
¿Cuántos rostros vemos diariamente? ¿Cuántos somos capaces de recordar al final del día? Asombrosamente somos mejores recordando aquellos rostros que mostraban emociones positivas, específicamente, aquellos que sonreían.
En un estudio donde tomaron parte 72 voluntarios se les presentaron 16 rostros variando diferentes atributos: la expresión emocional, la expresión de inteligencia y el tamaño de las narices. Cada rostro era observado por cinco segundos. Algunos rostros mostraban alegría mientras que otros expresaban enfado.
Después de un minuto de tareas distractoras les mostraron a los participantes algunos rostros con expresiones neutras, entre los cuales estaban los rostros anteriores. Los resultados fueron cualitativamente mejores al reconocer los rostros alegres mientras que al contrario de lo que cabría esperar, la variación de una característica facial como el tamaño de la nariz no mejoró los resultados sino todo lo contrario.
Pero… la posibilidad de recordar también implica la capacidad de retomar de la memoria. Así, se desarrolló una segunda parte del experimento donde se le preguntaban a las personas cuán fuertes eran sus recuerdos. Entonces se mostraron diferencias aún más significativas. Los fans de Pinocho se verían decepcionados al corroborar que una nariz grande no asegura que las personas puedan recordar un rostro. De hecho, si los rostros mostraban las mismas emociones no había ninguna diferencia significativa en el recuerdo. Sin lugar a dudas los rostros felices eran más recordados.
Así, parece ser que las personas no prestan tanta atención a las particularidades faciales como a los gestos que pueden detectar en un rostro.
De esta manera, si quieren que alguien los recuerden, solo basta con sonreír aunque el por qué aún está por descubrir.
Fuente:
D’Argembeau, A., Van der Linden, M. (2007). Facial expressions of emotion influence memory for facial identity in an automatic way. Emotion, 7(3), 507-515.
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