La autoafirmación: Un camino de empoderamiento
La autoafirmación es casi como un súper poder, aunque por desgracia no se potencia en la educación infantil. De hecho, más bien se aniquila ya que cuando nos enseñan a buscar la aprobación de los demás, cuando nos enseñan a valorarnos según las valoraciones que los otros hacen de nuestras cualidades, están matando la autoafirmación.
¿Por qué la autoafirmación es el mejor antídoto contra las críticas?
Podemos pensar en la crítica como en un diapasón. Solo nos hará daño aquella que resuene en la misma frecuencia que nuestro interior, aquella que haga palanca en nuestros temores e inseguridades. Por eso, la autoafirmación es el mejor antídoto contra la crítica malsana, la seguridad en nosotros mismos nos permite asumir una distancia emocional de las palabras malintencionadas. Así podemos valorar si realmente la crítica es oportuna y puede aportarnos algo que nos permita crecer o, al contrario, se trata de palabras dirigidas a herir que no pueden reportarnos ningún beneficio. En uno u otro caso, la decisión está en tus manos.
Comparto la opinión de alguien a quién he enviado el texto:
"es así, criticar se vuelve tan fácil, y sin darnos cuenta criticamos el mismo defecto que tenemos nosotros y es injusto, y aunque no sea así.
Si crítico a un cabezón, acaso.. tiene la culpa de ser así? Estoy segura que el no quisiera ser así de cabezón, pero eso no me da el derecho de criticar, eso es venenoso y dañino"
Debemos diferenciar entre la crítica constructiva y la destructiva.
La crítica constructiva puede ayudar a los demás a crecer, a superar un problema o a ver las cosas desde una nueva perspectiva.
La crítica destructiva solo hace daño, mina la autoestima y frena las ganas de emprender.
En cualquier caso, la crítica constructiva no tiene nada que ver con las culpas sino con el crecimiento y con asumir responsabilidades, que son conceptos diferentes.
Lo que yo también veo es que la Constructiva no es siempre bien entendida o recibida. Que sólo es útil cuando es solicitada (y creo que tampoco siempre). Si alguien te cuenta su problema y pide consejo, aunque lo des desde el respeto, basado sólo en la información que te dio y asertivamente, resulta que puede ser malinterpretado y desembocar en una pérdida de amistad… Se puede aprender a estar preparado para recibir críticas y que así sean siempre constructivas, podemos enseñar desde pequeños a nuestros hijos y alumnos a hacerlo (dando ejemplo ante todo).
En mi caso a veces digo a mi gente: "Exprimirme. Si necesitais una opinión externa pedírmela. Reconozco tener "ojo crítico" y ser capaz de ponerme en los zapatos de otro (tus clientes por ejemplo) para poder decirte que perciben ellos y que puedas mejorarlo"… Aún así no se recibe siempre de forma positiva.
Un saludo!