores dieron a 40 participantes pasiflora y a otros Midazolam (un medicamento contra la ansiedad) 30 minutos antes de someterse a una extracción dental.
Descubrieron que el extracto de pasiflora fue tan eficaz como el Midazolam para reducir de manera significativa los síntomas de la ansiedad. Además, a diferencia del medicamento, la pasiflora no provocó efectos secundarios negativos. La pasiflora es uno de los productos naturales para la ansiedad que se puede encontrar en forma de comprimidos o en formato líquido.
En cualquier caso, es importante que tengas en cuenta que para combatir la ansiedad tienes que abordar su causa y desarrollar estrategias de afrontamiento adecuadas. Comprender por qué surge, en qué circunstancias y qué reacciones provoca te permitirá gestionarla mejor a largo plazo y no depender de productos para la ansiedad que, aunque sean naturales, no dejan de ser ayudas externas.
Fuentes:
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