Alguien habla por teléfono, otro parece que está preparando la cena porque huele realmente bien, hay quienes descansan frente al televisor y en la ventana de al lado se adivina una fiesta muy animada. Otros se preparan para irse a dormir…
Sin embargo, si aprendemos a estar plenamente presentes y dejamos volar nuestra imaginación, algunas noches pueden llegar a ser especiales sin que ocurra nada especial. Nos rodea un mundo maravilloso que espera ser redescubierto.
Marbella Lizárraga Aguiar dice
Es un fabuloso libro que de ninguna manera pienso que sea un laberinto es que un espíritu dormido no podía ver la sertesa que es es inevitable porque así será.
Nieves dice
Un libro precioso y recomendable cien por cien, los dibujos maravillosos.