Cuando estudiaba en la universidad solía usar con bastante frecuencia el tren, por lo que aprovechaba aquellas horas para leer. Nunca me faltaba un buen libro en mi equipaje. Precisamente, de aquellos libros tengo muy buenos recuerdos, muchos de ellos vienen a mi memoria sin esforzarme demasiado.
Siempre me pregunté el motivo. Quizás la razón estaba en las paradas que realizaba el tren, en los minutos que miraba por la ventanilla reflexionando sobre un pasaje en particular que había acabado de leer. Pero ahora una investigación viene a desvelarme una causa mucho más sencilla: realizar pequeñas pausas después de haber realizado una actividad intelectual, potencia la memoria.
En este estudio realizado en la Universidad de Edimburgo se apreció que, cuando las personas hacían una pequeña pausa después de una tarea de aprendizaje (como aprender una cadena de números), podían recordarlos mejor, en comparación con quienes no tuvieron la posibilidad de tomar un descanso que consolidara el aprendizaje.
Esto explicaría por qué suelo recordar mejor los libros que leo “por trozos” que los que leo de un tirón. Y es que estos últimos tendrían menos posibilidades de consolidarse en mi memoria. De hecho, cuando estamos en casa solemos leer páginas enteras de una sola sentada pero cuando viajamos, solemos interrumpir la lectura varias veces, lo cual, lejos de convertirse en un factor distractor, realmente potencia el recuerdo.
Para verificar si esta teoría se podía aplicar realmente al recuerdo de las historias, los investigadores fueron más allá de las cadenas de números y le pidieron a los participantes que leyesen una historia. Siete días después, debían narrar todos los detalles que recordasen. El punto clave fue que algunos leyeron la historia ininterrumpidamente y otros tomaron pausas de 10 minutos.
¿Qué encontraron?
Una vez más, aquellos que habían leído la historia haciendo pausas, mostraban un recuerdo mejor. Lo más sorprendente de todo es que este recuerdo se podía equiparar con la cantidad de detalles que brindaban las personas que habían leído la historia de un tirón, tan solo 15 o 30 minutos después.
En resumen, que tomarse una pausa en la lectura no solo sirve para mejorar la memoria a largo plazo sino que también la potencia muchísimo.
Fuente:
Dewar, M. et. Al. (2012) Brief Wakeful Resting Boosts New Memories Over the Long Term. Psychological Science.
Anónimo dice
justo eso nos ensenharon en metodologia, saludos desde peru
Anónimo dice
No sé nada de psicologia pero este blog me gustó mucho y he leido cosas interesantes! Podria aplicar esto para aprender a tocar mejor la guitarra?
Jennifer Delgado Suarez dice
En teoría, podrás aplicar este truco para cualquier tipo de aprendizaje.