El diagnóstico del trastorno de ansiedad puede representar un alivio para muchas personas ya que por fin tienen una explicación para un problema que probablemente le ha venido afectando desde hace tiempo. Por supuesto, después del diagnóstico la persona comienza a preguntarse por qué le sucedió justo a ella y más tarde surge la preocupación: ¿qué hacer? La buena noticia es que no tendrás que vivir con un trastorno de ansiedad ya que estos problemas tienen solución.
De hecho, los trastornos de ansiedad tienen tasas de éxito excelentes, sobre todo si las comparamos con otras patologías psíquicas. La clave está en seguir el tratamiento adecuado y no cejar en el empeño, incluso cuando el camino sea cuesta arriba. El primer paso consiste en eliminar una serie de mitos o creencias erróneas sobre la ansiedad.
Los mitos sobre la ansiedad que se convierten en un obstáculo
– Los trastornos de ansiedad no son tan graves. Es cierto que un trastorno de ansiedad no es tan grave como la esquizofrenia o el autismo pero eso no significa que debemos desentendernos de ella porque la ansiedad puede llegar a ser un síntoma preocupante que genera otros problemas de salud.
– Puedo superar esto por mi cuenta. Casi la mitad de las personas que acuden a la atención primaria con síntomas de ansiedad no toman medicación ni se someten a terapia porque creen que pueden resolver por sí solos este problema. Sin embargo, la ansiedad es un problema que no se debe desestimar y no siempre es posible vencerla con nuestros propios recursos, en ocasiones es necesario pedir ayuda.
– Los trastornos de ansiedad son un defecto de carácter. Hay quienes piensan que la ansiedad tiene una base genética y neurológica por lo que no buscan tratamiento. Es cierto que las características del sistema nervioso determinan si somos personas más o menos irritables pero eso no significa que la ansiedad no tenga solución.
– Necesito medicación para mejorar. Al contrario, hay quienes piensan que solo los medicamentos pueden ser eficaces para tratar la ansiedad. sin embargo, en muchos casos la terapia psicológica es mucho más eficaz y, sobre todo, no tiene efectos adversos.
Consejos para aprender a vivir con un trastorno de ansiedad
1. Ten expectativas realistas. Es poco realista pensar que vas a curar la ansiedad para siempre. En su lugar, deberías pensar que serás capaz de controlar los síntomas pero no olvides que hay situaciones particularmente estresantes que siempre representarán un peligro. Sin embargo, en vez de huir de ellas, lo que deberías hacer es aprender técnicas de manejo del estrés.
2. Acepta el estrés como algo normal. El estrés forma parte de la vida, es mejor no resistirse porque así solo lograrás generar más ansiedad. A veces es imposible evitar las situaciones estresantes pero podemos seguir funcionando bien a pesar de ellas.
3. Adopta un enfoque equilibrado. En lugar de sobreestimar la magnitud de una situación, da un paso atrás y aprende a mirar las cosas desde una perspectiva más objetiva. En vez de pensar en todas las cosas negativas que pueden ocurrir, céntrate en el presente y en los datos que tienes en mano.
4. Apuesta por un estilo de vida libre de ansiedad. Existen algunos factores que te ayudarán a combatir la ansiedad, entre ellos podemos encontrar: un horario de sueño adecuado, una dieta equilibrada, realizar ejercicio y contar con un sistema de apoyo social sólido.
5. Preocúpate por tu cuerpo. Recuerda que la forma en que tratamos a nuestros cuerpos también afecta directamente las sensaciones de ansiedad. Estar fuera de forma puede hacer que tu corazón se acelere con un simple paseo. La cafeína y la mala alimentación también pueden amplificar la ansiedad produciendo más nerviosismo y temblor.
Deja una respuesta