Los amigos no son simplemente esas personas con quienes compartimos alegrías y penas, a quienes les contamos nuestros secretos y con quienes vivimos aventuras. Cada vez más estudios ponen de manifiesto la enorme importancia de elegir bien a nuestros amigos ya que su influencia sobre nosotros será decisiva, no solo desde el punto de vista emocional sino también intelectual.
Un estudio realizado en la Universidad de Florida reveló que nuestras madres no andaban tan desacertadas cuando nos animaban a elegir inteligentemente nuestras amistades. No se trata únicamente de que el grupo de amigos pueda ejercer una buena o mala influencia sobre nuestro comportamiento y valores sino que también puede catapultar nuestra inteligencia.
Tener amigos listos catapulta nuestra inteligencia
Los investigadores analizaron a 715 adolescentes, evaluando su nivel de inteligencia para compararla con la de sus compañeros. Descubrieron que el cociente intelectual de cada persona estaba relacionado con el de su mejor amigo o grupo al que pertenecía.
Sin embargo, lo más curioso fue que este fenómeno seguía una tendencia: las personas que se relacionaban con más compañeros muy inteligentes, tenían un CI superior a lo que cabría esperar teniendo en cuenta los tests de inteligencia que habían realizado años atrás.
De hecho, estos psicólogos analizaron a los niños de entre 10 y 11 años y su grupo de amigos, para volver a aplicar las pruebas cuando tenían 15 años y ver qué había cambiado.
Así comprobaron que no se trata simplemente de que las personas con un CI más alto elijan como amigos a otras personas inteligentes sino que el simple hecho de entrar a formar parte de este tipo de círculo social tiene un efecto positivo y desarrollador sobre la inteligencia, al menos durante las primeras dos décadas de la vida.
Los amigos potencian la Inteligencia Cristalizada
Estos psicólogos explican que “el grupo de amigos tiene un profundo impacto en la motivación de sus miembros”, animando a cada persona a desarrollar al máximo sus habilidades intelectuales. En otras palabras, pertenecer a un grupo que sea desafiante intelectualmente nos anima a seguir creciendo y amplía nuestro rango de intereses.
Los investigadores también explican que los amigos influyen mucho más en lo que se conoce como “inteligencia cristalizada”, que se encuentra relacionada con el uso de las habilidades, el conocimiento y la experiencia.
Mientras que la inteligencia fluida hace referencia a nuestra capacidad para resolver problemas nuevos sin tener ningún conocimiento previo, la inteligencia cristalizada se refiere a la amplitud y profundidad de los conocimientos que adquirimos y cómo los usamos de manera creativa y práctica para resolver los problemas.
La inteligencia cristalizada se va desarrollando a lo largo de la vida y es lógico suponer que nuestra red de amigos pueda aportarnos conocimientos y técnicas de resolución de problemas que nos permitan desarrollar nuestras habilidades intelectuales.
Por tanto, ahora ya lo sabes: si tienes un CI ligeramente superior a la media, quizá tendrías que agradecerle unos cuantos puntos a tus amigos de la infancia o la adolescencia.
Fuente:
Meldrum, R. et. Al. (2018) On the Longitudinal Association between Peer and Adolescent Intelligence: Can Our Friends Make Us Smarter? PsyArXiv.
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