
El amor puede ser una experiencia maravillosa, pero a menudo también es compleja, cambiante y confusa. De hecho, son pocas las parejas que logran mantener viva la llama del amor a lo largo de los años. Muchas terminan ahogadas bajo el peso de la rutina, asfixiadas por las discusiones y superadas por los conflictos y los roces cotidianos. Y es que la convivencia es una dura prueba para el amor romántico.
El principio de Pareto o la regla 80/20 en el amor
Corría el año 1906 cuando el filósofo, sociólogo y economista italiano Vilfredo Federico Pareto notó que aproximadamente el 20% de la población poseía el 80% de la propiedad. Años más tarde introduciría el principio de Pareto, una medida de la desigualdad en la distribución de la riqueza.
Posteriormente, otros investigadores probaron su regla y establecieron que aproximadamente el 80% de los efectos proviene del 20% de las causas. Este principio encontró aplicación rápidamente en el área de la administración, la productividad y la gestión del tiempo, donde se afirma que destinamos el 20% de nuestra energía y tiempo a hacer el trabajo más duro, el que verdaderamente importa, y empleamos el 80% restante de nuestra fuerza y tiempo en tareas bastante intrascendentes.
Sin embargo, el principio de Pareto también es aplicable a las relaciones. De hecho, nos ayudaría a enfocarnos en lo que realmente importa, en vez de destinar tanta energía a discusiones insignificantes que terminan socavando la relación.
Según la regla 80/20, solo una pequeña cantidad de comportamientos, interacciones o inversiones emocionales son responsables de nuestra felicidad y satisfacción en una relación. A pesar de que cada vínculo es único, hay momentos clave que suelen tener un peso emocional significativo para muchas parejas. Estos momentos representan el 20%, pero pueden marcar el 80% de la diferencia acerca de cómo nos sentimos en la relación.
Por desgracia, imbuidos en las prisas, la rutina y la logística cotidiana, a menudo descuidamos esos momentos y prestamos demasiada atención a comportamientos o interacciones que aportan poco a la relación o que incluso la enturbian.
¿Cómo identificar las interacciones clave para la relación?
Uno de los principales beneficios de la regla 80/20 en la relación de pareja es que nos ayuda a desarrollar expectativas realistas. En un mundo que nos bombardea constantemente con la ilusión del amor perfecto, el principio de Pareto es un recordatorio de la realidad humana.
También nos anima a centrarnos en lo positivo, en todo aquello que el otro aporta a la relación, en vez de amplificar sus defectos o fallos. Este cambio de perspectiva fomenta un clima positivo, de respeto y admiración mutua. Cuando las parejas aprecian lo que tienen, en lugar de lamentarse por el 20% que les falta, pueden sentar las bases para una relación duradera.
Entonces, ¿cómo encontrar ese 20% que marca la diferencia en una relación? Cada pareja es diferente, así que es necesario que identifiquen y prioricen lo que realmente mejora su conexión.
- Identifica lo que os une y valoráis
Piensa en las interacciones que te unen a tu pareja. Puede ser una charla profunda, un gesto inesperado de apoyo o un momento de silencio cómplice. Recuerda que muchas veces, los momentos de mayor impacto no son espectaculares ni grandiosos. Suelen ser simples pero significativos: acompañar al otro, compartir una tarea cotidiana o estar presente sin distracciones.
Estas experiencias suelen ser memorables y fortalecen el vínculo emocional. Pero también es importante que os fijéis en aquellas que generan gratitud y felicidad, en los pequeños gestos que favorecen la confianza y el compromiso. En definitiva, en todo aquello que valoráis y os llena.
Lo ideal es que cada uno lleve una especie de “diario de relaciones” en el que anote esos momentos. También podríais preguntaros: “¿Qué pasaría si no existieran esos momentos?” Imagina tu relación sin esas interacciones o gestos. ¿Qué extrañarías más? Ese ejercicio mental os ayudará a descubrir el 20% de las acciones que tienen un mayor impacto emocional.
- Buscad “fallos” emocionales
Al mismo tiempo, podéis trabajar en ese 20% de las interacciones que generan el 80% de las discusiones y el malestar en la pareja. De hecho, si notáis que os enfadáis siempre por lo mismo o que tenéis discusiones de pareja “por tonterías”, sería conveniente cerrar esa brecha energética.
Analizad vuestras frustraciones recurrentes o desconexiones emocionales. Prestad atención a esos momentos en los que ambos os sentís incomprendidos, distantes, juzgados o infravalorados. Pensad en lo que más os molesta del otro, esas cosas que os hacen hervir la sangre una y otra vez o que os aleja como pareja.
Solucionar estos pequeños pero persistentes fallos en la comunicación o el comportamiento puede mejorar en gran medida la satisfacción general, eliminando las barreras a la cercanía emocional.
- Compartid vuestros descubrimientos y llevarlos a la práctica
A veces, en la pareja se realizan demasiadas suposiciones. Imaginar que lo que nosotros valoramos y nos hace felices coincide al 100% con lo que el otro valora y le hace feliz puede conducir a malentendidos. Asumir que sabemos lo que el otro necesita o lo que no soporta puede llevar a frustraciones, mientras que preguntar y escuchar fortalece la conexión y construye una base de comprensión mutua.
Una conversación sincera puede despejar las dudas para comprender qué momentos o acciones la otra persona considera más significativas. Compartir lo que hace feliz a cada uno y lo que cada quien aprecia, así como las cosas que no le gustan, evita realizar suposiciones erróneas, permite identificar patrones comunes y enfocar los esfuerzos en aquello que realmente importa. Eso les dará una base sobre la cual trabajar y concentrar su energía.
Luego, solo tenéis que buscar estrategias para fomentar los comportamientos que os unen y comprometeros con cambiar aquellos que crean barreras en la relación. Podéis crear rituales significativos que os hagan sentir bien y esforzaros por eliminar los disparadores emocionales que activan los comportamientos dañinos.
En sentido general, la regla 80/20 nos invita a fomentar el crecimiento y la satisfacción dentro de la relación. Nos invita a ser más conscientes del impacto de nuestros gestos, palabras y actitudes, así como a reconocer y celebrar las fortalezas de la pareja, encontrando formas de apoyarse mutuamente en las áreas de debilidad. Nos invita a asumir una actitud más madura y realista para construir una relación en la que ambos se sientan valorados y comprendidos, a pesar de sus imperfecciones.
Así, en vez de dispersar tu energía, hasta el punto de sentirte emocionalmente agotado y cada vez más frustrado o confundido, ambos podrán concentrarse en las interacciones más satisfactorias y trabajar en aquellas que más afectan la relación. Eso conservará vuestra energía emocional, que podéis dedicar a construir momentos más significativos y memorables.
Referencias Bibliográficas:
Travers, M. (2024) How the 80/20 Principle Can Protect a Relationship. En: Psychology Today.
Smith, P. F. (2023) The Pareto principle in romantic relationships the 80/20 rule: Mastering the Art of Balance and Prioritization in Love (Love and Relationships).
Rodd, J. (1996) Pareto’s law of income distribution, or the 80/20 rule. Journal of Philanthropy and Marketing; 1(1): 77-89.
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