Cada día tenemos más posibilidades para comunicarnos pero nos sentimos más solos. Es como si la soledad avanzara con pasos lentos pero inexorables cerrando cada vez más su círculo a nuestro alrededor. Dicho así podría parecer el tema de un libro de Saramago o quizás la trama de un filme futurista de ciencia ficción pero no es el caso; la soledad es contagiosa.
¿Por qué la soledad es contagiosa?
Las relaciones entre la soledad y las redes de apoyo social ha sido un tema bastante tratado e investigado en la Ciencia Psicológica. Todos sabemos que las personas que no tienen una red de apoyo social suficientemente sólida sienten con más tenacidad la mordida de la soledad. Sin embargo… ¿la sensación de soledad podría extenderse al resto de las personas que rodean al aquejado?
Esta misma pregunta se la plantearon psicólogos de las universidades de Chicago, California y Harvard. Estos investigadores se propusieron valorar cómo se difunde la soledad a través de las redes de apoyo social y qué patrones sigue. Para esto estudiaron durante un periodo de diez años a un total de 5.100 personas y sus contactos sociales.
Los resultados indican que la soledad se puede extender hasta un máximo de tres grados de separación de la persona centro o foco. ¿Qué quiere decir esto? Que la soledad es altamente contaminante y que se extiende incluso allí donde no existen fuertes relaciones interpersonales, es decir, más allá de los amigos íntimos, la pareja o los familiares más cercanos.
Las personas, como promedio, experimentan la soledad alrededor de 48 días al año pero tener un amigo solitario le añade 17 días más a la ya de por sí media elevada. En comparación, este amigo disminuye sus días solitarios en un 5% al anual. Las mujeres, es casi una verdad de Perogrullo, son más susceptibles al contagio.
Lo más curioso es que las personas que eran infectadas por la soledad iban quedándose al margen del grupo y aislándose cada vez más; promoviendo de esta forma, de manera objetiva, más soledad.
¿Cómo protegerse del «contagio»?
¿La solución? Estos psicólogos afirman que el contagio se puede detener protegiendo a las personas que se encuentran en la periferia de las redes de amigos. Así, cada persona al interno del «grupo solitario», si puede llamársele así sin que sea un contrasentido, volvería a su estado emocional «normal».
Por supuesto, el término contagio se utiliza como una metáfora para indicar que cuando percibimos los sentimientos de otras personas tenemos cierta tendencia a ser empáticos con los mismos. Así, si nos encontramos con alguien que es feliz y sonríe, ese toque de alegría probablemente también nos ilumine el día a nosotros. Al contrario, si tenemos amigos taciturnos, que tienden a aislarse y a experimentar depresión; invariablemente su estado de ánimo ejercerá cierto efecto en cada uno de nosotros.
No obstante, aunque sea un fenómeno ya conocido por la empiria psicológica, la importancia del estudio radica en el hecho de que la soledad es un sentimiento altamente negativo con amplias y muy negativas repercusiones para la salud humana. Así, creo que vendría siendo hora de pensar en crear barreras protectivas que nos defiendan contra su avance.
Fuente:
Cacioppo, J. T.; Fowler, J. H. & Christakis, N. A. (2009) Alone in the crowd: The structure and spread of loneliness in a large social network. Journal of Personality and Social Psychology; 97(6): 977-991.
Anónimo dice
Soy una sola patológica, mi diagnóstico es personalidad borderline, y prefiero estar sola a tener cualquier tipo de compañía, las dos únicas personas con las q estoy cómoda aunque no inteactuo mucho con ellas son mi hija, mi madre, y la muchacha q me ayuda q por cierto vive conmigo. Todos los días tengo que ir a mi trabajo y es el único momento en q acepto compañía, mi grupo de amigos ya no me invitan, porq ni siquiera le contesto las llamadas, y esto cada vez se vuelve más grave. Antes iba a reuniones con mis amigos, mis amigas venían a mi casa, etc. estaba medianamente acompañada. Ahora estoy muy mal cada vez me hundo más en mi patología y en mi soledad. Qué me recomiendan?, me estoy hundiendo cada vez más en mis características negativas y en mi soledad. ¡AUXILIO¡
Jennifer Delgado Suarez dice
Ya has dado un gran paso: reconocer tu problema.
El segundo paso es marcarte una estrategia, ponerte objetivos que sean fácilmente alcanzables. Por ejemplo, proponerte responder a una llamada telefónica para así, sucesivamente, ir aumentando tu grado de sociabilidad.
La clave está en proponerse metas alcanzables que vayan aumentando el grado de complejidad. Y, por supuesto, en ser perseverantes.