Todos tenemos preocupaciones, problemas cotidianos que nos causan cierto grado de estrés. Es algo normal pero si dejamos que el estrés se acumule, este terminará causándonos daño. Por eso es fundamental aprender a relajarnos y hacerlo de una manera rápida y eficaz.
En realidad, los métodos para lidiar con el estrés son muy sencillos pero eso no significa que sean del dominio de todos y mucho menos que siempre nos recordemos de aplicarlos. En el pasado expliqué detalladamente varios ejercicios para relajar la mente pero ahora quisiera hacer referencia a un método mucho más rápido ideado por psicólogos de la Universidad de Seattle. Su objetivo es mitigar las emociones negativas que generan las preocupaciones diarias.
Relajación rápida en cinco pasos
- Sé consciente. Se trata de un paso que normalmente nos saltamos porque la mayoría de nosotros vamos por la vida de listillos pensando que sabemos la respuesta pero en realidad muy pocos buceamos lo suficientemente profundo como para conocer con exactitud por qué nos sentimos nerviosos o estresados. Por tanto, lleva un diario de la ansiedad, donde reflejes cómo te sientes física y emocionalmente e intentes encontrar la causa de este problema. Se trata de un paso importante porque así podrás concientizar no solo cómo te sientes sino que te verás obligado a reflexionar sobre tu día a día y las estrategias que usas normalmente para enfrentar los problemas.
- Aprende a respirar. Para combatir los ataques de ansiedad la mejor estrategia es respirar profundamente, tomando el aire por la nariz, reteniéndolo y después expulsándolo suavemente por la boca. Concentrar nuestra atención en la respiración es muy beneficioso. En primer lugar, nos hace sentir que tenemos el control de la situación y, en segundo lugar, le envía a nuestro cerebro una señal de que estamos bien. Como resultado, nos sentimos inmediatamente más seguros, confiados y relajados.
- Calma los pensamientos. Cuando una persona se siente ansiosa y estresada, sus pensamientos se desbocan, por su mente cruzan decenas de ideas a la velocidad de la luz. Esto solo consigue crearle más ansiedad. Por tanto, cuando te sientas así, simplemente repítete: “me estoy calmando”, “estoy calmando mis pensamientos”. Cuando repites estas palabras durante algunos minutos, estarás obligando a tu cerebro a romper la cadena de pensamientos que habías creado.
- Involúcrate en diferentes actividades. En realidad, si la persona ansiosa y estresada se queda sentada tranquilamente sin hacer nada, los pensamientos volverán a asaltarla. Por eso, cuando te sientas ansioso, elige alguna actividad placentera que demanda cierta energía mental. Así mantendrás a tu mente ocupada.
- Duerme. Las personas con ansiedad suelen tener problemas para conciliar el sueño, lo cual hace que su cerebro no descanse lo suficiente y el próximo día se mostrará aún más irritable. Por tanto, cuando tengas muchas preocupaciones o te sientas estresado, deberás dormir al menos seis horas. He aquí algunos consejos para combatir el insomnio.
Fuente:
Paukert, A. L. et. Al. (2013) The Peaceful Mind Manual: A Protocol for Treating Anxiety in Persons With Dementia. Behavior Modification; 37(5).
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