• Ir al contenido principal
  • Ir a la barra lateral primaria
  • Ir al pie de página

Rincón de la Psicología

Blog de Psicología

  • Quién Escribe
  • Mis Libros
  • Temas de Psicología
  • Publicidad
Inicio » Crecimiento Personal » Re-aprender a relacionarnos con nosotros mismos

Re-aprender a relacionarnos con nosotros mismos

 

Todos nos relacionamos a diario con muchas personas, ya sea en el trabajo, en la calle, en nuestras casas o a través de las redes sociales. A algunos les dedicamos solo un saludo frío, con otros nos detenemos a intercambiar algunas palabras y con algunas personas, con las que nos sentimos más conectadas, hablamos sobre nuestros problemas y sueños.

Sin embargo, inmersos como estamos en ese mar de relaciones, a menudo pasamos por alto una persona muy especial: nosotros mismos. De hecho, muy pocas personas dedican unos minutos al día de introspección. Aunque puede parecer un contrasentido, lo más usual es que nos obviemos por completo y funcionemos en piloto automático o que nuestro pensamiento llame nuestra atención a través de un diálogo interior que a menudo solo sirve para generar tensión y malestar. 

De una forma u otra, lo cierto es que descuidamos la relación con nosotros mismos y, cuando nos dignamos a prestarnos atención suele ser para recriminarnos por algo que supuestamente hemos hecho mal. En definitiva, si mantuviésemos con nuestra pareja o nuestros hijos la misma relación que mantenemos con nosotros mismos, es probable que estos nos abandonasen por indolente y antipática. 

No obstante, recuerda que la forma en que te trates puede determinar no solo tu estado de ánimo durante la jornada sino incluso la consecución de tus sueños y tu nivel de satisfacción con la vida. Por tanto, no es algo que debas tomarte a la ligera.

1. Trátate como tratarías a un niño pequeño. Imagina que en tu interior hay un niño pequeño. ¿Cómo lo tratarías? ¿Lo ignorarías durante todo el día y le hablarías solo para recriminarle? ¡No lo creo! En vez de eso, te preocuparías por él, te mantendrías atento a sus señales de incomodidad e intentarías consolarle cuando se sienta mal. De la misma forma deberías tratarte a ti, teniendo en cuenta que las palabras que te dirijas pueden afectar tu autoestima y pueden convertirte en una persona segura de sí o en alguien temeroso que no se atreve a afrontar los riesgos.

2. Escucha a tus pensamientos. No se trata de que caigas en el juego de los pensamientos rumiativos que te sumen en un círculo vicioso marcado por la ansiedad sino de que intentes entender de dónde han surgido. Es probable que descubras temores que no conocías y esa parte de tu personalidad que no estabas dispuesto a aceptar saldrá a la luz. Al principio puede ser un poco doloroso pero es un proceso vital para que aprendas a aceptarte tal cual eres, con tus fortalezas y tus defectos.

3. Siente tus emociones. No intentes reprimir o ignorar lo que sientes porque eso no hará que el problema desparezca, tan solo conseguirás enterrarlo en algún lugar del inconsciente, donde continuará haciendo daño. En vez de eso, date permiso para llorar o enojarte. Las reacciones emocionales intensas son normales cuando vivimos periodos de gran estrés, si dejas que fluyan con libertad, te sentirás liberado y podrás retomar la rutina cotidiana con mayor rapidez.

4. Sé condescendiente. A menudo nos negamos muchas cosas porque creemos que no somos merecedores de ellas. Sin embargo, para relacionarte mejor contigo mismo es fundamental que aprendas a ser más tolerante con tus errores y que comprendas que un fallo no te hace peor persona. Además, cuando logres alcanzar una meta, prémiate, date un pequeño capricho que te haga sentir bien. Es sorprendente pero al asumir esta actitud, te sentirás automáticamente mejor contigo mismo.

5. Analiza tus comportamientos. Cada día, antes de poner la cabeza en la almohada, piensa en esos comportamientos, actitudes o reacciones que has tenido pero que no te gustaron. Intenta descifrar sus causas y piensa en respuestas alternativas que te hubiesen agradado mucho más. Por ejemplo, si durante el día te comportaste de manera grosera con un compañero de trabajo porque este hizo una crítica que no te gustó, piensa en cómo podrías haber reaccionado de manera más asertiva. De esta manera, la próxima vez que te ocurra algo similar, sabrás cómo comportarte. Al hacer este pequeño ejercicio no solo estás aceptando un error sino que también estás trabajando para evitar que vuelva a ocurrir en un futuro. Te conviertes en una persona mejor.

Jennifer Delgado Suárez

Soy psicóloga. Por profesión y vocación. Divulgadora científica a tiempo completo. Agitadora de neuronas y generadora de cambios en mis ratos libres. ¿Quieres saber más sobre mí?

No te pierdas ni un artículo

Al inscribirte a Rincón de la Psicología aceptas nuestra Política de Privacidad. Pero no te preocupes, ¡odio el spam tanto como tú!

Sigue alimentando tus neuronas

Tu cerebro se encoge, pero con estos alimentos podrás mantenerlo más joven

Medèn ágan, la antigua lección de los griegos que hemos olvidado

La cualidad que puede hacerte más feliz a lo largo de la vida

Interacciones con los lectores

Comentarios

  1. Marjorie Silva dice

    25/04/2014 en 6:17 PM

    Querida amiga me ha gustado mucho tu artículo. Muchas de las cosas que allí sugieres las he puesto en práctica desde hace como año y medio, no sólo aumentó mi autoestima sino que afectivamente no dependo de otros. Aprendí a consentirme,a verme al espejo y decirme las palabras bonitas que en algún momento deseaba me dijeran otros, aprendí a abrazarme a mi misma, a no cuestionarme o criticarme tan fuerte (era demasiado severa conmigo misma. Es increible como todo esto te fortalece y dependes menos de los demás, emocionalmente hablando.
    Gracias por tus enseñanzas
    Un abrazo y feliz fin de semana

    Responder
  2. Jennifer Delgado dice

    26/04/2014 en 8:42 AM

    Hola Marjorie,
    Como siempre, un placer tenerte por acá.
    En efecto, hay pequeños detalles que pueden dar lugar a grandes cambios. Lo que pasa es que la mayoría de las personas los pasa por alto porque creen que no son importantes.
    Aprender a aceptarse y, sobre todo, a amarse con nuestros defectos y virtudes, es la piedra angular para vivir de manera más plena y sentirnos satisfechos.
    Gracias por compartir tus experiencias,
    Un abrazo

    Responder
  3. Toti dice

    03/05/2014 en 10:50 AM

    Buscando y buscando llegue hasta aquí y realmente era lo q necesitaba. Buenos consejos. Muchas gracias por compartir estas ideas. Saludos

    Responder

Deja una respuesta Cancelar la respuesta

Tu dirección de correo electrónico no será publicada. Los campos obligatorios están marcados con *

Barra lateral primaria

Lo más nuevo

  • Tu cerebro se encoge, pero con estos alimentos podrás mantenerlo más joven
  • Medèn ágan, la antigua lección de los griegos que hemos olvidado
  • La cualidad que puede hacerte más feliz a lo largo de la vida
  • Acabar el día con amor, el poder de los besos de buenas noches a los hijos
  • El rasgo de personalidad que puede predecir la depresión un año antes

Lo que estoy leyendo

No te pierdas las novedades

Por Telegram: @Rincon_psicologia

Footer

Profundiza

Empatía · Zona de Confort · Expectativas · Wu Wei · Intransigente · Resiliencia · Resistencia al cambio · Películas Psicológicas · Emociones y Sentimientos · Combatir la Ansiedad · Libros de Psicología · Combatir la depresión · Indiferencia · Ecuanimidad · Frases Psicológicas · Manipulador · Paz interior

Blog de Psicología

Artículos sobre la salud mental y el crecimiento personal, técnicas psicológicas, estudios sobre el cerebro, trastornos mentales y libros de Psicología para comprender cómo funciona la mente. También en Italiano e Inglés.

Sígueme la pista

  • Facebook
  • Instagram
  • LinkedIn
  • Twitter

Política de Privacidad · Licencia de Contenido · Publicidad

Este sitio está hecho con mucho amor, varias tazas de café y algunas cookies, que usamos con fines analíticos y para mostrarte contenido personalizado.¡Vale!Rechazar Leer Más
Siempre activado
GUARDAR Y ACEPTAR