Las personas siempre estamos buscando sentidos, deseamos conocer las razones y las causas que dan origen a los fenómenos y una vez que nos hemos conformado una visión del mundo, de las cosas y de las personas que nos rodean, tendemos a reaccionar de manera un tanto “extrema” ante todas aquellas informaciones que puedan alterar nuestro orden.
Históricamente los psicólogos han creído que ante un suceso o información que lacera nuestra construcción de significados reaccionamos con la negación. Sin embargo, según un nuevo estudio publicado en la revista Personality and Social Psychology Bulletin, nuestra reacción va más allá de una simple negación. ¿Qué hacemos? Reconstruimos una idea hasta que esta reafirme nuestras estructuras de significados.
Investigadores de la British Columbia usaron dos historias que ilustraban puntos de vista del mundo divergentes para explorar cómo las personas reaccionaban ante las ideas ofensivas.
La primera historia fue la famosa: “La liebre y la tortuga”, en la cual la moraleja enseña que si somos perseverantes como la tortuga, al final podemos llegar a la meta, aún si otros nos pasan delante. Otra forma de interpretar esta historia se centra en que la liebre perdió la carrera porque confiaba demasiado en sus capacidades. De una forma u otra, tanto la liebre como la tortuga obtienen lo que merecen en relación con sus comportamientos. ¡El mundo perfecto!
La segunda historia era el “Mensaje Imperial”, donde un heraldo debía entregar un mensaje importantísimo del rey pero a pesar de sus múltiples esfuerzos nunca lo logró. Al contrario de la primera fábula, en esta historia nos recuerdan que a pesar del empeño, las ganas o el entusiasmo, no siempre podemos lograr lo que deseamos.
Ambas historias tienen una enseñanza real que podemos constatar en el día a día pero la segunda historia nos presenta una verdad menos agradable. ¿Cómo reaccionaron las personas ante ellas?
Los investigadores conformaron dos grupos, cada uno de 26 personas a los cuales se les dio una copia de una u otra historia. Las personas que leyeron la segunda historia la percibieron como una amenaza a su forma de comprender la realidad y, como consecuencia, reafirmaron aún más su visión del mundo, aún si esta no se correspondía con la enseñanza que habían acabado de leer. En otras palabras, no solo se negaron a aceptar este mensaje sino que reafirmaron aún más la creencia opuesta.
Aunque este experimento se realizó con simples fábulas, no sería descabellado pensar que reaccionamos de la misma forma en otras áreas de nuestra vida y con otros conceptos mucho más complejos. Además, probablemente mientras más importante y significativa sea la idea que intenta contrastar nuestra imagen del mundo, más difícil será eliminarla. En resumen, que a veces nos negamos a escuchar verdades que nos resultan molestas y preferimos mantenernos dentro del círculo de confianza, aún si esto significa que nos estamos autoengañando.
Fuente:
Proulx, T.; Heine, S.J. & Vohs, K. D. (2010) When is the unfamiliar the uncanny? Meaning affirmation after exposure to absurdist literature, humor, and art. Personality and Social Psychology Bulletin; 36(6): 817-829.
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