Todos podemos sentirnos ansiosos en algún momento de nuestra vida. Antes de una entrevista de trabajo, durante la presentación de un proyecto importante o mientras esperamos los resultados de una prueba médica. Incluso los cambios positivos, como el matrimonio o la llegada de un hijo, pueden generar un poco de ansiedad.
Sin embargo, a veces esa ansiedad no nos abandona y se convierte en un obstáculo para afrontar nuestro día a día, arrebatándonos la serenidad. De hecho, los trastornos de ansiedad son el problema mental más común: se estima que una de cada seis personas desarrollará uno en algún momento de su vida.
Por desgracia, uno de los síntomas más habituales de la ansiedad es la parálisis. La ansiedad te hará creer que el mundo es un sitio hostil y peligroso. Te atormentará con preocupaciones absurdas y escenarios catastrofistas para que no te atrevas a hacer algo. Como resultado, muchas personas reducen paulatinamente su ámbito de actuación hasta terminar enclaustradas en casa.
Cuando problemas como el trastorno de estrés postraumático, la fobia social o los ataques de pánico están muy instaurados, puedes tener miedo a salir de casa, utilizar el transporte público o enfrentarte a la multitud. Eso limita tus posibilidades de buscar ayuda. La perspectiva de salir de casa para acudir a las sesiones terapéuticas puede parecerte una misión imposible.
En esos casos, la terapia online puede ser la tabla de salvación que necesitas, sobre todo durante las primeras etapas antes de la exposición a las situaciones estresantes o ansiógenas. De hecho, la terapia online es una excelente opción porque ayuda a las personas que sufren ansiedad desde la seguridad de su hogar.
No solo les proporciona tratamiento psicológico en su entorno habitual, sino que también contribuye a aliviar los sentimientos de vergüenza o el miedo a ser estigmatizados, por lo que anima a las personas con ansiedad a buscar ayuda. Muchas personas también se sienten más seguras y confiadas hablando a través de una pantalla, por lo que les cuesta menos abrirse emocionalmente y la terapia puede avanzar más rápido.
¿La terapia online para la ansiedad es eficaz?
La terapia online es una modalidad relativamente nueva, por lo que es comprensible que muchas personas tengan dudas sobre su eficacia. Sin embargo, las investigaciones realizadas hasta el momento han concluido que la terapia online es tan efectiva para tratar la ansiedad y otros problemas de salud mental como la terapia tradicional.
Un estudio realizado en Canadá con 62 personas que llevaban un mes siguiendo un tratamiento psicológico online reveló que el 96% estaban satisfechas con las sesiones, el 85% se sentían cómodas hablando con su terapeuta online y el 93% pensaban que podían compartir la misma información que en persona. Eso significa que la dinámica es bastante similar a la que se produce en las sesiones presenciales.
Por otra parte, un metaanálisis realizado en el Instituto de Neurociencias y Psicología del Comportamiento de California sobre la terapia cognitiva conductual online para la ansiedad, el trastorno de estrés postraumático y la depresión confirmó que esta modalidad ayudaba a las personas a comprender mejor sus problemas de salud mental. Los investigadores señalaron además que la terapia online fue particularmente beneficiosa para las personas con ansiedad que no habrían podido buscar la ayuda de un terapeuta en persona.
Por supuesto, para que la terapia online para la ansiedad funcione es importante que te sientas cómodo compartiendo información a través de las pantallas y que te comprometas con el tratamiento. Aunque no tengas que acudir presencialmente a una consulta, el terapeuta te animará a salir para que puedas enfrentar tus miedos, pero antes te dará las herramientas psicológicas que necesitas para evitar la retraumatización.
¿Cómo se desarrolla una sesión de terapia online?
La terapia online para la ansiedad se desarrolla prácticamente de la misma manera que la terapia presencial, la principal diferencia es el medio de comunicación. El terapeuta te ofrecerá el mismo grado de apoyo y comprensión que en la terapia cara a cara, solo que no existe la proximidad física, por lo que a menudo se trata de una terapia más directiva en la que se acentúa la comunicación verbal, la estabilización de la persona desde las primeras sesiones y las herramientas prácticas.
Un estudio realizado en la Universidad de Twente comprobó que en los programas online para la ansiedad se abordan las mismas cuestiones que en la terapia presencial, como el desarrollo de habilidades sociales, la asertividad, los ejercicios de respiración, las técnicas de reestructuración cognitiva y la exposición interoceptiva e in vivo a los estímulos fóbicos.
El desarrollo de diferentes aplicaciones también permite utilizar las mismas técnicas que en la terapia presencial. Más allá de las aplicaciones con realidad virtual o aumentada para tratar las fobias específicas, existen otras que permiten aplicar el EMDR, una técnica muy eficaz para superar los eventos traumáticos a través de la desensibilización y el reprocesamiento por medio de movimientos oculares o estimulación bilateral, usando el dedo para los movimientos oculares visuales o guiando al cliente para que se haga tapping.
Por tanto, la tecnología actual está difuminando las barreras entre el mundo físico y virtual, de manera que las sesiones de terapia online ya no difieren mucho de una consulta presencial.
La elección del terapeuta es clave
Los buenos resultados en la terapia no dependen tanto del medio de comunicación como de la relación entre el paciente y el psicólogo. Esa fue la principal conclusión a la que llegó la Asociación Estadounidense de Psicología tras analizar los diferentes factores que influyen en la eficacia de la psicoterapia.
Su informe incluso indicó que “la relación terapéutica es tan poderosa, o incluso más, que el método de tratamiento particular que usa el terapeuta”. Sin duda, una buena relación terapéutica logra que la persona establezca un vínculo emocional, mejora la adherencia al tratamiento y permite aprovechar al máximo los beneficios de la terapia.
Existen muchos factores que pueden influir en la calidad de esa relación, por lo que a la hora de elegir el psicólogo no basta con comprobar si está colegiado o tiene experiencia en el tratamiento de la ansiedad. Para facilitar esa conexión y el éxito de la trayectoria terapéutica, Buencoco – plataforma de psicología online – ha ideado un sistema de matching que selecciona a los profesionales con la especialidad y las competencias más adecuadas según el perfil de cada persona.
Respondiendo a una serie de preguntas sobre tus preferencias, estado emocional y objetivos, la plataforma te propone el psicólogo o la psicóloga que mejor encaje con tus necesidades. Así no tendrás que buscar entre miles de profesionales y diferentes tipos de terapias.
¿Cuánto cuesta un psicólogo en esta plataforma? En España, el precio medio de una consulta psicológica es de 50 euros, aunque varía de un profesional a otro. No obstante, la terapia online suele ser más económica.
En Buencoco, por ejemplo, la primera consulta cognoscitiva es gratuita. En ese primer contacto podrás conocer mejor al psicólogo o psicóloga, explicarle tus inquietudes, problemas, expectativas y dudas y, por supuesto, decidir si deseas iniciar la terapia con ese profesional.
Si decides seguir adelante, la terapia individual tiene un costo de 34 euros, por unos 45 y 50 minutos. Por supuesto, el número total de sesiones varía según el itinerario terapéutico acordado con el psicólogo.
Fuentes:
Pages 303-315. Norcross, J. & Lambert, M. J. (2018) Psychotherapy relationships that work III.Psychotherapy; 55(4): 303-315.
Kumar, V. et. Al. (2017) The Effectiveness of Internet-Based Cognitive Behavioral Therapy in Treatment of Psychiatric Disorders. Cureus; 9(8): e1626.
Urness, D. et. Al. (2006) Client acceptability and quality of life – telepsychiatry compared to in-person consultation. Journal of Telemedicine and Telecare; 12(5): 251-254.
Prüssner, J. (s/f) Internet therapy for anxiety disorders: A critical review of its effectiveness. Tesis de Grado: Universiteit Twente.
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