En este blog se siguen muy de cerca las noticias relacionadas con el desarrollo tecnológico y su impacto en la psiquis y el comportamiento humano. Así, ahora les traigo a colación nuevos resultados que nos hablan a favor del uso de los video juegos en la tercera edad.
Investigadores de la Universidad de California, específicamente de la Escuela de Medicina de San Diego, nos sugieren una vía novedosa para combatir la depresión sin medicamentos en adultos de la tercera edad: el uso de los video juegos interactivos que también reportan una dosis de ejercicio físico.
Ya sabemos que la depresión es una de las psicopatologías más comunes en la tercera edad que no solo provoca sufrimiento para quien la padece sino que llega a discapacitar funcionalmente a la persona. Estudios anteriores han demostrado que la actividad física puede reducir la sintomatología depresiva pero menos del 5% de los adultos mayores siguen las recomendaciones de su médico ya que encuentran la actividad física como una tarea “poco atractiva” por la que no se sienten nada motivados.
En el estudio en cuestión, se analizaron a un total de 19 adultos mayores con edades entre los 63 y los 94 años. Estos adultos, durante 35 minutos y tres veces a la semana, jugaron video juegos interactivos en un Nintendo Wii. Los deportes esencialmente eran: tenis, bolos, baseball, golf o boxeo.
Las personas al final de cada sesión reportaron elevados niveles de satisfacción tanto en el plano emocional como intelectual y físico y en el 50% de la muestra se evidenció una reducción considerable de los síntomas depresivos.
Vale aclarar que al inicio del «tratamiento» los ancianos se mostraron nerviosos por su posible desempeño y por desconocer muchas de las reglas del juego pero con el paso del tiempo esta ansiedad se fue minimizando y reportaron gran satisfacción al aprender las reglas de un nuevo juego que consideraron como un desafío a sus capacidades.
Como colofón los investigadores puntualizan la importancia de valorar dos factores antes de enfrentar a los ancianos a los video juegos:
– Las capacidades físicas de estos ancianos para no poner en peligro su salud física en ejercicios que les suponen una sobredemanda.
– Las potencialidades cognitivas para no convertir una experiencia de juego en un sentimiento de fracaso al ser incapaces de captar y cumplir las reglas del juego.
Aunque, evidentemente, los resultados positivos no solo se deben al uso del video juego sino también a la moderada actividad física que los acompaña; lo cierto es que la opción no es nada desdeñable pues aquellos que hayan lidiado con un adulto deprimido pueden conocer lo difícil que resulta motivarlos hacia alguna actividad que les resulte beneficiosa.
Fuente:
Rosenberg, D. et. Al. (2010) Exergames for Subsyndromal Depression in Older Adults: A Pilot Study of a Novel Intervention. American Journal of Geriatric Psychiatry; 18(3): 221-226.
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