Superar la ansiedad social trabajando sobre las distorsiones cognitivas

 

Una interesantísima investigación realizada por Edna Foa se focalizó en preguntarle a las personas que padecían de ansiedad social sus expectativas sobre diferentes eventos. Básicamente, se les preguntó sobre las probabilidades de que un suceso negativo tuviese lugar y también se indagó en las posibles consecuencias que este tendría.

 

Los resultados indicaron que las personas con ansiedad social sobrestimaban las probabilidades de que ocurriesen eventos negativos. En práctica, pensaban que este tipo de eventos y sus consecuencias eran muy probables por lo que realizaban lo que en el ámbito de la Psicología se conoce como “predicciones negativas”. Lo curioso es que estas personas solo eran catastrofistas respecto a los eventos sociales.

 

Una de las razones por la cual las personas con ansiedad social exageran las probabilidades de que pasen estos eventos negativos es porque ignoran la información real que contradice sus expectativas y cálculos. Por eso, superar la ansiedad social es más fácil que enfrentar la ansiedad generalizada.

He aquí algunos consejos para superar la ansiedad social trabajando sobre las distorsiones cognitivas, es decir, sobre lo que consideras real pero no lo es:

1. Pregúntale a las otras personas: uno de los principales problemas de las personas que tienen un pensamiento catastrofista es que no confrontan sus ideas con las opiniones de los demás, por eso no pueden tener una perspectiva muy objetiva de las cosas. Ante las dudas, pídele su criterio a tus amigos o familiares, comparte tus preocupaciones y pregúntale sobre las posibles consecuencias que ellos avizoran.

 

2. Examina tus experiencias: a menudo, llevados por la emoción del momento, no somos capaces de valorar con objetividad una situación. Sin embargo, si te tomas un tiempo para reflexionar sobre el pasado te darás cuenta de que la mayoría de tus temores son infundados y que las consecuencias de un problema son menores de las que imaginas.

 

3. Reconsidera la validez de tus creencias: en vez de pensar que se acabará el mundo (tu mundo) si te ocurre esto o aquello, piensa si en alguna ocasión alguien ha muerto por la causa que te parece una tragedia. Te darás cuenta de que, aparte de algún que otro mal momento, las consecuencias no son mayores, eres tú quien las magnifica en tu mente.