En los últimos años los reality show han alcanzado límites inimaginables. El “Gran Hermano” dio la luz verde y toda una caterva de copias le siguieron. Por eso no es extraño que exista una patología relacionada con esta nueva tendencia: el Síndrome de Truman. Su nombre hace referencia a la famosa película donde aparece Jim Carrey ejerciendo de sujeto experimental para un show televisivo nacional que graba al personaje durante toda su vida dentro de un escenario artificial.
Como podrás presuponer, se refiere a una patología en la cual las personas sienten que están viviendo en un gran show de televisión y se trata de una nueva variante del delirio paranoide. De hecho, cuando se vivía en los tiempos de la guerra fría los enfermos solían pensar que estaban siendo espiados por los miembros del KGB o de la CIA. Ahora le ha tocado el turno a la comunicación audiovisual y por eso las personas desarrollan una nueva idea delirante: la creencia de que están siendo grabados en directo por un importante programa de televisión.
Lo interesante es que los casos de personas afectadas por este problema han ido aumentando y tampoco han faltado quienes se han personificado en las oficinas del FBI para exigir que le liberasen de la tensión de ser grabado constantemente por las cámaras.
Joel Gold, psiquiatra del Hospital Bellevue de Nueva York, lleva algunos años estudiando esta patología y ya ha encontrado a cinco pacientes que afirman haber vivido algo muy similar a lo acontecido en la película “El show de Truman”.
Uno de sus pacientes viajó expresamente hasta Nueva York para comprobar si las Torres Gemelas seguían estando allí porque creía que la emisión en directo de los atentados del 11-S era parte del guión de su reality show.
Otro paciente confesó su intención de acudir a lo más alto de la Estatua de la Libertad convencido de que los guionistas le reunirían allí con el “amor de su vida”. Si al llegar ella no estaba, estaba dispuesto a saltar al vacío. Por ende, podemos comprender que se trata de un delirio que puede acabar en tragedia.
Cuando Gold publicó la historia de estas personas, otros psiquiatras se motivaron a hacer públicos sus casos y así se descubrieron unos 50 casos más. Uno de los más interesantes fue publicado en la Journal of Psychiatry y hacía referencia a un joven cartero de 26 años que estaba convencido de que él era el héroe epónimo de la cinta.
A diferencia de otras enfermedades como el Síndrome de Capgras (en el que el paciente cree que sus familiares han sido reemplazados por impostores) o el Síndrome de Frégoli (que consiste en creer que las personas conocidas no son quienes dicen ser aunque tengan el mismo cuerpo), el Síndrome de Truman tiene la particularidad de que incluye la creencia en una conspiración a nivel mundial.
Obviamente, el hecho de que los reality show sean siempre más usuales, que en YouTube cualquiera pueda tener audiencia incluso si no tiene talento y los millones de cámaras colocadas por toda la ciudad contribuyen a exacerbar esta creencia.
Finalmente, vale aclarar que el Síndrome de Truman en realidad es un síntoma más de la psicosis, una idea a partir de la cual el paciente entreteje toda una historia delirante. Por eso, los manuales de Psiquiatría no lo reconocen ya que no es un nuevo diagnóstico en sí mismo sino más bien una variante del contenido de los delirios de persecución o de grandeza que suelen ser comunes en las personas con esquizofrenia u otros tipos de psicosis.
Fuentes:
Skodlar, B.; Dernovsek, M. Z. & Kocmur, M. (2008) Psychopathology of schizophrenia in Ljubljana (Slovenia) from 1881 to 2000: changes in the content of delusions in schizophrenia patients related to various sociopolitical, technical and scientific changes. The International Journal of Social Psychiatry; 54 (2): 101–111.
Fusar-Poli, P.; Howes, O.; Valmaggia, L. & McGuire, P. (2008) Truman signs and vulnerability to psychosis. British Journal of Psychiatry; 193 (2): 168.
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