
¿Alguna vez has pasado una noche en vela y al día siguiente has sentido como si tu cerebro estuviera funcionando a cámara lenta? No es solo una sensación: la falta de sueño tiene un impacto profundo en el cerebro, y no es precisamente para bien.
Dormir no es un lujo, es una necesidad biológica. Un adulto promedio necesita entre siete y ocho horas de sueño cada noche. Sin embargo, en un mundo lleno de distracciones, responsabilidades y opciones de ocio, muchas veces sacrificamos horas de sueño sin pensar en las consecuencias. Lo que quizás no sabes es qué pasa en el cerebro cuando no duermes lo suficiente.
Contraer deudas de sueño no es una buena idea
Basta una noche de insomnio para alterar el sueño. Cuando duermes, atraviesas un ciclo de dos fases: sueño no REM (que ocupa aproximadamente el 75% del sueño) y el sueño REM (que representa aproximadamente el 25% del sueño).
Durante las últimas etapas del sueño no REM, se produce el sueño reparador. Es el más importante para recuperarse y sentirse mejor a la mañana siguiente. En cambio, durante la fase de sueño REM el cerebro y el organismo se energizan. También es más probable que sueñes y almacenes recuerdos, restándoles parte de su impacto emocional.
Por consiguiente, la fase REM es importante para aprender nuevas habilidades o recordar dónde dejaste las llaves de casa la noche anterior. Sin embargo, cuando no duermes lo suficiente, todas esas etapas se acortan o se interrumpen, lo que afecta directamente tu capacidad para procesar información y gestionar emociones.
Lo que pasa en el cerebro cuando no duermes es que te saltas esas dos etapas críticas del sueño, de manera que contraerás lo que se conoce como “deuda de sueño”. Como resultado, experimentarás fatiga, falta de agilidad mental, irritabilidad y una somnolencia persistente durante el día. Si esa deuda sigue creciendo, puede abrir la puerta a problemas de salud más graves, como depresión o accidentes cerebrovasculares.
¿Qué pasa en el cerebro cuando no duermes y por qué es tan dañino?
Un estudio realizado por investigadores de la Universidad de Edimburgo descubrió que la privación del sueño reduce el número de diferentes tipos de sinapsis – las conexiones entre las neuronas que permiten la transmisión de información – de las zonas cerebrales asociadas al aprendizaje y la memoria: el córtex y el hipocampo.
Básicamente, disminuye el número de sinapsis que reciclan proteínas rápidamente, mientras aumenta las que se dedican al reciclaje lento. Eso reduce la capacidad de adaptación del cerebro privado de sueño, afectando potencialmente el aprendizaje y la reparación sináptica.
De hecho, estudios anteriores habían descubierto que durante el sueño el cerebro realmente no se desconecta por completo para descansar, sino que algunas zonas se mantienen activas para eliminar las sustancias de deshecho del metabolismo diurno; o sea, hacer limpieza interna para eliminar las toxinas y repararse. Este proceso, que se produce a través del sistema glinfático, es crucial para mantener la salud cerebral a largo plazo.
Si no duermes lo suficiente, tu cerebro no podrá “hacer limpieza”, por lo que esas toxinas se acumularán. Eso podría explicar la relación entre el insomnio y el declive cognitivo, que puede conducir a enfermedades como la demencia.
Además, la falta de sueño no solo influye en tu capacidad cognitiva, sino también en tu equilibrio emocional. El sueño afecta el estado de ánimo ya que la amígdala, la región del cerebro responsable de procesar las emociones, se vuelve hiperactiva. Esto puede hacer que reacciones de manera exagerada a situaciones estresantes o que te sientas más irritable y ansioso.
Al mismo tiempo, la corteza prefrontal, que regula el control emocional y la toma de decisiones, se ve afectada, lo que dificulta mantener la calma y pensar con claridad. Por si fuera poco, cuando no duermes también se altera la producción de neurotransmisores como la serotonina y la dopamina, lo que afecta directamente el estado de ánimo y la motivación.
Por tanto, la próxima vez que pienses en sacrificar horas de sueño para terminar de ver una serie, trabajar hasta tarde o simplemente «ganarle tiempo al reloj», recuerda que tu cerebro está pagando un precio mucho más alto del que imaginas. No se trata simplemente de sentirte cansado al día siguiente, sino de que dormir poco destruye el cerebro lentamente. Asegurarte una buena noche de sueño reparador es un acto de amor, cuidado y responsabilidad hacia ti mismo.
Referencias Bibliográficas:
Koukaroudi, D. et. Al. (2024) Sleep maintains excitatory synapse diversity in the cortex and hippocampus. Current Biology; 34(16): 3836-3843.
Zhang, X. et. Al. (2024) The association between insomnia and cognitive decline: A scoping review. Sleep Medicine; 124: 540-550.
Chen, N. et. Al. (2020) Association between Non-Restorative Sleep and Quality of Life in Chinese Adolescents. Int. J. Environ. Res. Public Health; 17(19): 7249.
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