Educar a un niño no es tarea sencilla, requiere mucha paciencia y dedicación. Y es que a medida que el pequeño comienza a crecer y a ganar autonomía e independencia, la docilidad de los primeros años desaparece y en su lugar emergen conductas más rebeldes y hasta desafiantes. En muchos casos estos comportamientos desaparecen por sí solos pero otras veces es imprescindible tomar cartas en el asunto y frenar las conductas inadecuadas.
En este punto los padres suelen echar mano a los consejos que se han transmitido de una generación a otra pero lo más eficaz sería apostar por determinadas técnicas conductuales, que son muy eficaces y ofrecen resultados en un plazo de tiempo relativamente corto.
Estas técnicas provienen del enfoque conductista según el cual, una vez que se ha aprendido un comportamiento, también se puede desaprender si se aplican los estímulos adecuados. Lo más interesante de estas técnicas conductuales es que no son complejas, cualquier padre puede ponerlas en práctica, solo demandan un poco de perseverancia.
De hecho, al inicio muchos piensan que no surten efecto porque por lo general se produce un aumento en la intensidad y la frecuencia de las conductas que se quieren evitar. Sin embargo, esta reacción simplemente te indicará que vas por el buen camino, solo tendrás que tener un poco de paciencia.
Las técnicas conductuales más eficaces para erradicar los comportamientos negativos infantiles
1. Tiempo fuera o retirada de atención
Se trata de una técnica muy eficaz para el control de la conducta infantil y en especial para aquellos comportamientos que se expresan a través de rabietas, enfados y otras manifestaciones agresivas. En esencia se trata de que, ante las conductas inadecuadas del niño, le dejes de prestar atención. De esta forma estarás eliminando el refuerzo positivo y, ante su ausencia, la conducta desaparecerá.
Básicamente, el problema es que el niño se adapta a recibir más atención mientras se enoja o cuando tiene una rabieta por lo que estos comportamientos se convierten en una forma de comunicación y, en muchas ocasiones, en una vía fácil para obtener lo que desea. Vale aclarar que esta técnica es mucho más eficaz si durante el comportamiento a eliminar los padres dejan al pequeño solo en la habitación o lo envían a otra estancia donde no pueda entretenerse con ninguna otra actividad.
La idea es que retires la atención justo cuando comienza a manifestar la conducta pero el distanciamiento no debe durar demasiado (un máximo de 20 minutos en el caso de los niños más grandes), pues la intención no es castigarlo sino que comprenda que con su conducta no logrará obtener lo que se proponía, lo cual generará una ligera ansiedad por separación. Al contrario, si el tiempo de aplicación de la técnica se extiende demasiado puede ser contraproducente y se corre el riesgo de que el niño se sienta abandonado, lo cual puede provocar consecuencias negativas.
Por supuesto, no siempre se puede dejar solo a un niño, sobre todo si el comportamiento aparece en un sitio público o si existe el riesgo de que puede hacerse daño. En esos casos, deberás evitar el contacto visual y la comunicación con el pequeño hasta que la conducta haya cesado. Una vez que el comportamiento haya desaparecido, no es necesario que le amenaces, le reproches o le sermonees pues eso puede empeorar la situación. Espera a que el niño se calme para volver a brindarle atención.
2. Intención paradójica
Esta técnica conductual es muy eficaz pero si no se aplica adecuadamente puede tener un efecto bumerán en el comportamiento que se desea eliminar. En esencia, se trata de pedirle con pocas palabras que haga lo que deseas evitar. Por ejemplo: si quieres que el niño se quede en silencio mientras revisas el correo electrónico, sencillamente le pedirás que comience a hablar o que grite.
A primera vista puede parecer un contrasentido pero poco a poco esta técnica conductual irá dando sus frutos. Es probable que las primeras veces el niño se sienta muy satisfecho porque ha logrado su propósito pero a medida que pase el tiempo su motivación por la conducta en cuestión irá disminuyendo porque notará que no te enfadas, que no provoca ninguna reacción emocional en ti. De esta forma, es probable que el comportamiento se vaya extinguiendo. Cuando los roles se invierten, el niño deja de ser desobediente para comenzar a obedecer las órdenes de los adultos.
3. Economía de fichas
Esta es una técnica conductual muy útil cuando se pretende reforzar el comportamiento positivo del niño y eliminar sus conductas negativas. Se trata de ofrecerle puntos por cada conducta positiva que tenga, o sea por cada comportamiento negativo que logre superar. Así, irá acumulando varios puntos hasta llegar a una cantidad determinada, que deberá ser negociada previamente con el niño, momento en el cual se le ofrecerá un premio por su buena conducta.
Un aspecto esencial en el momento de la aplicación de esta técnica consiste en la negociación previa con el niño de la cantidad de puntos a premiar, así como los premios intermedios y finales. De esta manera, se incrementará la motivación del pequeño por eliminar su comportamiento negativo lo antes posible. Puedes crear un tablón donde vayáis anotando los puntos y los premios, siguiendo un plan establecido de antemano.
En caso de mal comportamiento, también puedes quitarle algunos puntos pero siempre y cuando lo hayas pactado antes con el niño. Lo esencial de esta técnica conductual es lograr que se percate de que comportándose bien obtiene mayores beneficios y privilegios que con su actitud negativa. No se trata de que el niño aprenda a funcionar a base de premios sino de propiciarle, al inicio, razones que lo motiven a cambiar sus comportamientos.
No olvides…
Estas técnicas conductuales son una solución rápida que puedes poner en práctica aquí y ahora pero no olvides que estos comportamientos han surgido por alguna razón. Antes de poner en práctica estos consejos es importante que logres descubrir sus causas. ¿El niño siente que no le estás dando la atención que necesita? ¿Demanda más afecto? ¿Está imitando el comportamiento de otras personas? ¿Podría haber un trastorno psicológico de base? ¿El mal comportamiento está causado por un estilo educativo inadecuado?
Gerardo dice
Hola. Soy Lic. En Psicología, leí su artículo y me resultó muy interesante. Creo que es fundamental para todo padre tener en cuenta estrategias para lidear con los hijos a la hora de la crianza. Con las familias que atiendo, les suelo recomendar que se informen respecto a cómo aprende el cerebro durante el desarrollo, ya que esto da luz hacia qué estrategias pueden llevar adelante. En particular, me gusta mucho esta conferencia que habla del tema: Las etapas del aprendizaje
Quizás sea de interés para otros lectores de su blog. Sigan con el trabajo que están haciendo, ya que es muy interesante. Saludos.
Jennifer Delgado dice
Gracias por el aporte.
En cuanto tenga unos minutos libre le echaré un vistazo a la conferencia. También creo que la información sobre las etapas del desarrollo es fundamental para que los padres encuadren mejor la educación de sus hijos.