Existen varios pasajes de la Historia de la Psicología poco conocidos no solo para el gran público sino para los propios profesionales. Normalmente son historias de las cuales los profesionales psi de hoy no se sienten muy orgullosos y que se prefieren sepultar en el olvido (o historias que tocan las fibras más sensibles de nuestra sociedad que prefieren ignorarse), algunas de ellas ya han sido retomadas en diferentes artículos como es el caso del experimento de Zimbardo en la Universidad de Stanford, las investigaciones sobre la apatía social de Darley y Latane o el estudio de la cueva de los ladrones conducido por Muzafer y Carolyn Sherif.
Ahora traigo a colación un experimento diverso que tuvo sus inicios en el año 1959 y se extendió hasta el 1962. El estudio en cuestión fue desarrollado en el laboratorio del Departamento de Relaciones Sociales de la Universidad de Harvard y estuvo dirigido por Henry A. Murray (quien trabajó activamente durante la Segunda Guerra Mundial para la Office of Strategic Services concibiendo el perfil psicológico de Hitler).
Tomando como sujetos de experimentación a un total de 22 estudiantes, este estudio ha pasado a la historia como uno de los más problemáticos y éticamente indefendibles. Para proteger la identidad de los participantes se le asignaron determinados códigos pero dentro de ellos uno sobresalió: Theodore John Kaczynski, más conocido como Unabomber (para aquellos que no lo conozcan les adelanto que fue un profesor universitario doctorado en Matemáticas por la Universidad de Michigan que se retiró de la vida social y comenzó a enviar durante un lapsus de 17 años, paquetes postales que contenían bombas. Así, llegó a convertirse en la persona más buscada de los EUA, proceso en el cual el gobierno norteamericano invirtió millones de dólares).
El experimento en cuestión se focalizaba en analizar cómo las personas reaccionaban bajo estrés; para esto Murray sometía a los estudiantes a interrogatorios que él mismo catalogaba como: “vehementes y abusivos”, donde se atacaban sus creencias e ideales llegando a desestabilizar su “yo”. Así, cuando Unabomber fue apresado, muchos psicólogos se preguntaron si esta violencia no estaría relacionada con los experimentos de los cuales fue objeto.
En el año 1998, Unabomber fue examinado por Sally Johnson, una psiquiatra forense que concluyó: “Kaczynski tiene dos creencias muy fuertes, una afirma que la sociedad es mala y debe revelarse contra ella y el otro posee una ira intensa por las injusticias familiares. Cuando ambas creencias convergen, dan lugar a Unabomber.” Su diagnostico consensuado fue: esquizofrenia paranoide.
No obstante, otros especialistas como Michael Mello sugieren que realmente Kaczynski no sufría ningún trastorno mental y que su diagnóstico fue el resultado de una necesidad social de patologizar sus ideas debido a que las mismas hacían sentir incómodos a muchos grupos sociales (incluidos los abogados, políticos, la prensa y los propios psicólogos). De hecho, su Manifiesto no es la obra de un genio ni de un loco (excepto por sus alusiones a la violencia) sino que es un compendio de ideas que actualmente son compartidas por muchas personas que ven en el mundo moderno un gran problema para el desarrollo humano (en términos emocionales y éticos).
Pero regresando a la investigación, debido a la elevada inteligencia que demostraba Kaczynski, éste fue aceptado en Harvard en el año 1958, cuando aún no tenía 16 años. Así, formó parte del experimento un año después, cuando aún su personalidad no se encontraba madura sino que era un adolescente explorando el mundo y sus propias fronteras; construyendo su identidad.
Pero… ¿cuál era el verdadero objetivo de Murray con sus experimentos? En una carta enviada a Munford, el psicólogo afirmaba que “El tipo de comportamiento que se requiere para poder enfrentar las amenazas actuales, conlleva transformaciones en la personalidad como nunca antes se habían visto en la historia de la humanidad; una transformación que convierta a un Hombre Nacional en un Hombre Mundial”.
Para lograr este cambio era necesario conocer el secreto sobre cómo se relacionaban las personas; sobre todo las díadas, lo que Murray consideraba la verdadera unidad de la sociedad donde se conjugaba tanto la Sociología como la Psicología.
Los orígenes de estos experimentos partieron del tiempo en el cual Murray colaboró con el gobierno asesorando “estudios” sobre el lavado de cerebros pero también estuvo a cargo de la creación de test para evaluar la idoneidad de las personas que deseaban entrar en el sistema de la OSS. Así, sustentándose en los resultados obtenidos en sus experimentos, Murray desarrolló un sistema de evaluación que permitía valorar la habilidad de los aspirantes para conducirse bajo presión, para ser líderes, para sostener los interrogatorios o para entrever el carácter de las personas a través de sus vestidos y formas de moverse.
Una vez que hubo pasado la guerra, Murray continúo con sus experimentos, haciéndolos cada vez más complejos y refinados. La cúspide de los mismos fue el experimento en el cual participó Unabomber, a estos estudiantes no se les explicó en ningún momento el objetivo o las condiciones experimentales pero se les hizo firmar un consentimiento en el cual, durante tres años, participarían dos horas a la semana ayudando a “resolver problemas psicológicos”.
Así, a Unabomber y a sus compañeros de experimento primero se les pidió que escribiesen un breve ensayo de su filosofía de vida donde plasmasen aquellos principios con los cuales esperaban vivir. Posteriormente debían debatir sus ideas. Pero… cuando los estudiantes arribaron al debate les esperaba una habitación de interrogatorio donde les acoplaron todo tipo de aditamentos para medir sus respuestas fisiológicas. Enfrentándolos a personas altamente capacitadas en el arte de la argumentación que refutaban todos sus principios de vida; los estudiantes terminaban el supuesto debate altamente confundidos y muy iracundos. Éste sería solo el inicio de una larga serie de confrontaciones; muchas de las cuales en ocasiones eran crueles y sin sentido aparente para los psicólogos que colaboraban con Murray.
De hecho, en uno de los reportes de Murray del año 1959 titulado “Notes on dyadic research” el investigador afirmaba que los objetivos de su experimento se focalizaban en diseñar instrumentos y procedimientos que permitieran predecir cómo las personas reaccionarían ante relaciones diádicas estresantes, para lo cual se produciría en los sujetos de la investigación ciertos grados de ansiedad y desintegración. Como es de suponer, muchas personas se han preguntado si realmente Murray jugaba al científico con objetivos que variaban de vez en vez o si quizás detrás de aquel experimento se encontraba un objetivo gubernamental que no se deseaba divulgar. Incluso, algunos escritores como Alexander Cockburn, han llegado a hipotetizar que quizás estos estudiantes también fueron víctimas del uso de alucinógenos como el LSD (sin su consentimiento), en los cuales Murray ya se había demostrado interesado y a los cuales hizo alusión en un Congreso Internacional de Psicología Aplicada que tuvo lugar en el año 1961.
Por supuesto, vale aclarar que durante el periodo de tres años que Unabomber participó en este experimento, se controlaba continuamente su capacidad cognitiva, la cual nunca se vio disminuida pero… ¿qué sucedía con su vida afectiva? La psiquiatra Sally Johnson afirma que fue durante estos años que Unabomber desarrolló sus creencias anti-tecnológicas, un punto fundamental que disparó su comportamiento violento; afirmando además que estos interrogatorios lo hicieron particularmente vulnerable ante cualquier situación de estrés.
A confirmar los efectos nefastos del experimento se suman algunos de los participantes que se han podido rastrear, aún después de tres décadas recuerdan estas vivencias con gran nitidez y profunda desazón. Por supuesto, es imposible afirmar que ésta manipulación experimental haya producido a un asesino pero sin lugar a dudas fue el punto de no retorno en una mente despierta y una personalidad aún no formada que quizás ya tenía cierta predisposición a la locura.
Fuente:
Alston, C. (2000) Harvard and the making of Unabomber. En: The Atlantic.
Detalle: Chase Alston fue un colega de Universidad de Unabomber, con el cual mantenía una constante correspondencia.
José Luis Gonzalo Marrodán. dice
He disfrutado mucho con esta entrada. Realmente curioso e interesante. Por cierto, que nunca pensé que Murray dirigiera episodios tan oscuros y vergonzantes para la psicología… Con tu blog lo he aprendido, Jennifer, enhorabuena por todo tu trabajo.
Jennifer Delgado Suarez dice
Hola José Luis,
Me alegra tenerte por acá. A mi también me resultó impactante conocer que Murray estuviese envuelto en escenas tan absurdas y negras de la historia de la Psicología.
Existen muchos capítulos de la Psicología que también yo estoy recién descubriendo y, que como historia de nuestra ciencia, al fin y al cabo también debemos conocer. Creo que la historia no determina quienes somos pero es importante para mirar atrás y no cometer los mismos errores.
Un abrazo
Nery Hdez. dice
Se sabe que Unabomber comenzó a presentar un problema de sociabilización a partir del nacimiento de su hermano. El experimento de Murray, fue, quizás un potenciador de su conducta. Pero Kaczynski puso pequeñas bombas desde que se encontraba en el colegio.
Deberías de leer más antes de publicar algo así.
Jennifer Delgado Suarez dice
Nery,
Obviamente el experimento de Murray pudo haber actuado como desencadenante. En lo que respecta a la conducta humana establecer con precisión los detalles es muy complejo. Y creo que es muy falto de sentido decantarse por un solo factor para explicar las razones que llevan a una persona a actuar de una manera determinada y no de otra.
Así, soy de las que apuesto por una comprensión multifactorial de la persona; por lo cual creo que tanto la infancia de Kaczynski como sus vivencias en la Universidad y la participación en este experimento se conjugaron para dar lugar a su personalidad.
Si lees con detenimiento este texto podrás comprender que su esencia no es hacer un perfil psicológico de Kaczynski con todos sus detalles sino simplemente resaltar un experimento psicológico que pudo tener consecuencias nefastas en una persona.
Además, te puntualizo que para apegarse totalmente a la realidad, no todos los especialistas coinciden con el hecho de que los problemas de socialización de Kaczynski se presentasen después del nacimiento del hermano.
De hecho, se afirma que a la edad de nueve meses "Teddy", como le llamaban sus padres, tuvo una alergia severa que demandó que fuese hospitalizado por una semana. Tiempo en el cual los padres sólo pudieron ver al pequeño dos veces durante una hora.
Se afirma que cuando el pequeño regresó a la casa se mostraba muy insensible. Se dice que el niño había sido normal hasta ese momento, mostrándose siempre sonriente pero a su regreso del hospital se mantuvo mostrando pequeños signos de emoción durante meses. ¿Quién puede asegurar que no sea éste un motivo neurológico que de cierta forma también haya actuado como un motor impulsor en el comportamiento de Kaczynski?
En fin, que absolutizar un solo factor como el principal responsable del comportamiento de Unabomber no es la respuesta.
Gaetano dice
Hola, me ha parecido muy interesante esta entrada, yo he leido el manifiesto de "Unabomber" y sinceramente, estoy de acuerdo con la maytoria de su texto, aunque no soy psiquiatra ni psicologo, no pienso que su diagnostico fue correcto (ezquizofrenia paranoide) yo estuve internado en una clinica psiquiatrica y tambien me diagnosticaron eso, y despues resulto que no era eso sino depresion y hasta la fecha los profesionales de la salud mental no se ponen de acuerdo con lo que tengo, me gusta pensar que esos doctores que dicen que la razon por la que le dieron ese diagonostico a ted, fue por una necesidad social, como usted dice… la verdad es que esta sociedad si deja mucho que desear, y en las palabras de Albert Jaquard "No es sano estar bien adaptado a una sociedad profundamente enferma" … No soy fan del Unabomber ni nada parecido, encontre su manifiesto por ccasualidad en internet, y vi que coincidiamos en muchas cosas, y despues me puse a investiagar y asi di con esta pagina, no se preocupen yo no matare a nadie, no me gusta estar encerrado. jajaja gracias 🙂
Jennifer Delgado Suarez dice
Gaetano,
Sin lugar a dudas este caso es muy complejo. Hoy por hoy existen muchas personas que comparten sus ideas ya que hacen referencia a los problemas del mundo moderno. De hecho, algunas de sus soluciones no son muy descabelladas. Lástima que en muchos puntos exista una incitación a la violencia que no comparto en ningún modo.
Sobre el diagnóstico de esquizofrenia paranoide existen muchas opiniones a favor y otras en contra. A veces nos resulta complicado explicar los comportamientos que se salen de la norma e intentamos darle una "etiqueta" que conocemos, aunque esta no sea la más adecuada.
Coincido en el hecho de que nuestra sociedad tiene muchos puntos débiles y que deberíamos mejorar muchísimo en tantos aspectos. Sin embargo, eso no es una excusa para recurrir a la violencia.
En el mundo y en nuestra vida privada debemos enfrentarnos a muchas situaciones que no nos agradan y que incluso pueden tener un trasfondo negativo desde el punto de vista moral pero la violencia NUNCA es la solución.
Gracias por compartir con nostros tus opiniones.
Anónimo dice
Hola Jennifer,¡exelente artículo! mi hermano coincide con este caso, hizo puntaje casi perfecto de un test de mensa sobre todo en el area de matematicas(asociacion para gente superdotada)sufrió abuso psicologico de niño y actualmente estudia matematicas(casualidad no),afortunadamente no hace bombas,pero si desarrollo una conducta agresiva,y de ves en cuando comenta que estrategicamente seria muy facil poner una bomba para desaparecer gente indeseable(afortunadamente va con psicologo).En cuanto a perfil psicologico es muy similar el trastorno emocional que sufren este tipo de personas sumamente inteligentes,no justifico a Ted Kaczinsky pero creeo que fue una forma de defensa ante la sociedad por como fue tratado ,como dices hay muchos factores,claro que todos podemos ser propensos a hacer cosas por el estilo,depende de la fragilidad de cada ser,pero estaras de acuerdo conmigo que entre mas inteligentes mas peligrosos son,si se pede me gustaría pusieras mas informacion de Ted.
Saludos.
Jennifer Delgado Suarez dice
Anónimo,
En efecto, mientras más inteligente sea la persona más recursos tendrá a su disposición para hacer el bien o para hacer el mal. Evidentemente, quienes tienen recursos cognitivos más limitados no podrán urdir planes muy sofisticados.
En lo que respecta a la información sobre Ted Kaczynski, siguiendo este enlace podrás encontrar una biografía resumida y en este hallarás una entrevista. Eso sí, ambos están en inglés.
Boom! dice
Claramente estaba loco, y probablemente ese experimento del que formó parte influyó en cierto grado pero es imposible que sea una causa principal o una de las tantas, sino muchos otros en el mismo estudio hubieran tenido un comportamiento posterior igual de violento.
Creo también que no supo canalizar de manera correcta todas los pensamientos y críticas que tenía, sino habría sido un personaje muy diferente.