El logo es una representación visual de una marca o empresa, la cara al mundo con la cual millones de personas identificarán un producto. Por ello, es importante que el logo tenga suficiente fuerza como para transmitir la esencia de la empresa o la marca pero a la misma vez sea lo suficientemente sencillo como para perdurar en el recuerdo de las personas.
No obstante, si estás dando tus primeros pasos en la creación de logotipos, no hay que desfallecer porque los logos más reconocidos y mejor diseñados de la actualidad no siempre fueron así, basta echarle una ojeada a la historia para analizar su evolución.
Sin lugar a dudas el ejemplo más excelso de cómo se puede rediseñar un logo de acuerdo a los tiempos que corren es Apple. Su primer logo, diseñado por el mismo Steve Jobs, dejó mucho que desear (la imagen de Newton sentado debajo de un árbol era complicada y definitivamente no era un buen concepto para transmitirle al público). Pero posteriormente en el 1976 Rob Janoff brindó una segunda versión mucho más exitosa y a partir de este diseño solo se ha optado por variar los colores y jugar con las sombras.
La historia de Shell fue bastante similar aunque en este caso no hubo necesidad de alejarse del concepto inicial: una concha. Aún así, con el paso del tiempo le fueron imprimiendo nuevos bríos y sencillez a este concepto hasta llegar al logo que todos conocemos hoy.
En lo que respecta a Nike, probablemente este ha sido uno de los logos más baratos y certeros de la historia. en el 1971 Caroline Davidson lo diseñó por tan solo 35 dólares. Sin embargo, me pregunto cómo es que esperaron siete años para darse cuenta que la superposición de la marca y el logo era un concepto del todo errado. Posteriormente, es curioso notar como en la misma medida en que la marca iba ganando en reconocimiento, el nombre de la misma se iba empequeñeciendo hasta desaparecer, logrando así un logo mucho más sencillo, fuerte y memorable.
Otro ejemplo donde se puede apreciar que el tiempo mejoró considerablemente las ideas de los diseñadores es el logo de Pepsi. Vale puntualizar que las opciones de los años 1898 y 1950 dejaban mucho que desear, sobre todo porque el texto es apenas legible.
Sin embargo, algunos de los ejemplos más interesantes sobre cómo los logos han cambiado ajustándose a los nuevos tiempos pero sin perder su esencia lo brindan algunas de las marcas de coches que, al parecer, desde sus inicios tenían muy claro cuál era la impresión que deseaban darle al mundo.
Ford
Volkswagen
BMW
De este devenir histórico podemos extraer algunas ideas para crear logos:
1. El logo, mientras más sencillo, más poderoso y memorable.
2. Utilizar la menor cantidad de líneas que sea posible para no brindar la sensación de complejidad en el mensaje.
3. Emplear la paleta de colores adecuada, acorde con los tiempos y en sintonía con los valores de la marca.
4. En la misma medida en que crece el reconocimiento de la marca, el logo puede despojarse de la misma.
5. Mantener la identidad de marca, utilizando en la medida de lo posible elementos del logo anterior.
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