¿Estás buscando trabajo? ¿Has ido a decenas de entrevistas pero aún nadie te ha llamado? ¿Tu currículo es original e impecable pero las cosas no marchan como quisieras? Quizás todo no se deba a la crisis, quizás estás cometiendo algunos errores básicos con los cuales te cavas tu propia tumba en el mercado laboral.
De hecho, solemos pensar que nuestra vida es muy racional y que todo tiene un sentido. Sin embargo, lo cierto es que la vida es menos lineal y lógica de lo que suponemos, o al menos así lo demuestran diferentes estudios psicológicos en los cuales se aprecia que existen pequeños detalles que pueden aumentar o disminuir drásticamente las oportunidades de que te contraten.
1. El día de la entrevista
Un estudio estadounidense encuestó a más de 1.400 encargados de selección de personal en empresas que tenían más de 20 empleados. Después de analizar cientos de datos, los investigadores apreciaron que los candidatos que eran evaluados el martes, aproximadamente a las 10.30 a.m., tenían más probabilidades de conseguir el puesto.
¿Por qué?
Al parecer, las personas son más productivas y se sienten mejor los martes, cuando han dejado atrás el lunes (el fatídico día en el que nos toca volver a trabajar después del fin de semana). Eso haría que los entrevistadores se mostrasen más disponibles y abiertos, una actitud a la cual también contribuye la hora ya que a las 10.30 a.m. normalmente ya hemos tomado el café, revisado el correo y estamos dispuestos a comenzar el día. Más temprano, es probable que aún estemos irritables y, más tarde, estaremos demasiado cansados.
2. El estado del tiempo
Investigadores de la Universidad de Toronto analizaron a 3.000 médicos que aplicaron para determinados puestos durante un periodo de seis años. Al cabo de ese tiempo descubrieron que los días de lluvia afectaban profundamente su desempeño. Específicamente, sus resultados disminuían un 10% respecto a los que obtenían los médicos que se ponían a prueba en un día de sol.
¿Por qué?
Estudios anteriores que también han analizado las relaciones entre el tiempo y nuestro estado de ánimo nos indican que durante los días nublados solemos estar más apáticos, nos encerramos en nosotros mismos y estamos de peor humor. Es lógico pensar que estos cambios se reflejan en nuestro desempeño y afectan la actitud de las personas que nos van a examinar.
3. El color de la ropa que lleves
Según una encuesta realizada a 2.099 personas encargadas de hacer selección de personal para sus empresas, existen colores más adecuados y otros que son completamente inapropiados. El negro y el azul son la mejor apuesta para ir a una entrevista de trabajo mientras que el naranja es la peor opción.
A nivel social los colores neutros, como el negro, el gris, el marrón y el azul, se identifican con la profesionalidad mientras que los colores más intensos, como el rojo, el amarillo, el verde y el naranja son más adecuados para el tiempo libre. Obviamente, el color de la ropa es importante en los entornos más formales de trabajo y su significado varía en dependencia de la cultura.
4. El día que entrevistan a tu oponente
Investigadores de las universidades de Pensilvana y Harvard recolectaron los datos de 9.323 personas entrevistadas a lo largo de nueve años y detectaron que tener una entrevista de trabajo el mismo día que otras personas que aspiran al puesto, suele jugar en nuestra contra.
¿Por qué?
Sencillamente porque nuestro grado de competencia para el puesto será evaluado en comparación con las personas que han sido entrevistadas horas antes. Lo curioso es que este efecto no se aprecia cuando las entrevistas ocurren en días diferentes ya que, al parecer, los entrevistadores hacen borrón y cuenta nueva.
5. Aceptar un café
Según los autores del libro “Crazy Good Interviewing: How Acting A Little Crazy Can Get You The Job «, aceptar un café no es la mejor manera de comenzar una entrevista de trabajo. Ellos afirman que la mayoría de los entrevistadores lo hacen por educación pero en realidad no planean pasarse 10 minutos bebiendo un café con alguien a quien acaban de conocer.
Podemos estar más o menos de acuerdo con esta afirmación pero lo cierto es que si te aventuras a aceptar un café, tienes que tener en cuenta que quizás tu entrevistador puede sacar mucha información de lo que pides.
Según un estudio realizado en 1.000 bebedores habituales de café, el tipo de café que seleccionas desvela rasgos de tu personalidad. Por ejemplo, quienes prefieren el café negro son más tradicionalistas, pacientes y eficientes pero también más abruptos, desdeñosos y resistentes al cambio. Por otra parte, quienes prefieren el café frío suelen ser más aventureros, espontáneos e imaginativos pero también pueden ser imprudentes y les cuesta trabajo seguir las reglas.
Por tanto, si vas a aceptar un café en una entrevista de trabajo, asegúrate de pedir uno que se adapte a la imagen que quieres mostrar.
Fuentes:
Grasz, J. (2013) Study Looks at Best and Worst Colors to Wear in a Job Interview. En: CareerBuilder.
Waters, E. (2013) What Does Your Coffee Reveal about You? En: World of Psychology.
Simonsohn, U. & Gino, F. (2012) Daily Horizons: Evidence of Narrow Bracketing in Judgment from 10 years of MBA-admission Interviews. Psychological Science.
Rueff, R. (2011) 5 Tips: Best Times To Schedule An Interview. En: Glass Door.
Redelmeier, D. A. et. Al. (2009) Rainy weather and medical school admission interviews. Canadian Medical Association Journal; 181(12).
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