
El mercado que desarrolla softwares dedicados al brain-training o al entrenamiento cerebral continua en continuo aumento. Por una parte este crecimiento resulta positivo ya que demuestra nuestro interés por mantener activa nuestra mente pero por otra parte… ¿estos juegos y software realmente son útiles? ¿los programas para entrenar el cerebro realmente funcionan?
Hasta ahora los resultados científicos no han sido del todo concluyentes, sobre todo si se eliminan aquellos que han sido respaldados económicamente por las compañías productoras del software. Así, actualmente los psicólogos y neurólogos están inmersos en un verdadero campo de lucha intentando determinar la verdadera eficacia de estos ejercicios para entrenar el cerebro.
Probablemente una de las investigaciones más conocidas en este sector es la llevada a cabo por la BBC Lab del Reino Unido, la Cambridge University y el King’s College London. En esta ocasión se reclutaron televidentes del programa de ciencia de la BBC “Bang Goes the Theory” en aras de que practicasen o entrenasen sus cerebros a partir de una serie de tareas online, un mínimo de 10 minutos al día, tres veces a la semana, durante el periodo de seis semanas.
A un grupo se le facilitaron tareas de razonamiento, de resolución de problemas y relacionadas con la inteligencia en general. A un segundo grupo se les propició los ejercicios de los software generales que existen en el mercado para desarrollar la memoria a corto plazo, la atención, las habilidades viso espaciales y las matemáticas. Mientras que a un tercer grupo de control, simplemente se les pidió que usaran Internet para responder a algunas preguntas de índole más bien filosófica.
Un total de 11 430 voluntarios de edades entre los 18 y los 60 años completaron el Studio, convirtiéndolo en uno de los mayores de su tipo en el mundo. ¿Conclusiones? Los investigadores afirman que en ninguno de los grupos se evidenció un cambio apreciable en sus habilidades cognitivas, ya sea en el razonamiento, la memoria, el aprendizaje o la atención.
No obstante, todo no está perdido. Un experimento desarrollado en la Clínica Mayo, que ha recibido alabanzas en el círculo científico por su exquisito y cuidado diseño metodológico, asevera que los programas para entrenar el cerebro podrían reportar verdaderas mejorías. En esta ocasión el entrenamiento se realizó en un periodo de ocho semanas con 487 adultos mayores con una media de edad de 75 años.
Las personas que utilizaron el programa para entrenar la mente diseñado por la Clínica Mayo mostraron mejorías en su memoria de trabajo al poder retener una mayor cantidad de información en la mente, como los números de teléfono, por ejemplo. A la misma vez, mostraban un procesamiento de la información que era el doble de rápido en comparación con el grupo que simplemente usó ese mismo tiempo en mirar programas educativos.
No obstante, debe especificarse que las “mejorías” se refieren a un discreto 4% en comparación con los resultados obtenidos en los test anteriores al entrenamiento. Aún así, este número ha disparado la euforia de muchos optimistas que aseveran que un entrenamiento más prolongado en el tiempo puede conducir a resultados mejores.
Pero el resultado más impactante viene de la mano de neurocientíficos del Instituto Karolinska en Suecia quienes utilizando escáneres funcionales han revelado la existencia de cambios en el número de receptores de dopamina (un neurotransmisor involucrado en el aprendizaje) en el cerebro de las personas que utilizan los programas para entrenar el cerebro.
Esta vez la muestra fue mucho más pequeña, tan solo 13 personas con edades comprendidas entre los 20 y los 28 años que durante 35 minutos al día, durante un periodo de cinco semanas, utilizaron un programa de entrenamiento mental denominado “Cogmed Working Memory Training”. Cada persona podía partir de diferentes niveles de dificultad que iban complejizándose, hasta llegar al nivel que les permitiesen sus capacidades individuales.
Al finalizar el entrenamiento los investigadores observaron que los niveles de receptores de dopamina variaron, hasta lograr un balance óptimo. Los científicos hipotetizan que el cambio podría explicarse debido a un ajuste cerebral potenciado por el hecho de que las personas se expusieron durante periodos prolongados al entrenamiento mental, incrementando endógenamente sus niveles de dopamina por lo que el cerebro (para mantener su homeostasis), regularía el número de receptores de dopamina. Sin lugar a dudas un excelente ejemplo de la plasticidad cerebral que ha dejado asombrado a los propios investigadores.
No obstante, más allá de los resultados científicos (que parecen moverse lo mismo a un extremo que al otro) prefiero decantarme por los resultados de Peter Snyder de la Brown University.
Este neurocientífico realizó una revisión exhaustiva de 20 software dedicados al entrenamiento mental concluyendo que algunos de ellos podrían favorecer la mejoría de algunas funciones cerebrales mientras que otros no pasan de ser simples entretenimientos 😉
Fuentes:
Owen, A. M. et. Al. (2010) Putting brain training to the test. Nature; 465: 775-778.
Smith, G. E. et. Al. (2009) A cognitive training program based on principles of brain plasticity: results from the Improvement in Memory with Plasticity-based Adaptive Cognitive Training (IMPACT) study. Journal of American Geriatrics Society; 57(4):594-603.
Klingberg, T. & McNab, F. (2009) Changes in Cortical Dopamine D1 Receptor Binding Associated with Cognitive Training. Science; 323(5915): 800 – 802.
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