Los trastornos relacionados con las necesidades sociales son aquellas alteraciones conductuales que se manifiestan en comportamientos desadaptativos de la persona en su relación con el medio social. Sus manifestaciones son múltiples y, aunque generalmente se presenta un solo trastorno, en una misma persona pueden coexistir varios tipos de estas alteraciones.
Entre estos trastornos el más común y menos severo son las compulsiones, entendidas como la lucha entre un deseo o impulso morboso que quiere desencadenarse y por otro lado, la oposición consciente del individuo a dicho deseo o impulso. Esta lucha generalmente provoca una intensa angustia en la persona por lo que en ocasiones se ve obligada a neutralizarlas con la ejecución de un acto contrario a su deseo. Por lo general estos impulsos son consecuencia de ideas obsesivas e irracionales como por ejemplo, lavarse las manos seguidamente, tocar madera, contar los números de las placas de los autos… Esta alteración es típica del trastorno obsesivo compulsivo.
Dentro de los trastornos relacionados con las necesidades sociales también se encuentra la cleptomanía, que consiste en el impulso de robar, de apoderarse de cosas que no le pertenecen sin que exista una necesidad o motivación de índole económica. Por lo general estas personas hurtan objetos de poco valor y después experimentan un gran sentimiento de culpa. Esta alteración en específico puede presentarse en cualquier persona sin que necesariamente se hayan evidenciado antecedentes psicológicos.
Otro de los trastornos relacionados con las necesidades sociales es la piromanía. En este caso se refiere a las personas que sienten un impulso frecuente por quemar, prender fuego a objetos, ropas, papeles o habitaciones. Para diagnosticarlo se deben haber presentado por lo menos dos episodios relacionados con el fuego que no tienen ninguna motivación social o personal más allá de la necesidad de satisfacer el impulso de aplica fuego. Afortunadamente, este trastorno es uno de los menos comunes.
Al contrario, otros problemas más comonues son: el nomadismo y el retraimiento. En el caso del nomadismo se hace referencia a las personas que mantienen un deseo persistente de deambular por disímiles lugares siendo muy común en los esquizofrénicos. En el caso del retraimiento, este trastorno se presenta como un impulso constante por alejarse de las demás personas, expresando una marcada tendencia al aislamiento y la soledad.
Fuentes:
APA (1995) DSM IV: Manual diagnóstico y estadístico de los trastornos mentales. Barcelona: Masson.
Hamilton, M. (1986) Psicopatología clínica. Signos y síntomas en Psiquiatría. Madrid: Emalsa.
Anónimo dice
hola
Leí varios artículos que me interesaron.
De manera autodidacta leo mucho sobre psicología, sociología, etc. y lo relaciono con otras especies animales…
En este escrito me reconozco como una clase de retraído. Es una mezcla de ( hiper )sensibilidad y ganas de tomar distancia para entender, estudiar, comprender.
Según se vea es un trastorno o una ocupación. Me alejo físicamente pero mentalmente no.
Tengo idea de comentarte otros artículos cuando tenga el tiempo adecuado.
saludos, Jorge
Jennifer Delgado Suarez dice
Jorge,
Ya me dirás tus ideas cuando encuentres el tiempo. Adoro descubrir cosas nuevas e investigarlas con profundidad. De hecho, este blog surgió a partir de mi deseo de compartir aquellas investigaciones que me han sorprendido a lo largo del tiempo en el área de la Psicología.
Con algunas concuerdo, con otras no pero creo que lo esencial es conocer, dar un paso atrás (como dices) y después valorar si la información se aplica a tu caso o no.
Gracias por dejarnos tus impresiones. Un saludo.
Lilian dice
Mi abuela padecía de nomadismo, no escuche ese termino hasta el 2022 y ella venia desde siempre con esa particularidad. Se mudaba primero desde El Bolsón a Bariloche y luego, empeoro en cuanto a la distancia entre Bariloche y La Plata. Perdió tanto dinero y no ayudó que en el 2004, la mitad de la familia se fue de la Plata a El Bolsón. Gracias por el artículo.