
Las redes sociales… tanta tela por donde cortar, tanto que decir, tanto que compartir y tantas cosas positivas en que emplearlas pero… todos sabemos que del dicho al hecho va un buen trecho y que de buenas intenciones no se construye el mundo. Así, las redes sociales se convierten en un arma de doble filo.
Un estudio reciente sobre Twitter, realizado por SemanticHacker, un sitio que pertenece a una compañía de software de análisis semánticos de los contenidos de la red, se dedicó a analizar alrededor de 9 millones de tweets correspondientes a aproximadamente 2 millones de usuarios.
Para ir entrando en materia podemos decir que el 61% de los usuarios de Twitter en el mundo son de habla inglesa, cosa nada extraña si tenemos en cuenta que esta plataforma surgió inicialmente en inglés. El 4% de los twitteros habla español; el cuarto idioma en cuanto a tweets en el mundo, solo superado además por el portugués y el japonés.
Pero vamos a los resultados más interesantes. Este estudio clasificó los diversos tweets según sus contenidos. Pueden observarlos a continuación:
A simple vista puede comprenderse que Twitter se comporta más como una herramienta de comunicación que como una red de intereses: el 57% de los tweets hace referencia a los estados de las personas (lo que estamos haciendo en cada momento) o a las conversaciones privadas (replies que incluyen @). El 43% de los tweets tienen otros propósitos (mayormente son spam o anuncios). En resumen, que la información que tiene algún valor colectivo se restringe a un 10 o un 27%.
¿Qué implican estos resultados? Inicialmente y sin mucha reflexión podríamos comenzar una verdadera cruzada contra Twitter y su inutilidad pero…
En la década del ‘70 el sociólogo Mark Granovetter realizó una serie de estudios sobre las relaciones interpersonales, el apoyo y las conexiones humanas. De estas investigaciones Granovetter concluyó que en los momentos verdaderamente decisivos, los resultados que se obtengan a nivel social no dependen tanto de los vínculos fuertes con familiares o amigos sino de los vínculos débiles establecidos con simples conocidos con los cuales hemos tenido contactos muy esporádicos. A este fenómeno se le denominó: fuerza de los vínculos débiles. Esa fuerza es la que en ocasiones nos facilita determinado puesto de trabajo o alcanzar cierto status social.
Precisamente, la fuerza de estos vínculos es bien conocida por muchos expertos en marketing de las más diversas empresas que actualmente están optando por mover su publicidad a Twitter pero más allá de estas intromisiones un tanto molestas, lo cierto es que muchas organizaciones están utilizando la información que se obtiene en Twitter para poder determinar tendencias, necesidades, motivaciones de los usuarios…
Tampoco falta quien ha hallado trabajo a través de Twitter y es que algunos expertos en prospectiva de la red aseguran que Twitter no solo será la más grande red de contactos a nivel mundial sino también el buscador del futuro desplazando a Google. ¿Por qué? Simplemente porque Twitter provee la inmediatez y el contacto más personalizado pero a la vez los únicos 140 caracteres que nos permite escribir nos fuerzan a brindar nuestra esencia: buena o mala, inteligente o muy poco dotada.
Un ejemplo de una página creada únicamente para difundir ofertas de empleo, es Tweetempleo, donde había una representación bastante amplia de empresas de habla hispana.
¿Por qué es más sencillo relacionarse y hallar trabajo a través de la red? Sencillamente porque en la red se derriban muchas de las barreras sociales: entramos a un blog y sin preguntarnos cuántos títulos o qué formación profesional avalan al autor, leemos su contenido; si nos gusta simplemente nos quedamos. Es una relación más esencial, directa, si se quiere; donde valoramos la calidad del trabajo analizando los resultados y nos dejamos influenciar menos por nuestros estereotipos o normas sociales.
De la misma manera a través de los cortos tuits podemos conformarnos una idea sobre la personalidad de quien escribe; no importa su físico, cómo se comporte o de qué marca vaya vestido, solo valoramos si su esencia se corresponde con nuestras preferencias y con lo que estamos buscando. Claro, la falta de contacto presencial también acarrea sus dificultades, las personas pueden mentir y es más difícil detectar estas falsedades pero estos son riesgos cotidianos que asumimos también en nuestras relaciones interpersonales más cercanas.
Para ir resumiendo, podríamos decir que si bien en Twitter podemos hallar muchísima información totalmente irrelevante, al menos para mis intereses y motivaciones, también es un medio funcional que podría reportarnos muchas ventajas permitiéndonos establecer esos vínculos débiles y otros que no lo son tanto. En fin, que como toda tecnología tiene sus pros y sus contras, todo depende de cómo lo utilicemos nosotros mismos.
Anónimo dice
Excelente artículo, me facinó
Jennifer Delgado Suarez dice
Gracias por la retroalimentación!