
La eyaculación precoz es un problema que afecta a millones de parejas. La mayoría de los casos tienen un origen de índole psicológico pero eso no implica que no ocurran cambios a nivel cerebral. De hecho, un estudio realizado por investigadores del Raymond Poincaré Hospital de Garches, en Francia, nos desvela algunos de los mecanismos neurológicos que subyacen a la eyaculación precoz.
Estos investigadores analizaron decenas de estudios publicados sobre el tema y llegaron a la conclusión de que la serotonina desempeña un papel fundamental en este trastorno. Para comprender mejor su acción, es necesario comprender que el circuito neuronal eyaculatorio incluye desde las áreas medulares hasta aquellas cerebrales, formando una red altamente interconectada a través de la cual fluyen los estímulos y las respuestas.
Los centros espinales simpáticos, parasimpáticos y somáticos actúan bajo la influencia de los estímulos que se aplican directamente en el cuerpo, los cuales se procesan a nivel de médula espinal y se integran finalmente en el cerebro. Todo esto funciona con extraordinaria precisión para ir coordinando los eventos fisiológicos que dan lugar a la eyaculación.
En este punto es cuando entre en juego la serotonina, que ejerce un papel inhibitorio de la eyaculación. La serotonina es un neurotransmisor que equilibra el deseo sexual pero también está relacionada con el miedo, la angustia y la ansiedad.
De hecho, se conoce que aproximadamente el 90% de los hombres que padecen de eyaculación precoz tienen niveles anómalos de serotonina. Específicamente, tendrían problemas en algunos receptores de serotonina. ¿Qué significa esto?
Indica que el cerebro de los hombres con eyaculación precoz puede producir la cantidad de serotonina necesaria pero esta no ejerce sus funciones porque no hay suficientes receptores que se lo permitan. Por eso los inhibidores selectivos de la recaptación de serotonina han demostrado su utilidad para tratar la eyaculación precoz.
La buena noticia es que si somos capaces de producir una mayor cantidad de serotonina, nuestro cerebro reacciona mejorando la eficacia de esos receptores. Por tanto, en vez de echar mano a los medicamentos para la depresión y otros fármacos que tienen esa misma función, lo ideal es apostar por una alimentación que promueva la producción de serotonina.
En este sentido, se debe aclarar que no existen alimentos ricos en serotonina pero algunos tienen compuestos como el triptófano, a partir del cual se sintetiza esta sustancia. Algunos de los alimentos ricos en triptófano son: el pescado, las legumbres, el queso, los huevos, los cereales integrales y las carnes.
Fuente:
Giuliano, F. & Clément, P. (2006) Serotonin and Premature Ejaculation: From Physiology to Patient Management. European Urology; 50(3): 454–466.
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